El líder de Love of Lesbian, Santi Balmes, se ríe del fracaso en su debut como novelista
- El cantante pop publica su primera novela: ‘¿Por qué me comprasteis un ‘walkie talkie’ si era hijo único?’.
- Narra la historia del dueño de una discográfica independiente de Barcelona.
- El libro llega tras su cuento infantil ‘Yo mataré monstruos por ti’ (2011).
Al menos una «situación delirante cada dos páginas» es lo que promete el cantante de Love of Lesbian, Santi Balmes, en su primera novela, un relato «socarrón» y «esperpéntico» sobre el fracaso, la marginalidad y la «cara B de la vida» y de la música.
¿Por qué me comprasteis un walkie talkie si era hijo único? (Principal de los Libros) narra la historia del dueño de una discográfica independiente de la Barcelona underground, empeñado en escribir la biografía de su padre, Cuchi Cuchi, un artista que «casi» triunfó en los sesenta y que todo el mundo ha olvidado.
Su tono humorístico y socarrón puede recordar al de otros autores como Eduardo MendozaEsta propuesta llega después de Yo mataré monstruos por ti, un cuento impulsado por su hijas que se ventiló en 40 minutos cuando ya estaba enfrascado en la redacción de este libro.
«Fue como empezar con un single», dice el músico, que es líder de una de las bandas de pop independiente más famosas de España y que reconoce que le daba «reparo» debutar como novelista con una historia más seria que resultara «pedante».
Pese al salto cualitativo entre ambos escritos, no son tantas las diferencias. «Uno es un cuento infantil que tiene un mensaje para adultos y esta obra es para adultos pero con un formato más teenager o punk», resume Balmes, que escribe para gente que no quiere «literatura encorsetada ni dejar su parte gamberra«, algo que se hace patente desde las primeras páginas.
El tono humorístico y socarrón puede recordar al de otros autores catalanes como Eduardo Mendoza. «La vida de un catalán está envuelta de una seriedad aparente que hace que, cuando explotamos, lo hacemos de una manera muy exagerada. No sé si se bebe de Dalí o es que ya Dalí bebía de una fuente catalana», razona Balmes.
«La cara B de la vida»
En ¿Por qué me comprasteis un walkie talkie si era hijo único? confluyen el lenguaje literario con el visual por la viveza de las situaciones planteadas. Por ello, Balmes consideró irrenunciable acompañar esta obra de una serie de ilustraciones del joven artista Ricardo Cavolo (Cocina indie).
La aparente normalidad post-burguesa, que todos desprendemos, es en realidad un miedo a no ser aceptadoSus dibujos, con fuertes colores contrastados y lo que Balmes denomina «horror vacui cutáneo», combinan perfectamente con las situaciones más extrañas de la obra, un «puñetazo en el ojo» que llegará al lector por partida doble, opina el ilustrador.
«Normalmente prestamos atención a la parte oficial de la vida, pero la cara B, la de lo outsider, aunque sabemos de su existencia, muchos no la quieren vivir. En el libro lo que hacemos ver es que en esa parte también hay cosas interesantes», subraya Cavolo.
Es como la historia de arranque, en la que el Moreno Ramero, un prostituto «de color (negro)», se aferra a la vida mientras es violado por un multimillonario en pleno descenso en paracaídas, o la de los payasos fuera de función que le preguntan a un niño dónde encontrarán prostitutas, episodio que vivió Balmes en su infancia.
Taras y dobleces
En cuanto a taras y dobleces, el protagonista de la novela constituye el epítome del outsider, que exterioriza con todo tipo de rarezas sus circunstancias, bien sea encogiendo o volviéndose negro. «Es un personaje al que la gente va a adoptar», vaticina su creador.
Constituye una «venganza», dice, «de la aparente normalidad post-burguesa que desprendemos todos y que en realidad es un miedo a no ser aceptado», opina Balmes, incluyendo en ese registro a los músicos españoles.
Entre disco y disco —el último es La noche eterna. Los días no vividos—, él iba gestando «situaciones delirantes dentro del contexto del fracaso», suficientes como para que a este volumen le sigan otros, anuncia, «una gran saga».
Fuente: 20 Minutos