Django desencadenado (2012) de Quentin Tarantino
Por Juan Murillo Bodas.
Tenía puestas grandes esperanzas en esta película. Primero por tratarse de un western, género imprescindible y a reivindicar dentro de la Historia del cine; segundo por ser una película de Quentin Tarantino,cineasta al que admiro y respeto profundamente. Y lo cierto es que me ha parecido una extraordinaria película.
Django desencadenado nos cuenta la historia de un rescate de proporciones casi épicas en los Estados Unidos anteriores a la guerra de secesión, al mismo tiempo es una historia de venganza individual que se torna en símbolo de venganza para hacer justicia contra la injustamente tratada y masacrada raza negra; también es una historia de amor y la de una peculiar amistad entre dos personajes marginados del sistema: un cazarrecompensas camuflado bajo la apariencia de doctor y un esclavo negro. Y es que ambos inician una relación que, si bien en sus comienzos está marcada por un puro interés mercantil, se convierte a través de la metáfora del viaje en un proceso mutuo de conocimiento y reconocimiento del otro. Django aprende a desenvolverse en un mundo dominado por los blancos: aprende a leer, a disparar y a matar sin sentirse culpable por ello, en un proceso de progresivo endurecimiento del personaje; por otro lado el doctor Kingston sufre el proceso inverso y se humaniza progresivamente desprendiéndose poco a poco de su lado más cruel e inmisericorde.
Tarantino filma su western con un pie en el clasicismo y otro en la modernidad. Su uso de la panorámica rememora a John Ford o Howard Hawks, mientras que sus coreografías de la violencia y el uso (eso sí, contenido) del zoom y del ralentí, lo emparentan con el estilo visual de su admirado Sergio Leone y del mejor Sam Peckinpah; esto encuanto a las influencias más visibles; por otro lado, Tarantino deja su sello a través del propio tema del film, ya que son escasos son los westerns que abordan el tema de los esclavos negros, por lo menos desde una perspectiva tan atrevida y radical como él lo hace; no faltan las señas de identidad de su cine: el humor negro, los diálogos brillantes, la construcción de situaciones aparentemente inverosímiles que maneja con suma habilidad y destreza, así como el uso de la música para realzar el significado de determinadas escenas y potenciar aún más un ritmo cinematográfico que ya de por sí es implacable y sin concesiones.
Y qué decir del reparto… están todos espléndidos, no podía ser de otra forma; Christopher Waltz como el Dr. King Schultz, cuya verborrea y astucia deslumbran; Jamie Foxx, como Django esclavo transmutado en una especie de superhéroe westerniano; y su sufrida esposa Broomhilda, interpretada por Kerry Washington,a la que ya puedimos ver en Ray o El último rey de Escocia; Leonardo di Caprio como el malvado terrateniente y cuya figura nos recuerda a la de Clark Gable en Lo que el viento se llevó, pero con un carácter maléfico; el extraordinario Samuel L. Jackson, haciendo de lacayo servil de este último; además de las apariciones estelares de Don Johnson y Franco Nero y del propio Quentin Tarantino,cuyo personaje resulta fundamental para el desenlace apoteósico de la película.
¿A qué esperan para ir a verla al cine? No se arrepentirán, se lo aseguro.
Django desencadenado (2010) se estrenó es España el pasado 18 de enero de 2013