Presentación de «La marca del meridiano» y «La vida imaginaria», los Planeta 2012
Por Benito Garrido.
Fotografías de Pablo Álvarez.
Hace unos días tuvo lugar la presentación oficial al gran público de los flamantes Premio Planeta 2012: Lorenzo Silva y Mara Torres con sus respectivas obras La marca del meridiano, ganadora, y La vida imaginaria, finalista. Las novelas fueron presentadas por la escritora Clara Sánchez y el actor Eduardo Noriega, que conversaron con los autores galardonados. El acto se celebró en el Hotel Ritz de Madrid y contó con la presencia del vicepresidente del Grupo Planeta, José Creuheras, así como un gran número de escritores de las distintas editoriales del grupo, y una nutrida representación de miembros de la Real Academia Española, de la cultura y de la política.
Abrió fuego en la presentación Clara Sánchez, que habló de Lorenzo Silva y su recién publicada La marca del meridiano, un nuevo capítulo de los ya míticos y reconocidos brigada de la Guardia Civil, Rubén Bevilacqua y la sargento Virginia Chamorro. “Son personajes que parece podemos encontrar a diario en cualquier calle, trascienden la vida de las novelas, no tienen nada que los saque de lo natural; no son mágicos, aunque precisamente ahí está su magia; demuestran una gran pasión por su trabajo, algo que les hace verdaderos, creíbles”. A lo que Silva replicó: “los dos son unos trabajadores en un país con demasiados especuladores, donde hay demasiada gente acostumbrada a tomar atajos para forrarse”.
Silva reconoce que ha sido lector de novela policíaca durante mucho tiempo y que ha disfrutado mucho con los personajes arquetipo de los detectives, pero que no se sentía cerca de ellos, por mucho que admirase a sus creadores. “Necesito estar cerca de mi personaje para sentirlo y al mismo tiempo que sus inquietudes sean las mías”. Esto le llevó a pensar en la Guardia Civil, como institución sobre la que escribir: “es el cuerpo de seguridad que más tiempo lleva haciendo investigación criminal en España y nadie había escrito sobre él”. Siguiendo con el personaje central, Silva comenta que “Bevilacqua es más filosófico, maduro, sereno, todavía irónico y escéptico, pero siempre al borde del cinismo pero sin llegar a él. El cinismo es una incoherencia, una simpleza, una actitud estúpida, y en ese sentido, el brigada nunca se convertirá en un cínico”.
Quince años llevan juntos Bevilacqua y Chamorro. Todo parece bien encaminado cuando reciben la noticia de que Robles, un subteniente del cuerpo en la reserva, ha sido asesinado. Aunque hacía tiempo que no se veían, había sido maestro y amigo de Bevilacqua en la época en que estuvo destinado en Barcelona. La terrible y cruel escenificación del crimen apunta a un asesinato por venganza marca del crimen organizado. Salvo por una cosa: los profesionales no matan policías, jueces ni políticos a no ser que puedan evitarlo. Todo apunta a que Robles podría estar metido en actividades delictivas. La investigación se complica cuando aparece implicado un sargento de la Guardia Civil investigado por asuntos internos por tráfico de drogas; la trama es mayor de lo que en principio daba a entender. El equipo se tiene que trasladar a la ciudad condal, una vuelta que despierta en Bevilacqua emociones encontradas.
Mara Torres viene acompañada de Eduardo Noriega para presentar su obra La vida imaginaria. Una amistad de quince años que respalda al actor a la hora de decir que la autora es una mujer curiosa e inquieta que seguro nos dará muchas más sorpresas literarias. “La protagonista de La vida imaginaria me recuerda mucho a Mara. Estamos ante una historia de desamor escrita en primera persona con un tono muy desenfadado: vemos su tristeza pero también la comicidad de sus reflexiones”. Torres reconoce que el libro tiene mucho de ella, pero también de otra gente cercana, que es fruto de un periodo plagado de momentos de soledad. “Hasta que no fueron superados esos momentos no me sentí capacitada para retomar el personaje y ponerme a contar su historia. Además, cuando escribo siento que puedo hacer lo que me da la gana”, comenta la escritora. “Recuerdo el proceso de escritura con verdadera fascinación, pues es algo que me hace sentir muy libre, me da mucha compañía y fuerza. Nunca estoy sola cuando me pongo a escribir”.
Fortunata Fortuna es una publicitaria que acaba de ser abandonada por su novio y se encuentra en pleno proceso de duelo. Marea a sus amigas con razonamientos que todas saben que no tienen futuro salvo ella. Nata está convencida que su ex novio, que lleva tres meses sin contestar sus llamadas ni mensajes, algún día volverá. Para escapar de una realidad a la que se siente ajena , se vuelca en su vida imaginaria: que tiene encuentros fortuitos con él, que vuelve a casa, que se aman de nuevo. Detrás de todo hay una verdad que acaba siendo la historia de siempre, pero que para Nata es una realidad completamente inesperada. Tras varios meses, está completamente integrada en la vida social y cotidiana. Lo que Nata no sabe es que un incidente inesperado se interpondrá en su camino para cambiar su destino y, en cierta manera, su visión del amor y del mundo.