¡No quiero ser un pulpo!
No quiero ser un pulpo. Francesca Chessa. OQO editora. Con magníficas ilustraciones.
-¡Hola!
Me llamo Octavio.
Me gustaría trabajar en el circo del fondo del mar,
pero mis tentáculos son un estorbo:
¡no sé qué hacer con ellos!
¡Estoy
harto de
ser un
pulpo!
-Si fuera un delfín, podría saltar y hacer piruetas…
-Eres un pulpo, Octavio.
Si intentas saltar, nos mancharás de tinta
-le dijeron los delfines-.
Pero con esas patas
puedes andar y esconderte entre las rocas.
-¡Eh, ballena! ¡Yo también puedo hacer eso!
-¡Bah, el tuyo es un chorrito de nada!
¡Mira y aprende! -dijo la ballena.
-¡Vaya catarata! -se sorprendió Octavio.
-¡Qué bonitos! Azul, naranja, verde…
¡Nunca había visto nada igual!
Yo puedo cambiar de color para hacer reír.
¿Me dejáis ir con vosotros?
-No necesitamos más payasos.
¡Ya somos muchos! -dijeron los peces-.
Si quieres ser artista de circo,
tendrás que pensar en otra cosa.
-¡No hagas caso!
-trató de animarlo el pez espada,
al verlo tan triste-.
Tú eres el único que puede dar abrazos.
¿Por qué te quejas?
-Es que… a mí lo que me gustaría
es tener una nariz como la tuya.
De repente, una sombra
se acercó a gran velocidad.
Los habitantes del mar
nadaron espantados
en todas direcciones.
¡Un tiburón!
Octavio estaba muerto de miedo,
pero, de pronto, tuvo una idea.
Miró fijamente al tiburón y…
(…)
CHOF! En un instante,
Una mancha negra de tinta
Oscureció el agua por completo.
¡COF! ¡COF!
El tiburón tosía sin parar; pero… ¿dónde estaba?
¡Había desaparecido por arte de magia!
¡Magia! ¡Eso es!, pensó Octavio.
Por fin sabía lo que podía hacer en el circo del fondo del mar.
¡Cómo me gusta ser un pulpo!
Dijo, muy contento.
¡viva el mago Pulpini!
FIN.
Hermoso cuento para nuestros niños.