La ausencia de Litus
Por Ana M. Caballero
Litus está y no está. Es un figura ausente, pero a la vez la más presente. El personaje que da nombre a la obra (‘Litus’) murió tres meses antes del punto de partida de esta tragicomedia que ha pasado de la Sala Flyhard, de sólo 42 butacas, a inaugurar la temporada del Teatre Lliure.
La obra, con apariencia de último capítulo de una sitcom televisiva, se sitúa en el antiguo piso del fallecido, donde sus amigos se reúnen para recordarlo. Los ha convocado el hermano mayor de Litus y a raíz del encuentro florecerá de nuevo la tensión y el dolor que comporta la muerte de ser un querido.
Los protagonistas son un grupo de treintañeros, no son héroes, ni antihéroes, sienten y son incoherentes, reaccionan ante impulsos, ante el dolor y la nostalgia que les produce el recuerdo de Litus. Si bien este cóctel de emociones arrastra a trompicones a los personajes, el guión no sigue una inercia fortuita. Cada gesto está cuidado al detalle, cada movimiento en escena tiene un porqué en el argumento. De este modo, se refuerza el mensaje dramático que lanza la joven directora, Marta Buchaca: cuando alguien al que queremos muere «alguna cosa se rompe, y alguna cosa nace», aunque el vacío nos acompañe siempre.
El suicidio, un embarazo no deseado y el éxito son los lindares entre los que se mueve la trama; eso sí, sin irse por las ramas con historias secundarias. Apenas algún enredo o anécdota decoran el contexto, lo suficiente para dar forma y verosimilitud a la obra.
Marta Buchaca tensa el conflicto dramático, pero no cae en fatalismos; el humor interviene en los momentos adecuados aligerando el peso de la tragedia. Como sello de la directora cabe destacar el cuadro que hace de su generación. De manera indirecta plasma la vida de aquellos que ahora rondan los treinta, con sus problemas existenciales y con sus entrañables recuerdos de la infancia en los ochenta.
El público ha acogido con entusiasmo la obra y algunos críticos presagian que el éxito de ‘Litus’ será de gran recorrido. Por ahora, el Teatre Lliure había prorrogado una semana más la función, pero al final han decidido que el espectáculo permanecerá en cartelera hasta el día 3 de noviembre, un mes más de lo previsto.
Foto vía | Sala Flyhard
Más información | Teatre Lliure