Entrevista a Kjartan Fløgstad por «Gran Manila»
Por Benito Garrido.
Gran Manila (Editorial Lengua de Trapo, 2012) es la última novela traducida al español del escritor noruego Kjartan Fløgstad (Sauda, 1944). Se dio a conocer en la década de los sesenta como poeta lírico; desde entonces, su obra literaria, que ronda los cuarenta títulos, ha tocado géneros y técnicas muy diversas, aunque si alguno prefiere por encima de todos es la novela. Fløgstad es uno de los más importantes escritores de su país, y el más destacado representante de la Generación del 70.
Durante dos generaciones, la vida en una pequeña localidad noruega gira en torno a la fábrica que la multinacional norteamericana Union Carbide ha instalado en la localidad. Así, su pequeña historia correrá pareja a la del resto de los trabajadores de la corporación por todo el mundo: Estados Unidos, la India… transformándose en las páginas de esta absorbente novela coral en la historia social del siglo XX. El autor vuelve a mostrar con esta novela su potente escritura, su afilada crítica social y su magnífico retrato de las transformaciones del mundo y la subjetividad contemporáneos.
«Las críticas sobre las condiciones reinantes en la obra se dirigieron sobre todo contra Union Carbide Corporation, que estaba detrás de la explotación, pero que a la vez se había asegurado jurídicamente contra toda clase de reclamaciones de indemnización por parte de los familiares de los muertos y de los obreros con la salud destrozada.»
Entrevista:
P.- ¿Cómo surgió la idea de escribir Gran Manila?
Hace diez años estuve en la India, y me di cuenta de que los responsables de la catástrofe industrial más grande de la historia era la empresa norteamericana Unión Carbide. Esa multinacional también tenía una fábrica grande en la localidad de Sauda, en Noruega, donde nací yo. En Gran Manila quería escribir sobre las dos caras del capitalismo globalizado. También me preguntaba: Hoy día, en el siglo veintiuno: ¿que queda del movimiento obrero del siglo pasado, de sus costumbres, sus luchas, su sentido del humor, de todos sus valores?
P.- Gran Manila es una novela coral de corte realista y social. Pero estamos ante un realismo muy visual, tajante, intenso, complejo… ¿cómo definiría usted mismo su estilo narrativo?
Voy evolucionando este estilo a lo largo de una larga serie de novelas (desde El cuchillo en la garganta, o Paraíso en la tierra, ambas editadas en castellano). Esta manera de novelar debe mucho sobre todo a la riqueza del habla popular, y de géneros como la novela negra, la narrativa latinoamericana del siglo pasado, la música rock, o la jerga política de los movimientos obreros.
P.- A veces su escritura se asemeja al género documental. Las descripciones son detalladas y minuciosas. ¿No teme que el lector pierda el hilo de la trama principal?
Por suerte son muchos los lectores que dicen que no, que no pierden el hilo.
P.- La vida de la clase obrera así como su evolución son duras en todas las sociedades y países. ¿Las clases más bajas son las que siempre terminan sufriendo y perdiendo más?
En el capitalismo es así. Sin embargo, si se organiza bien, la clase obrera puede tener gran poder. Durante una época los obreros escandinavos eran capaces de mantener un equilibrio social con los dueños. La situación económica de la Europa actual sugiere que aún el capitalismo necesita un movimiento obrero fuerte para funcionar.
P.- Maquinaria y nuevas tecnologías. ¿Qué papel han jugado en la evolución social? ¿Cómo cree que han afectado al trabajo y a la vida de las personas?
En las ciudades europeas de hoy no se ve trabajo industrial. Pero nuestra existencia virtual en la red depende de una tecnología producida por un ejército de trabajadores lejos de aquí, mal pagados y sin derechos sociales.
P.- ¿Por qué una multinacional americana como Union Carbide termina por convertirse en el gran protagonista de su novela?
Más bien antagonista, diría yo. Las condiciones de vida en Bhopal en la India y Sauda en la costa oeste de Noruega son totalmente distintas. Sin embargo, la vida y el destino de ambos sitios estaban siendo decididos por unos señores en el rascacielos de Union Carbide en Midtown Manhattan. Por eso la empresa tiene un papel tan importante en Gran Manila.
P.- ¿De donde viene su interés por la literatura latinoamericana?
A finales de los años sesenta desembarqué de un barco mercante en el puerto de Montevideo. Poco a poco entendí que la literatura más avanzada de aquel entonces se escribía en Latinoamérica, y en castellano. Fui a América Latina como poeta, y regresé como prosista.
P.- También escribe novela policíaca (como K. Villun) ¿en qué género se encuentra más cómodo a la hora de escribir?
Sí, en los años setenta publiqué dos novelas policíacas. Pero mis ambiciones literarias no cabían dentro del género. La novela ‘total’ tiene posibilidades que están más allá de las intrigas criminales.
P.- Obrero, marino, poeta, traductor, novelista… Desde un trabajo más popular hasta ser premiado y reconocido como autor… ¿Fue una evolución difícil?
Por el poder político que ha tenido el movimiento obrero de Escandinavia, vengo de una sociedad muy igualitaria. En mi país este trayecto no es tan exótico. Muchos de mis colegas de la misma generación vienen de la clase obrera.
P.- ¿Nuevos proyectos?
Acabo de publicar otra novela. Se llama Nordaustpassasjen, es decir, El pasaje del Noreste en español.
Gran Manila. Kjartan Fløgstad. Traducción: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo. Editorial Lengua de Trapo, 2012. 454 páginas. 21,84 €