Más allá de ‘Crepúsculo’
Por Lara de Miguel y Georgina Sala
Acabada la saga cinematográfica de ‘Crepúsculo’, no ha llegado ni mucho menos el final de la fiebre vampírica . En televisión, series como ‘True Blood’ o ‘The Vampire Diaries’, surgidas tras el éxito de la franquicia basada en los libros de Stephenie Meyer, siguen rompiendo esquemas combinándose con la fantasía y dándole nuevos matices. ¿Cuál es el secreto de esta temática que parece contar con el elixir de la inmortalidad?
Muchos son los que creen que con la última película de la saga ‘Crepúsculo’ la fiebre vampírica está llegando a su fin. Sin embargo, esta temática sigue viva en la actualidad mediante la emisión de series como ‘The Vampire Diaries’ y ‘True Blood’.
Lo cierto es que estos seres sobrenaturales ya habían desatado todo su poder de seducción en la pantalla en los años noventa, enfocados desde un punto de vista menos romántico y más social. Anne Rice empezó a redactar sus ‘Crónicas Vampíricas’ en los años setenta y tras el lanzamiento de la saga ‘Crepúsculo’, en 2008, su obra se trasladó, al igual que la de Charlaine Harris, a la televisión. Gracias a la exitosa saga de Stephanie Meyer el concepto ha resurgido en formato serie entre las que destacan las sagas literarias ‘Crónicas vampíricas’ (‘The Vampire Diaries’) y ‘The Southern Vampire Mysteries’ (‘True Blood’).
A diferencia de la saga Meyer, ambas historias combinan la temática vampírica con la introducción de otros personajes propios del género fantástico (hadas, brujas, etc.). En general, la convivencia entre mortales y vampiros en sociedad es una constante en todas ellas, sea gracias a mecanismos creados para facilitar su convivencia o bajo su ignorancia. La existencia del mundo de los inmortales es el argumento común de las tres producciones así como, el antagonismo entre la especie vampírica y la licantrópica vehiculada por la historia de amor de una joven adolescente con uno de los miembros de estos grupos.
Otro elemento común es el parámetro de la joven adolescente, siendo ‘True Blood’ la excepción donde la protagonista es una joven con poderes telepáticos que articulan el argumento. La serie creada a partir de la saga de C. Harris combina el género negro, erótico y vampírico e introduce el elemento clave y diferenciador que da nombre a la propia serie: la creación de la ‘True Blood’ como método de mantener la paz entre vampiros y humanos. El público es mayormente adulto, dado que esta ficción fantástica es un complemento a contenidos altamente violentos y eróticos.
De ahí que el factor adolescente nacido de ‘Crepúsculo’ sea posiblemente el único elemento que pueda desaparecer. Sin embargo, cabe tener en cuenta que en el período en que se han ido presentando las diferentes entregas, los adolescentes que se engancharon a ella hace unos años son ahora jóvenes adultos que, si realmente se ven atraídos por el género, son potenciales fans de las series llevadas a nuestras pantallas como consecuencia del éxito de la obra de Meyer. Queda por ver si la historia de amor entre una mortal y un vampiro triunfará por encima del análisis de la convivencia entre seres con distintos atributos: mortales e inmortales provenientes no solo de mundos vampíricos sino también fantásticos.