Vampiros para adultos
Por RAÚL HUERGA
Llega la cuarta temporada de Crónicas vampíricas plagada de incertidumbre para el espectador, debatiéndose entre la romántica trama inicial atascada desde la primera temporada y un nuevo desarrollo con atractivas posibilidades.
Mientras estamos a la espera del estreno en España de la cuarta temporada de Crónicas vampíricas (The Vampire Diaries, L. J. Smith), la serie de CW ha llegado a un punto crítico: destruirse a sí misma en un bucle de repeticiones o reinventarse dando mayor profundidad a la historia y aumentando la aportación de los personajes secundarios.
Elena (Nina Dobrev) se ha convertido en vampiro, lo que supone un contexto totalmente diferente al vivido hasta ahora. Los protagonistas de la serie le acompañarán durante su transición, argumento principal de esta cuarta temporada, aunque quedan varios hilos pendientes de desenmarañar. ¿Qué ocurrirá finalmente con los vampiros originales? ¿Ahora que el consejo de fundadores conoce la existencia de vampiros, licántropos e híbridos, actuará en consecuencia? ¿Está muerto definitivamente Tyler (Michael Trevino), el híbrido “bueno”?
Toda una serie de líneas argumentales secundarias que se irán resolviendo en los primeros capítulos, dando paso a nuevas tramas que girarán entorno a la gran pregunta de toda la serie: ¿a quién elegirá Elena, a Damon (Ian Somerhalder) o a Stefan (Paul Wesley)? Tal vez su nueva condición de vampiro afecte a esta decisión, aunque el espectador quizá prefiera verla convertida en un ser malvado y despiadado, más parecida a Katherine que a la propia Elena.
Mientras la serie sigue acumulando premios (Teen Choice Award y People’s Choice Award), las críticas que la tildaban de serie “adolescente” y la comparaban con el universo Crepúsculo reconocen ahora una evolución en su trama, con episodios más elaborados y un desarrollo con mucho tirón, razones por las que ha mantenido una audiencia superior a los tres millones de espectadores.
En un pequeño avance de la cuarta temporada, se conocerá la existencia de una estirpe de cazadores de vampiros, la bruja Bonnie (Katerina Graham) recuperará sus poderes y el híbrido original Klaus (Joseph Morgan) regresará a escena con un plan para crear nuevos híbridos.
Ante los 22 capítulos que nos esperan por delante, cabe preguntarnos si la serie se convertirá en un bucle en el que todos los protagonistas se desviven una y otra vez por salvar a Elena, ante la amenaza de Klaus y el resto de vampiros originales, o el guión nos ofrecerá por fin un soplo de aire fresco con una Elena más independiente y autosuficiente, donde las tramas del resto de personajes cobren mayor importancia y podamos entrever, de alguna forma, un final para la serie.●