Décima edición del Festival In-Edit: Diez días de música y buenas historias
Por Elisenda Hernández
Más de 60 documentales musicales ha traído bajo el brazo este año el festival In-Edit en la que ha sido ya su décima edición. Todo un derroche de magia y posibilidades escondidas que ha hecho las delicias de melómanos de todas las edades que, un otoño más, se han reunido en los cines de Barcelona para celebrar la grandeza de la música y sus historias. Ante un cartel tan extenso (que este año, añadía al habitual elenco de estrenos, películas que ya se habían proyectado en años anteriores) se impone una selección, una que será inevitablemente incompleta y subjetiva pero que servirá para resumir estos diez días de felices descubrimientos. Aquí va la nuestra:
The Rolling Stones Charlie is My Darling – Ireland 1965 (Mick Gochanour, 2012 y Peter Whitehead, 1965)
En septiembre del 65, poco después de que el Satisfaction encabezara las listas de éxitos internacionales, Andrew Loog, manager de los Rolling Stones, contrató al cineasta Peter Whitehead para que acompañara al grupo en una mini gira por Irlanda. El material jamás llegó a estrenarse y fue relegado al olvido para ser descubierto, años después, por el director Mick Gochanour. “Fue como encontrar un Picasso en casa de tu abuela”, nos explicó simpático en la inauguración del festival y, tras visionar el documental, no podemos sino darle la razón. El film es una joya, un retrato insólitamente cercano del grupo en esos días que antecedieron el estrellato y la posterior leyenda. Dos días en la carretera con unos Mick Jagger, Keith Richards, Brian Jones, Bill Wyman y Charlie Watts veinteañeros y risueños, que canturrean canciones de los Beatles en el backstage, dormitan sobre los hombros de los otros durante los trayectos en tren y comparten copas y chistes en improvisadas jams de colegueo y creación. Y que en el escenario, por supuesto, arrasan con todo: provocadores, poderosos, rezumando carisma e intensidad y enloqueciendo a las masas con sus canciones convertidas en himnos. Sesenta y cinco minutos de total satisfacción.
Under African skies (Joe Berlinger, 2012)
En 1985, estando Sudáfrica boicoteada internacionalmente como medida de lucha contra el apartheid (y siendo el boicot cultural, junto con el económico y el deportivo, uno de los pilares centrales de dicha estrategia), Paul Simon viajó al país para grabar su mítico “Graceland” con un conjunto de músicos negros. El disco, una muy lograda fusión de pop americano con ritmos sudafricanos, se convirtió en un exitazo, puso de moda la música étnica en todo el mundo y, a la larga, favoreció que la población mundial ganara conciencia de la situación en Sudáfrica. Sin embargo: ¿estuvo bien que Simon se saltara el boicot a la torera? Este muy interesante documental narra el regreso del artista al país 25 años después del lanzamiento del disco y reconstruye la historia a través de los testimonios de músicos, políticos y, por supuesto, el propio Simon. Conflictos sociales, estrategias políticas, contagiosos tambores y carisma negro entretejen esta clase magistral de historia reciente y música pop que nos recuerda, entre otras cosas, que la música es para todos, que la fusión cultural enriquece y que a menudo existen varias soluciones para un mismo problema. Y que Vampire Weekend no son tan originales, después de todo.
Last Days Here (Don Argott, Demian Fenton, 2011)
A pesar de ser el segundo año que se proyectaba en el festival (fue el documental ganador de la anterior edición), creemos que el film merece una mención especial en esta lista y, probablemente, en todas las listas de los mejores documentales musicales de la historia. Cerquísima de dar el gran salto pero relegados finalmente a la esfera más underground por una serie de desastrosas meteduras de pata, los heavies setenteros Pentagram apasionaron a unos jóvenes cineastas rockeros que, con la ayuda de un fan incondicional reconvertido a mejor amigo, decidieron seguir el rastro de su cantante Bobby Libling y grabar un documental sobre él. Pronto descubrieron que las peores leyendas construidas en torno a su figura eran ciertas: yonky perdido, decrépito y demente, un cincuentón Libling recluido en el sótano de la casa de sus padres acariciaba la muerte perdido en una sórdida burbuja de crack y paraonia. Tan sólo la música, el recuerdo de aquellos discos, el sonido de aquellas guitarras, parecía encender un brillo lejano en su mirada… Aferrados a ese brillo intentan sacarle del pozo, esbozando posibilidades de discos y canciones, alimentando esa ilusión incombustible que ni las drogas más destructivas pueden apagar… o tal vez sí. Más de cuatro años en la vida de Libling condensados en 92 intensos minutos en los que no faltan las subidas y las bajadas, las ilusiones, los tortazos, la cárcel, las drogas, las euforias románticas y los corazones rotos. Hay casos en los que la realidad supera a la ficción y este es sin duda uno de ellos. Emocionante y cojonuda. No se la pierdan.
The Punk Syndrome (Jukka Kärkkäinen, J-P Passi, 2012)
Chillan, se enfadan, escupen tacos en el escenario y cantan sobre destrucción y rebelión. ¿En qué se diferencian, pues, los finlandeses Pertti Kurikka’s Name Day (así es como se llaman) de cualquier otro grupo de punk? En la discapacidad psíquica de sus cuatro miembros. Los integrantes de este grupo insólito viven en centros especiales, tienen problemas para expresarse, no pueden valerse por sí mismos, a veces, hasta se hacen caca encima. Pero también se enamoran, ríen a ratos, lloran en otros, se emocionan en sus fiestas de cumpleaños y, como las grandes estrellas, se ponen nerviosos antes de cada actuación para darlo todo y entregarse a su público sobre el escenario. Extraño, arriesgado, a veces perturbador y a veces divertido, The Punk Syndrome consigue arrojar una luz reveladora sobre un universo desconocido, nos lo acerca de manera honesta e inteligente hasta hacerlo nuestro. Y a pesar de que hay escenas bastante conmovedoras (cuando le dan calabazas al batería, por ejemplo, o cuando la obsesión del guitarrista por que el hijo de su manager nazca sano insinúan pasados traumas y tristezas), lejos de caer en el paternalismo, lo hace desde una perspectiva fresca y jovial, celebrando la diferencia y la singularidad humana, a ritmo de punk arrollador. Hey, ho, let’s go!
Quadrophenia: Can you see the real me? (Matt O’Casey, 2012)
La BBC nos tiene acostumbrados a los documentales de calidad y este no es una excepción. Una retrato lúcido y muy completo de la historia de la mítica ópera rock convertida en obra de culto mod y del contexto en que fue gestada en su integridad por un atormentado Townshend. La trayectoria del grupo se entremezcla con la del joven Jimmy, el rebelde protagonista de esa cruda fábula de autodescubrimiento en la que las frustraciones y los desordenes psíquicos intentan olvidarse con anfetaminas y elegantes chaquetas sobre vespas que avanzan guerreras por las costas inglesas. Entrevistas a los cuatro miembros de The Who, material inédito y declaraciones de un Townshend que nos abre su corazón dejando al descubierto anécdotas y viejas heridas. Altamente recomendable.
In-edit. Get what you want (Josep Maria Salat, Roger Estrada, 2012)
El género del documental musical como punto de partida y los diez años de trayectoria del festival barcelonés como hilo conductor por el que desfilan sus grandes protagonistas. Directores─maestros del género (Pennebacker, Murray Lerner −muy entrañable, paseando por Barcelona de la mano de su esposa y haciendo fotos desde el bus turístic− Julien Temple, entre otros) y músicos cuyas historias han quedado inmortalizadas en celuloide (Raimundo Amador −majísimo− Ariel Roth, Jaime Urrutia…) nos hablan de sus experiencias en el In-Edit. Y, por supuesto, los ideólogos y ejecutores del proyecto, los emprendedores catalanes que le dieron forma y que, junto con su equipo, dotan de alma y piernas a un festival que es a la vez entretenimiento y fuente de inspiración. Un documental concebido como un regalo de cumpleaños a la organización del In-Edit, que se proyectó en una sesión de clausura emocionante que hizo saltar la lagrimilla a gentes como yo que, a pesar de conocerles tan sólo de vista, los sienten ya como parte de la familia. Porque el amor por la música une, las buenas historias son universales y los proyectos que surgen de una pasión honesta y poderosa pueden con todo. ¡Gracias In-Edit, feliz cumpleaños!
Palmarés In-edit 2012
Por una de esas cosas de la ley de Murphy ninguno de los documentales premiados en esta décima edición se encontraba en la selección de los doce vistos por el equipo de Culturamas. Se trata de una mala suerte relativa, sin embargo, ya que la lista de los que sí vimos nos proporcionó grandes alegrías y resulta reconfortante regodearnos en la perspectiva de los que nos quedaron por descubrir…
Premio de la competición internacional a Searching for Sugar Man. (Malik Bendjelloul, 2011).
Premio de la competición nacional a A Film About Kids and Music. Sant Andreu Jazz Band. (Ramon Tort, 2012).
Mención especial a Don’t Follow Me (I’m Lost). A Film About Bobby Bare Jr. (William Miller, 2012).
Premio del público a Searching for Sugar Man. (Malik Bendjelloul, 2011).