Indignación en China con el Nobel de Literatura
Escritores critican que Mo Yan defienda la censura en su país
Ai Weiwei está indignado. “Vergonzoso” e “impensable” son los adjetivos que utiliza el artista para definir cómo el Nobel de Literatura 2013 defiende “este malvado sistema” y la censura en China. “Es una vergüenza”, dijo a dpa en Pekín. En su opinión, Mo Yan es un “guardián del sistema dictatorial, y a la vez, se aprovecha de ello”.
Al igual que otros intelectuales, a Ai Weiwei le indigna que su compatriota no dé importancia a los recortes de la libertad de expresión en China y, con ello, la represión de quienes piensan de manera diferente al régimen.
La censura es “necesaria”, al igual que los molestos controles de seguridad en los aeropuertos, dijo Mo Yan en Estocolmo durante la tradicional conferencia de prensa de los premiados. “Es necesario censurar las calumnias, difamaciones, rumores e insultos”.
Con sus palabras, Mo Yan se situó para muchos intelectuales chinos cien por cien en línea con el departamento de propaganda del Partido Comunista. Ellos se encargan en China de decidir qué es un rumor indeseado y qué es la verdad, o quién puede sentirse ofendido.
Mientras que los medios estatales calificaron el Nobel a Mo Yan como un aliciente para la literatura china, quienes piensan de forma crítica seguirán presionados, teme Ai Weiwei. “Nuestros escritores viven hoy en la desesperación de no tener libertad”, dice el artista.
“A los que les va bien en el sistema, como a Mo Yan, les da igual. Se han adaptado a la censura”, señala. “Pero cualquier escritor o joven con ideas nuevas jamás tendrá la oportunidad de salir adelante”. Ese es, según Ai Weiwei, el motivo por el que a China “le falta creatividad, le resulta difícil aprobar reformas y su sociedad pierde los valores morales”.
Según el artista, China paga un elevado precio por su falta de libertad de opinión. Y en este sentido, criticó también a la Academia Sueca, encargada de entregar el Nobel: que un premio del “mundo libre” se entregue a alguien así no sólo supone una “victoria de la mediocridad”, sino que también “corrompe en lo político”. “Es un acontecimiento espantoso para la literatura”, sentenció.
Para el director del centro Pen de escritores independientes en Hong Kong, Patrick Poon, las declaraciones de Mo Yan son un reflejo de la “triste realidad de los escritores chinos: no pueden tener conciencia si quieren tener éxito”, señaló.
Sin embargo, para Mo Yan el Nobel supone un triunfo de la literatura sobre la política. Algo que Poon contradice: “En China, todo tiene que ver con la política. Si él (Mo) afirma que la literatura está por encima de la política: ¿por qué ocupa cargos oficiales?”, se pregunta en referencia al puesto de vicepresidente de la unión estatal de escritores.
“Podría ganar respeto como escritor íntegro si dejara su puesto y al menos instara al gobierno a dejar en libertad a otros escritores”, dijo Poon. Sin embargo, Mo Yan no se sumó al llamamiento de 134 premios Nobel para que las autoridades chinas liberaran del arresto domiciliario al Nobel de la Paz y presidente de honor del Pen Liu Xiaobo y su mujer, Liu Xia.
El gobierno de China calificó el llamamiento de los galardonados de “intromisión en asuntos internos”, mientras que Mo Yan seguía mostrándose fiel. Él “ama a su país y a su pueblo”, dijo un portavoz del gobierno de Pekín.
“Puede que Mo Yan haya ganado el Nobel de Literatura, pero sigue siendo un lacayo del sistema”, criticó el escritor en Yu Jie. “Ningún intelectual chino con conciencia lo respeta.”