La semilla negra de la maldición maya
Por Natalia Cárdenas (@NataliaCRod)
Semilla Negra. George M. Christopher. Colección Anécdota, Editorial Sepha, 2012. 525 páginas. 18 €.
Faltan 31 días para el fin del mundo, un mes exacto para decidir si continuamos con nuestras vidas como hasta ahora o nos dejamos llevar por el pánico de la profecía maya y vivimos el último mes del año como si fuera el último de nuestras vidas. ¿Hay mañana tras el 21 de diciembre de 2012? Según los últimos datos, uno de cada diez humanos está convencido de que una hecatombe arrasará nuestro planeta, teniendo en cuenta que en el mundo somos 7.000 millones de habitantes, unos 700 millones creen que todo se acabará. Pero pensar que sufriremos una extinción ‘dinosáurica’ ese día concreto es una barbaridad, lo que dicen los científicos es que se cierra un ciclo y comienza otro. Los últimas hallazgos mayas descubiertos en Guatemala confirman que el calendario de los mayas continúa tras el solsticio de invierno y que en realidad, la temida profecía significa algo así como pasar del 31 de diciembre al 1 de enero solo que cerrando una estación de más de 5 mil años, quizás la más larga del calendario maya. Que el mundo está cambiando no es un secreto y que el planeta se convulsiona tampoco, pero aún faltan miles de años para nuestra extinción absoluta, aunque nosotros mismos nos empeñemos en acabar unos con otros.
Reveladas las dudas sobre el fin del mundo, lo que sí es un misterio es qué paso con la civilización maya y por qué desapareció en la cúspide de su esplendor. Mientras la Nasa acusa a los propios mayas de arrasar sus bosques y provocar la sequía que les condenaría a la miseria, al hambre y la enfermedad mermando la población, otros lo achacan a una maldición. En una inmediatez actual como la que estamos viviendo sobre la profecía de una civilización tan antigua que nos sigue afectando hoy día llega la segunda novela de George M. Christopher. En una narración visual y ágil digna de las aventuras del propio Indiana Jones, los protagonistas de Semilla Negra se verán envueltos contra su voluntad en una trepidante sucesión de acciones que les llevará a luchar contra el gobierno de los Estados Unidos y las agencias de inteligencia para desbaratar sus planes armamentísticos. El futuro de la humanidad depende de que el brillante arqueólogo Scott Erving y la jefa de la brigada especial contra el tráfico ilegal de obras de arte, Karen Sean ganen la carrera al gobierno.
El descubrimiento de un códice en unas misteriosas ruinas cerca de Chiapas (México) desencadena una serie de hechos que pondrán a la eficaz Karen sobre las mismas pistas que la CIA. Poco a poco logra estrechar el cerco entrono a Markus Sanders, sospechoso de traficar con obras de arte. Gracias a sus contactos con las altas esferas, el maquiavélico profesor Sanders le lleva ventaja colaborando con el gobierno para descifrar el códice envuelto en una misteriosa leyenda que de ser cierta confirmaría la teoría de que fue un meteorito radiactivo lo que aniquiló a gran parte de la población maya.
Emparejando a la perfección conocimientos profundos sobre el campo de la civilización maya, la arqueología y la ciencia con un espíritu aventurero e incansable descubrimos una historia cargada de ritmo, explosiones de pólvora, asesinatos, persecuciones y todo por un tesoro que podría cambiar el mundo según en las manos en las que caiga. Debido a la formación universitaria del autor en Estados Unidos que se graduó Cum Laude en Ciencias y su anterior carrera como deportista de élite en el tenis George, español de nacimiento, logra hacernos cruzar el charco y volar desde las oficinas gubernamentales a las ruinas del cenote sagrado que alberga el gran secreto de la cultura maya, convirtiendo esta novela en una verdadera delicia para los amantes de la acción histórica. Quizás comparable a El Código Da Vinci de Dan Brown, en estilo y forma pero no en contenido, mucho más trepidante y explosivo que no se olvida de añadir el siempre efectivo ingrediente del amor para completar una historia que te deja el mismo sabor de boca que una buena película de acción.