ArteExposiciones

Las interesantes relecturas de Vik Muniz

Por Eloy V. Palazón.

 

Vik Muniz

CAC Málaga

C/Alemania, Málaga

Hasta el 2 de diciembre 

El Centro de Arte contemporáneo de Málaga expone una completa selección de uno de los artistas brasileños más relevantes en el panorama actual internacional: Vik Muniz. Yo, que aún soy un casi recién llegado al mundo del arte (si es que esto sirve de excusa), conocí a Vik Muniz hace unos meses en una conferencia que dio en La Casa Encendida de Madrid y he de decir que, aunque sólo conocía de forma ligera su obra, la conferencia no acabó de convencerme. Es verdad que la obra me parecía interesante, pero no dejaba de ser un artista curioso dentro de un mundo, el del arte, donde muchos lo son. Pero la prueba de fuego es, sin duda alguna, la obra misma: cuando estás ante ella, te atrapa o no, independientemente de lo que hayas pensado antes. Y la de Muniz lo hizo, tiene un potente magnetismo, y esta exposición lo pone de manifiesto.

 

La muestra apuesta claramente por dar a conocer la gran variedad de su obra. Nada más entrar en la sala nos encontramos con WWW (World map), un gran tríptico fotográfico donde cada una de las porciones de tierra del mapa están constituidas por chatarra. Es un comienzo que ya anuncia dos de las características más indicativas de la obra del brasileño: la utilización de cualquier material posible, sin hacer ascos  a nada, y una relectura de imágenes conocidas popularmente.

 

Cuenta Vik Muniz que a la fotografía llegó a través de su ocupación inicial, la escultura, que al fotografiarlas y documentarlas vio claro que lo que en realidad buscaba era esa instantánea. Ese comienzo también está la exposición, con la serie Individuals, donde muestra imágenes de 52 esculturas realizadas con plastilina blanca. 

Dentro de los materiales curiosos o extraños que ha utilizado Muniz se encuentran las nubes. En Equivalents hace un homenaje a la serie  donde Stieglitz estudiaba la forma de las nubes para sugerir equivalencias entre esas formas y las emociones del artista. Muniz juega con algodón de azúcar y “engaña” al espectador arrastrándolo a una posición más incómoda, menos pasiva. También aludirá a las nubes en sus célebres acciones  de Imágenes de nubes, donde, con ayuda de una avioneta, dibujaba en el cielo la idea que tiene la mayoría de una nube. Era como una especie de Land Art pero en el aire y que, además, también llevaba a sitios recónditos como el desierto de Arizona. Tan recóndito como los lugares donde emplazaban las grandes “esculturas” de tierra Robert Smithson y otros landartistas, lo que en Imágenes de Earthworks da lugar a preguntas sobre su carácter paradigmático, pues eran grandes obras realizadas en la tierra pero que al final sólo podían conocerse por la fotografía. Vik Muniz creó maquetas de esos earthworks y los fotografió de tal manera que uno no pudiese dar cuenta de si era una imagen captada de la maqueta o no.

 

Otro de los materiales curiosos es el alambre, con el que hace dibujos, o azúcar, para realizar retratos de niños de la isla caribeña de San Cristóbal. La elección del azúcar no es arbitraria, como ninguno de los materiales. En este último caso, el azúcar alude a la importancia que tiene ese alimento en sus vidas y a la recubierta microscópica de nitrato de plata con la que está cubierta la fotografía, esta última característica también influyó en la elección de la tierra para la composición de otras de sus imágenes.

 

Más materiales son el hilo, que no lo utiliza para tejer, como otros artistas como Alighiero Boetti o Rosemarie Troquel, sino que los emplea a modo de trazos, como si fueran líneas en un dibujo a lápiz.

 

Otros materiales que ha utilizado ha sido la tinta, el chocolate, la mermelada, la miel (con la que realizó su famoso retrato de la Mona Lisa), papel, residuos, pigmentos, diamantes, caviar, muñecos de plástico,.. y los utiliza en relecturas de obras conocidas como la mencionada obra de Leonardo, obras de Gericault, Van Gogh , Monet, Piranesi, o incluso fotografías icónicas de la revista Live.

 

Lo curioso al utilizar algunos de esos materiales de forma atómica, como componentes constitutivos de la imagen, al crear esas obras en grandes magnitudes el espectador debe tomar cierta distancia pero conforme uno se va acercando, esos átomos van revelando una identidad propia, autónoma, independiente del todo. La parte y el todo son independientes y tienen una entidad propia, y cada parte es independiente de la otra. Mientras que en las pinturas impresionistas la parte, la pincelada, el pigmento, la masa del color, poseía una entidad propia pero abstracta, en este caso la parte tiene un significado específico, una identidad concreta, que no depende (al menos, en la mayoría) del todo.

 

La muestra, como decía al principio, es muy interesante pues da una visión panorámica de la obra de Vik Muniz y pone sobre la mesa cuestiones interesantes y candentes en el Arte contemporáneo.

 

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