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La perversión del lenguaje

                              

Por Juana Vázquez

LA PERVERSIÓN DEL LENGUAJE

 

Nunca pensé que me iba a cansar de los temas políticos, que me iba a asquear la política, que iba a cerrar los ojos y los oídos  ante tanta necedad y perversión lingüística. Crecí en un  ambiente político y me configuré bajo su piel, su mundo fue mi mundo. Ahora acudo, principalmente  a los eventos  de la literatura, para salvarme de tanto slogan , consignas, frases repetidas y, sobre todo, tantas y tantas mentiras obvias, que parecen ir dirigidas a un público infantil o  idiotizado y no  a seres adultos con capacidad de raciocinio y entendimiento.

Se ha pervertido el lenguaje  y han sido, sobre todo,  los políticos sus artífices, por no decir sus verdugos y corruptores. Ya nada puede interpretarse al “pie de la palabra”, “al pie de la frase”. Y es que las palabras han perdido su poder de referencia a la realidad. Es incomprensible que algo que nació para la comunicación entre las personas se haya convertido en un muro en donde chocamos los ciudadanos de a pie, y donde nos estrellamos  y nos cabreamos , pues nos encontramos ante una situación  construida por la mentira y   el  dislate, no por la realidad común a la que se encubre bajo el manto de  la estupidez más descarada, y eso va tanto para la oposición como para el gobierno, aunque es obvio que  nos fijamos más en lo que dicen los que gobiernan que en lo que dice la oposición, siempre es así, y es lógico..

Por lo tanto,  señores del PP ¿cómo les vamos a creer cuando nos dicen que no va a haber rescate de España?  ¿cómo que la educación con tantos recortes en profesores y materiales, con cuarenta chicos por aula, y maestros quemados por el aumento de horas de clases, y recortes de nómina, será de calidad? ¿cómo que la sanidad es para todos cuando están poniendo trabas a los sin papeles ? ¿cómo que no tenemos dinero para el funcionariado  y se gastan sumas importantes en gratificar a  banqueros y otros altos cargos que han sido unos malos administradores y gerentes, mientras se les reduce la nómina  a los funcionarios que sacaron su plaza por oposición y que siempre  han tenido un sueldo muy ajustado?¿ cómo  que tenemos una democracia real cuando se hace todo por decreto sin pasar por las Cortes y sin haber el más mínimo debate,  cuando la democracia  es un aprendizaje  largo y costoso y  a través de  convencer poco a poco, no de vencer e imponer idearios y formas?   ¿cómo entender los patrimonios   desmesurados de  algunos políticos? ¿cómo “tragarnos” tantas y tantas manifestaciones  tan simples como que no se tocaría a las pensiones- “las pensiones son  sagradas”- y están quitando una serie de medicamentos del pago por la Seguridad Social- que afectan muy  de cerca a las enfermedades del anciano pensionista- e imponiéndoles un copago ? ¿Eso no es tocar las pensiones? Que venga Dios y lo vea. ¿Cómo casar las promesas del PP cuando estaba en la oposición con lo que ha hecho y está haciendo gobernando en la actualidad? Por recordar sólo una promesa incumplida-“No subiré el IVA”-, y por poco lo hace en el primer mes de gobierno.

Y, sin embargo, que poder tiene la palabra para construir  edificios argumentales que parecen verdaderos,  partiendo de bases falsas que evidencias a las claras  su adulteración.

         Es peligroso adonde estamos llegando. El sentido común, la capacidad para comprender un suceso, una situación, un hecho político, se ha desdibujado. ¿Cómo llegar ahora a enterarnos de “la verdad” o al menos de parte de ella? ¿A qué código de comunicación acudiremos?  ¿Acaso a la mímica?  Pues llevamos cerca de un año de gobierno con el silencio o la mentira.

         Hemos entrado en un enorme laberinto donde no existen indicaciones para poder deambular por él, pero, incluso, no hay indicador alguno para salir. Estamos desorientados totalmente,  pues se nos niega algo que la humanidad necesita para crecer por dentro, la interacción  con la verdadera realidad. En  fin, necesitamos una regresión hacia  el nacimiento del lenguaje, hacia su origen, por haber sido  manipulado y adulterado por los poderes fácticos.  Sólo así volveremos a creer en que sus palabras  tienen referentes reales y que responden a la verdad  y al bien común,  no que son productos de los egos e intereses propios de los políticos.

 

 

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