Por Carmen Fernández Etreros.
El pasado martes 20 de noviembre no fue un día cualquiera en el colegio Educrea de Villalbilla (Madrid). Al menos no para los alumnos implicados en el proyecto CONSTRUYENDO A B1TERMAN. Santiago García-Clairac, autor de B1TERMAN, y Teresa Petit, editora de MONTENA, acudieron al centro para la puesta de largo de una iniciativa que pretende hacer de la obra una fuente de ideas y creatividad.
A la mesa que se instaló en el vestíbulo del centro se sentaron, además del escritor y su editora, Alejandro Fernández, director de Cosmocaixa, María José Rodelgo, directora del colegio
Educrea, y Beatriz López, jefa de estudios.
Frente a ellos, los 75 alumnos protagonistas de esta historia, dispuestos a presentar los trabajos que han iniciado. Y entre el público, invitados de distintos ámbitos, entre otros, Antonio Barahona, alcalde de Villalbilla; Francisco Bernáldez, concejal de Educación de Alcalá de Henares; Juan Manuel Lillo, entrenador de fútbol y comentarista deportivo; y Máximo Sandín, profesor de Bioantropología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Fue un encuentro diferente. No ya el de un autor, Santiago García-Clairac, con sus lectores, en este caso, los alumnos de Educrea, sino el del creador de unos personajes y un mundo, Binary World, con aquellos que van a llevar su trabajo mucho más allá de las páginas del libro. Porque eso es el proyecto CONSTRUYENDO A B1TERMAN: una reflexión creativa sobre el futuro del mundo.
Santiago García Clairac explicó contento: “El colegio ha decidido afrontar la literatura de una manera diferente a como se ha hecho hasta ahora. Yo creo que es un trabajo innovador, nunca se había hecho en este país, los chicos de un colegio leen un libro y a partir del libro no solo entrevistan al autor, sino que desarrollan aspectos del libro y lo convierten en material de trabajo habitual que además se valorará en sus notas”.
Un sueño hecho realidad. Desde el principio, él y la editora Teresa Petit pensaron que la mejor manera de dar vida a la obra y aprovechar su potencial pedagógico era trabajar codo con codo con chavales amantes de la lectura y deseosos de convertir la novela en una experiencia total. Para hacerlo, necesitaban contar con la complicidad de un colegio y sus profesores, complicidad que encontraron en Educrea. «Es un proyecto globalizador de los conocimientos, los alumnos están trabajando lengua, literatura, matemáticas, música y arte», dijo María José Rodelgo. «Y estamos desbordados por el nivel de participación de profesores, alumnos y padres.» Una participación que cruza el océano, puesto que implica a un centro educativo de Florida con el que Educrea colabora.
¿Cómo funciona?
Bajo la supervisión de sus profesores, los alumnos que de manera voluntaria aceptaron participar crearon grupos y definieron actividades que desarrollarán a lo largo del curso, y de las que van dando cuenta en un blog. Un blog que tendrá consecuencias: los contenidos que en él se cuelguen serán analizados y votados tanto por los usuarios de la página como por un jurado compuesto por el autor, la editora y un profesor.
De momento, la experiencia está resultando positiva. “Me quedo —dijo Teresa Petit— con hasta qué punto la literatura es también otra cosa: donde yo he visto un libro, vosotros habéis visto un cómic, maquetas, camisetas…”. También música, un videojuego o material promocional. Eric Biterman, protagonista de la novela ambientada en el año 2150, ha encontrado ya a sus mejores defensores.
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