Luis Melgarejo

 

LA POESÍA DE LUIS MELGAREJO

 

Por Jorge Díaz Martínez

 

Luis Melgarejo es uno de los autores más interesantes y a la vez más ignorados del panorama poético actual. No es de extrañar, pues de alguna manera la propia poesía  de Melgarejo se ha ganado a pulso su marginalidad merced a unas opciones de escritura individualistas y voluntariamente opuestas a las consideraciones estéticas convencionales en los circuitos establecidos de poesía.  A un primer libro avalado por el prestigio del Premio Hiperión, Libro del cepo, le sigue un segundo que obtuvo el Javier Egea de Poesía en su segunda convocatoria, cuando todavía no lo editaba Pre-Textos, hecho del que podemos maravillarnos, teniendo en cuenta la infrecuencia con que libros tan arriesgados y personales como Los poemas del bloqueo consiguen ser respaldados por un jurado institucional. A partir de ahí, silencio. Encuentro como la nota más peculiar de su escritura la disonancia entre unos moldes clasicistas –con frecuencia, rígidamente métricos- de escritura y un discurso ideológicamente inconformista. El ensamblado de ambas características produce en su primer libro una ironía constante que alcanza en ocasiones al sarcasmo. En su segundo, un extraño idiolecto rural-culto cargado de ese malestar contenido que en los pueblos perdidos de la España profunda con tanta facilidad florece. Escritura-arte sin concesiones al remilgo. Escritura dura y pura.

 

 

Luis Melgarejo (La Zubia, Granada, 1977) ha publicado hasta la fecha dos libros de poemas: Libro del cepo (Hiperión, Madrid, 2000), con el que obtuvo el XV Premio de Poesía Hiperión, y Los poemas del bloqueo (Cuadernos del Vigía, Granada, 2008; 2ª edición corregida y ampliada), que fue Premio Javier Egea de Poesía en 2005. A lo largo de estos últimos años, poemas suyos se ido recogiendo en numerosas antologías y revistas literarias a ambos lados del Atlántico. Imparte talleres de creación literaria y animación lectora en bibliotecas, centros educativos y centros de enseñanza de adultos de toda Andalucía.  Junto con su familia y la gente de la Asociación Cultural La Zagüía, regenta La Casa con Libros, alojamiento rural situado en el pueblo de la Zubia, un espacio que aparte de como alojamiento funciona además como biblioteca y centro social que semanalmente acoge actividades culturales de toda índole. En colaboración con el colectivo La Palabra Itinerante, investiga en el ámbito de la poesía escénica y de la pedagogía literaria y, junto con el guitarrista bonaerense Esteban Jusid y el artista plástico granadino Iván Izquierdo, saca adelante desde hace ya unos años Subdesarsur, espectáculo interdisciplinar que aúna poesía, música y pintura. Actualmente y mientras espera a que España deje de ser la de los Reyes Católicos, ha fijado su residencia en Łódź (Polonia).

 

  

                        /viaje de negocios

 

                                    .tengo que preparar unas palabras

                        unos veinte minutos

de palabras

sobre viajes

.unas palabras

para ser seguro escuchado

atenta y respetuosamente

por unas

pongamos

cuarenta

personas

que apenas

o sólo

conozco

de nunca

y no obstante acudirán

porque así es preciso siempre en todas partes

y así ocurre

.soy un profesional de la palabra

con un cierto prestigio

y unos más que aceptables honorarios

-a nadie ha de extrañar sea contratado

ya casi viva de esto

y acuda algún ocioso

desocupado oyente a ver qué digo

 

.pero

 

tengo que preparar unas palabras

unos veinte minutos

de palabras

sobre viajes

 

 

                       

                        /exequias

 

 

                                    .con el odio secreto de las madres

                        .

                        .

                                    -de los mandados vuelve son las ocho

Los árboles aquellos hoy tan altos

De los inviernos jóvenes del parque

Con su anorak celeste hasta los pómulos

 

                        -ella niña

 

                                    De los mandados vuelve de las norias

                                    A la casa del padre poderoso

                                    Para meterle el miedo en la mortaja

                                    -fuera el silencio cerca las aceras

                        .

                        .

                        .anudado por dentro de las hijas

                       

 

(de Libro del cepo)

 

 

 

                        Marsella

 

                              No sé ya recordar el nombre exacto

                        que tuvo esta ciudad sobre la lengua

de aquella que paró conmigo entonces

la prisa de las calles. Era menos

mortal la vida entonces, suficiente

llegar a fin de mes sin las historias

felices del amor y más violenta

la furia de las pieles contra el lucro

sagrado de la usura y de las diestras

políticas sociales de esta V

República Francesa. Sin papeles,

a golpes ya devueltos la sacaron

legales de la casa. Solamente

me acuerdo de sus pechos africanos.

Tengo tu olor a pies rondando por la casa

 

 

Son las 7 perfectas para el odio.

Son las 7 perfectas para el frío.

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Son siete veces siete dicen siempre.

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_________________________________x

Ya se oyen los gargajos y los coches,

las vísceras tan nuestras. Amanece.

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Hoy vuelvo a madrugar sin proponérmelo,

copón. Haré café. Iré a cagar.

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Haré café, defecaré. O así:

La lana macilenta de los desmadejados

después de las cocinas olorosas.

_________________________________x

_________________________________x

Que no haga música,

me dicen. Que la busque.

Pero que no me quede machacón.

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Ni prosaico tampoco.

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A ver: La blanca lápida del alba,

el frío alicatado. No hay manera.

_________________________________x

_________________________________x

Pasillos y ventanas. Ya sé del inquilino

que vuelve a estar a solas con su nadie.

 

 

(de Los poemas del bloqueo)

 

 

 

CAVE CANEM

 

                                   

Dentro de un perro, sí,

                                   

dentro de un perro caben

mordiscos, obediencia, ladridos, desamparo,

carlancas, madres, lobos, costillares,

cadenas herrumbrosas, candados antiquísimos,

la luz esa que alumbra la infancia en la memoria y

tiritañas raídas por la friega del hambre,

la certeza del pienso y

                                                             cabe el odio y la paz,

las raigambres profundas de la dicha más lenta,

los orines calientes del mozuelo humillado,

la divisa del miedo, los linderos del mundo,

el desguace infinito del motor de la furia,

las pupilas vidriosas que asolan las cunetas

de los caminos rectos y el insomnio,

las lonjas, las aduanas, los montes de piedad,

las cuevas cuando el fuego era un milagro,

alijos, malas pulgas, el pudor,

los zurdos y los diestros, escrutinios,

nitrógeno, potasio, cariño y mucho fósforo y

la osamenta pelada de un gallo de pelea

y un sigilo entre jaras y una asfixia de siglos

y estos nudos que aprietan como aprietan mis puños

el doble corazón de las urgencias

que late en la espesura y

                                                                  también caben los soles,

el cáncer, odaliscas, las sobras, lo caduco,

tus manos, nuestras vidas, mis clavículas,

los cerros, los furtivos, la sed, la burocracia,

el tuétano de un fémur de los de relicario,

miserias, emboscadas, braseros, azadones,

la soledad feliz, el yugo, confidentes,

los jornales manchados de sangre compañera,

la escarcha en el verdín de los estanques,

los golpes, las palabras, el silencio,

los tristes uniformes de un ejército firme,

punzones, maceteros, artilugios modernos

que parece que sirven para viejos quehaceres,

la lógica del jueves, lo amargo de estas vísceras,

condenas, dentelladas, apuros, callejones

y hermosas tachaduras mucho más verdaderas

que lo escrito al dictado del anhelo imperial

y el solsticio de invierno y las cerezas maduras

y el azar y la industria y

                                                               caben canes, canicie,

canículas de asfalto y podredumbre,

pistones, cartapacios, escorzos, nervios, censos,

las cosas sin sus nombres, la lengua que se da,

el mar, las motosierras, el vértigo, los rabos,

la piel de los membrillos, los líquenes graníticos,

la tierra apisonada, pereza y mansedumbre,

quinquenios, maquis, dudas, las perreras,

desórdenes, cuarteles, coltán, la numismática,

trescientas biblias coptas, el precio de la carne,

cabriolas, garrapatas, la raza y el moquillo y

la voluntad del amo y

                                                            también cazuelas, llagas,

laúdes, pedigríes, chilabas, desconcierto,

hollín, balates, yunques, gatos, sogas,

pinceles, hemiciclos, olvido, longanizas,

susurros, diagonales, microprocesadores,

el fiel de la balanza trucada de los justos,

la mística, la leña, sudor, fideicomisos,

las sonrisas sinceras, las mentiras piadosas,

el jazz, la levadura, lo falaz,

las florecillas blancas de las papas,

la pólvora, los trenes, pequeñas alegrías,

neblina, vecindades y más de cinco mil

cadáveres anónimos según la luz que arrojan

los datos más recientes relativos

a las fosas comunes de desaparecidos

de esta provincia nuestra.                   

                                                                       Dentro de un perro, sí.

 

Dentro de un perro cabe la historia verdadera.

 

(inédito)

3 thoughts on “Luis Melgarejo

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