Sophie Hunger, el río que hace su camino
Por Nil Rubió.
El panorama musical no siempre es proclive al artista con personalidad. Muchas veces tenemos que bajar a buscarlos en otros lugares, en sitios más o menos recónditos. Ejercicio siempre de aventura y descubierta pero para el que no somos alentados como deberíamos y no siempre disponemos del tiempo para ello. Sophie Hunger es un gran descubrimientoque entraría en este grupo de mujeres capaces de liderar un proyecto personal (más cercano a PJ Harvey, Björk, Fiona Apple, contando las grandes diferencias estéticas e estilísticas) más allá de los tópicos y clichés del propio género, y del propio producto mercadotécnico. Su propuesta conjuga la sencillez expositiva con la complejidad de influencias, de afluentes desde los cuales se articula su música, siempre cambiante, dinámica. Metáfora fluvial que sirve también para sus orígenes suizos y su formación en distintas culturas (suiza, germana, inglesa, gracias a una familia itinerante) que entremezcla idiomáticamente también en sus composiciones el francés, el alemán, su dialecto suizo y el inglés, que es el predominante.
The Danger of Lightes su más reciente álbum, tanto que sale el 28 de enero en el mercado español. Una combinación de folk y pop con apuntes jazzísticos y del blues. Una fusión instrumental dirigida en gran parte por las dos especialidades de Sophie, el piano y la guitarra. Sin contar su voz, capaz de dotar de los más diversos matices su sencillez y calidez inherentes.Combinando momentos más vitalistas (Like Like Like, Holly Hells) con la introspección más aterciopelada (Can you See me?, Z’Liedvor Freiheitsstatue), las once piezas que componen el trabajo mantienen una cohesión admirable, resultado de un aparente cuidado íntimo en cada una de las composiciones, esta vez con un sonido aún más orgánico que en sus dos primeros discos. Desde la tonalidad de las guitarras, una más marcada presencia del bajo, la aparición de los vientos como acompañamiento… la música da la mano más que nunca a Sophie para penetrar en el interior del oyente. No hay un single claro (excepto quizás la citada Like Like Like) hecho elogiable que no supone otra cosa que una invitación a sumergirse en la escucha entera del álbum, que va calando con sutileza ambiental pero interpelación directa.
Sophie Hunger da un importante paso adelante en su cuartodisco. Hace gala de sus influencias de forma más abierta, avanzando en las mismas hacia un sonido cada vez más personal que la emparenta con las grandes mujeres con voz propia,que ya rebasa las fronteras de su Suiza natal, para llegar a un público más amplio. Por desgracia, ésta no es condición suficiente, pero en lo que atañe todo su talento, hay artista para derribar todas las barreras.
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