Los Miserables (2012) de Tom Hooper
Por Alberto Quintanilla
La novela de Víctor Hugo Los Miserables (1861) es sin duda una de las obras más famosas de la Historia de la Literatura Universal y no pocos han intentado adaptarla como musical. En teatro, partiendo de la versión de Broadway, su éxito fue abrumador y sus críticas casi siempre positivas en todos los lugares del mundo donde fue representada (se calculan cifras de 60 millones de personas en más de 40 países).
Obviando la algo irregular adaptación del filme que interpretaron Liam Neeson, Uma Thurman y Geoffrey Rush en 1998, el oscarizado Tom Hooper (El discurso del Rey) toma el relevo en la dirección para intentar llevar a la gran pantalla una obra casi inabarcable. Porque aunque aparentemente Victor Hugo contaba la historia del preso Jean Val Jean y su perseguidor Javert, se ocultan muchos entresijos en las tramas de Fantine y su hija Cosette, los posaderos Thénardier y su hija Éponine, con la Revolución Francesa como trasfondo de un periodo social complicado. Victor Hugo perseguía contar cómo era la miseria humana que va implícita a los seres humanos. Hasta dónde es capaz de llegar lo más bajo de cualquier alma en un mundo de injusticias sociales y oprimidos. Y transmitir eso es muy difícil.
Para esta nueva versión de Los Miserables Hooper ha podido rodearse de un poderoso reparto, al que ha obligado a cantar en vivo (sin playbacks de por medio) en cada una de las secuencias con la voz de cada uno, sin trucos de por medio. Esto es meritorio, pero bastante desigual. Los cotizados actores Russell Crowe (Javert), Hugh Jackman (Jean Valjean), Anne Hathaway (Fantine), Amanda Seyfried (Cosette joven) Samantha Barks (Éponine) Sacha Baron Cohen (posadero Thénardier ), Helena Bonham Carter (como su mujer) y Eddie Redmayne (Marius) son los pesos pesados de una cinta coral artísticamente impecable pero demasiado densa y carente de alma.
Claramente, la cinta no está a la altura de lo que se pudo presenciar en la obra teatral ni de lejos. La película no oculta su excesiva grandilocuencia y deja a los personajes en la pantalla en un lugar muy frío. Solo momentos gloriosos como el número personal de Anne Hathaway cantando I dreamed a dream o el final de la revolución con el grupo coral dan algo de empaque a la película, que se hace excesivamente larga y lo que es peor, no transmite emociones. Es difícil desprenderse de esa sensación de artificialidad y de cartón piedra de sus escenas teatrales (mucho más flojas que las vividas en el propio teatro donde sí tenía sentido el encuadre cerrado de los personajes).
Aparte de Anne Hathaway, que es lo mejor de la película, brillan algo los personajes cómicos de Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter, que copian el estilo burtoniano pero agradan y entretienen. El resto cumple pero se esperaba más de Jackman y sobre todo de Crowe.
El tema técnico y artístico es otro cantar. Los Miserables seduce con su excelente vestuario, su puesta en escena y su decoración artística (el condado de Hampshire se ha usado para recrear la Francia del siglo XIX con la famosa estatua del elefante gigante que soñó construir Napoleón en La Bastilla). Así pues, tenemos una excelente ambientación para un filme al que le falta sentimiento en más de tres cuartas partes de su metraje.
Será uno de los estrenos navideños sin ninguna duda y perdurará, probablemente, como uno de los musicales de más complejidad que se han logrado adaptar a la gran pantalla. Llegaba con la vitola de «película de las Navidades» y a buen seguro lo será. Pero no ha estado a la altura de lo que parecía prometer.
Los miserables (2012) se estrena en España el 25 de diciembre de 2012
Ayer ví «Los miserables» – el musical – o más bien la opera en la sala. No recuerdo cuando fue la última vez que me emocioné en una sala de cine o teatro. Esta película sin duda lo ha logrado. Me apabulla la escenificación, su ambientación, me impresionan las actuaciones en el primer plano, gran mano es la de este realizador que logra como ninguno transmitir el desgarro de unos personajes que si no fiel al libro, sí al musical, nos inundan de emotividad y desazón. Amargura en esta era que vivímos donde somos dirigidos por terceros, sin escrúpulos, aleccionados en nuestra grandeza y humillados como personas, este es el soñado siglo XXI. Los miserables El Musical, es una gran película, lástima que la incultura de esta sociedad no perciba la grandeza de este film. En mi sala fueron varias las personas que abandonaron la proyección a los 10 minutos, claro esperaban que Jean Valjean sacara sus garras, pero sus ojos no percibieron que sus armas se encuentran en la piel y en el alma de sus protagonistas. EXCELENTE.
No es que sea mala es lo siguiente es peor, insufrible. A los 15 minutos la gente de la sala deseando salir, es una tortura .Si el Excelentísimo Víctor Hugo ve esto pide directamente que lo guillotinen. Pobre hombre se tiene que estar revolviendo en su tumba. Buenos actores, una obra increíble y de tanto peso desmembrada de este mono,tendría que estar penado por ley. Los que tenéis versiones pasadas y la obra n la cabeza, olvidaría de todo o lo vais a pasar muy mal.
Simplemente….MARAVILLOSA. Me ha hecho vivir cada uno de los sentimientos y miserias de sus protagonistas. Podría ser algo más cortita, pero da igual, es un deleite para los sentidos.
He leído el artículo y me he quedado perplejo…¿que no trasmite emociones? ¿que es fría? Pues vaya, no se si el articulista y yo hemos visto la misma pelicula (ah, y el resto de la gente del cine, cuyo ir y venir de pañuelos y lagrimillas era constante). En fin, aunque no sea articulista ni crítico de cine, debo decir que LOS MISERABLES me ha parecido una pelicula inmensa, increiblemente bien ambientada y con unos actores magníficos. Ah, y reconozco que en tres ocasiones se me escapó alguna lágrima (y no soy muy asiduo a este tipo de films).
Estoy de acuerdo con quien escribió el artículo, cualquiera que haya visto los miserables protagonizada por Liam Neeson entendería porque. a la película del 2012 le hace falta mucho sentimiento.
como podemos discrepar tanto, viendo lo mismo, sencillamente espectacular, el trabajo de los actores absolutamente entregados a la interpretacion musical me parece una pasada asi como la puesta en escena, grandiosa muy apunto como mensaje en el momento que vivimos.