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‘Macbeth’ de Verdi llega al Real

Por Eloy V. Palazón

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Teatro Real.

El Teatro Real, después de haber sacrificado una de las estrellas de su temporada, La Flauta Mágica, y haberla sustituido por la nada desdeñable 9ª Sinfonía de Beethoven por la Filarmónica de Berlín, representa el Macbeth de Verdi hasta el 23 de diciembre.

A la batuta está el director griego residente en Rusia Teodor Currentzis, y  el director de escena es Dmitri Tcherniakov, ya conocido por nosotros por ser el que trajo al Real el Eugene Oneguin la temporada pasada.

El reparto es Dimitris Tiliakos (barítono) como Macbeth; en el papel de Banco, Dmitry Ulyanov (bajo), y la Lady Macbeth de Violeta Urmana (soprano).

Con Macbeth, Verdi toma por primera vez una obra de Shakespeare para escenificar y musicar. Contaba con 35 años, pero su pasión por el bardo inglés venía de antes. El encuentro con Shakespeare se reanudaría solo con las obras maestras de la extrema madurez, Otello y Falstaff, aunque en más de una ocasión Verdi se planteó la posibilidad de poner música a títulos shakespearianos.

Como dice Stefano Russomanno “Macbeth desempeña en la obra verdiana un papel similar al de Idomeneo en el melodrama de Mozart: como una toma de conciencia de potencialidades que hasta aquel momento habían quedado latentes, así como en la definición de valores y de claves que serán a partir de ahora fundamentales en la dramaturgia del músico italiano. Los nuevos planteamientos de Verdi iban, desde luego, más allá de la mera elaboración del libreto y afectaban ahora a todos los aspectos de la puesta en escena. Tanto es así que Massimo Mila ha llegado a afirmar, con cierta razón, que en Macbeth Verdi llega por primera vez a concebir el melodrama como obra de arte total, en la que el control del compositor se extiende a todos los componentes del espectáculo.”

El papel del coro es comparable con el de sus dos protagonistas, tanto que Dmitri Tcherniakov ha hecho desaparecer a las celebres brujas y ha disuelto su identidad en la población, en el coro.

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