BACH: UN VIAJERO DEL UNIVERSO
BACH: UN VIAJERO DEL UNIVERSO
Por Patricia Pérez Rodríguez.
La inauguración de la apertura de la biblioteca del Conservatorio Profesional de Música de Ceuta el 18 de octubre, no tuvo mejor estreno que hacerlo con una exposición monográfica sobre uno de los grandes de la historia de la música: Johann Sebastian Bach. Una exposición titulada Un viajero del Universo que se podrá visitar hasta el 18 de diciembre.
“Un título que hace referencia al envío de la cápsula que hace años se envió al espacio con materiales de la tierra -por si acaso allí hubiera vida-, en la que se llevó música de Bach”, así nos dijo el profesor Miguel Ángel Chamorro profesor de violín del mismo centro y alma mater de la exposición.
No exactamente en el espacio pero sí en la biblioteca del centro, un grupo de veinte personas fuimos los viajeros de este interesante viaje en el tiempo de la mano de las explicaciones de Chamorro. El aula estaba completamente ataviada para la ocasión: una gran cantidad de libros- tanto biográficos, como musicológicos-, fotografías, discos, partituras, hasta varias trompetas que imitaban a las de la época; un sin fin de materiales recopilados por el mismo profesor que podrán ser consultados por todo el que se pase a visitarla.
Una tarde de historia y de viajes: pues pasamos por las diferentes e interesantes épocas de la vida de este genial compositor. Un músico con profundas raíces musicales, ya que en su árbol genealógico cuenta con un número elevado de músicos profesionales y otros tantos que también se dedicaron a la música pero no de manera profesional. Desde su nacimiento en Eisenach, pasando por la muerte de su padre cuando Bach era todavía muy joven,-cosa que lo marcó profundamente-, sus constantes traslados de lugar de residencia,- aunque como bien nos explicó, no se trasladó muy lejos de las fronteras de Alemania, aunque no por ello vivió alejado de las tendencias, estilos musicales que por aquella época estaban en auge en el resto de Europa. Esto hizo de él un músico despierto, inquieto, hambriento de conocimiento y dispuesto siempre a aprender para plasmarlo después en sus obras.
El viaje musical iba intercalando las explicaciones con escuchas de breves fragmentos de algunas de sus obras seleccionadas cronológicamente según el momento de la vida de Bach del que estuviésemos hablando: pudimos escuchar varios fragmentos de sus cantatas, movimientos de suites, un movimiento del Concierto de Brandenburgo nº2, el Magníficat…Quizás sus más representativas y conocidas por todos que hicieron transportarnos por un instante en el barroco y también, por qué no, pensar en la historia del momento que le tocó vivir. No podemos hablar de música desligándola del contexto en la que ésta se produce: esta época de mecenazgo musical en la que el músico estaba al servicio del poder y no sólo hacía labores de músico en algunos casos, sino que también labores de servicio al ducado o marquesado del cual dependía y donde los músicos servían de objeto de alarde del marqués de turno y competían entre las cortes a ver quién tenía mejores músicos.
Un músico con fuertes creencias religiosas que no sólo estuvo al servicio de la corte sino que también fue nombrado Kantor de la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig, ya en la última etapa de su vida. Por lo que una gran parte de su extensa obra vocal e instrumental es de contenido sacro. Obras que tenía que componer con una rapidez vertiginosa pues tenía que componer piezas para las misas de cada domingo y otras para demás festividades del calendario religioso. Toda una fuente inagotable de creatividad.
Una gran debilidad y pasión por este compositor aparte de una gran capacidad de síntesis demostró el profesor, pues es difícil resumir en una hora aproximadamente aspectos de la vida y extensa obra del compositor germano. Eso sí, nos dejó con la curiosidad, no sé si de la misma que tenía Bach por aprender, pero sí de saber más sobre uno de los más grandes músicos de todos los tiempos.