La canción del siciliano
Por Juan Laborda Barceló.
La canción del siciliano. Cristina Amanda Tur. Editorial Funambulista. 322 páginas. 19 €.
Lo que se inicia como un asesinato característico de los ajustes de cuentas de la mafia en la isla mediterránea de Ibiza, uno de los vistosos marcos de esta aventura, se convertirá en la excusa formal para ahondar en una serie de personajes: el siciliano al que hace referencia la canción y sus contrapartes, unos policías de un grupo especial de investigación. El nexo entre ellos será, aparte del citado crimen y otros que irán surgiendo en esta amena narración, una periodista implicada emocionalmente en ambos bandos.
Cristina Amanda Tur construye una novela negra introduciendo elementos nuevos y originales. Todos los señalados hasta ahora serían icónicos del género, pero el carácter isleño de la aventura, de Ibiza a Sicilia y viceversa, la existencia de un mafioso que lo es y no lo es a la vez y la sensación de que los trazos humanos superan a las imágenes comunes y estereotipadas, tanto en mafiosos como policías, otorga al texto un halo especial de renovación del género.
Tampoco suele ser habitual una reflexión profunda sobre el fenómeno mafioso. Hace algunos años, un profesor universitario de historia contemporánea nos explicaba: «Cuando falla el estado… aparece la mafia» y esta frase ha estado rondándome a lo largo de la lectura de este libro. La connivencia evidente entre mafiosos y políticos (en ocasiones, encarnados por las mismas personas) es algo que se explica con claridad en esta obra, dónde la autora demuestra su prodigioso conocimiento de los principales clanes, familias y capos mafiosos, así como de la historia reciente de los más sangrientos atentados (el juez Falcone y la carretera arrasada donde perdió la vida, junto a su familia y guardaespaldas, aún permanecen en nuestra retina…). La problemática social que supone este fenómeno en zonas económicamente deprimidas y administrativamente semiabandonadas, junto a los excesos violentos que tales individuos producen (elemento llamativo sobre el que se ha apoyado toda una mitología de personajes que el cine norteamericano de gangsters ha recogido: Casino, Uno de los nuestros, El precio del poder,…), son algunas de las cuestiones que flotan en este cóctel literario.
El conocimiento espacial de Ibiza y Sicilia es detallado y cuidado hasta el extremo. Junto a ello destaca el uso de la música como si fuera una banda sonora, no en vano se nota el gusto por el cine. Las referencias cinéfilas (El Padrino, como no podía ser menos, está muy presente) sirven para apuntalar una obra interesante y entretenida, en la que no se cae en el maniqueísmo. A pesar del papel que parece mostrarnos el destino en la vida, las personas están por encima de sus roles, es la enseñanza que parece destilar este texto. No siempre es así, pues algunos individuos se ajustan a sus definiciones más básicas como si fueran un traje hecho a medida, ahí reside el mérito de esta novela: ha sabido captar los matices propios del ser humano.
Interesante reseña. Dan ganas de coger el libro enseguida.
Lo tendré en cuenta para este verano.
Aparte de la trama y de la calidad de la novela, en la buena reseña presentada, nos muestra una vez más la gran retro-alimentación (feed-back) entre el cine y la literatura.
ya la he leído! genial! os confirmo la escena homenaje al Padrino, es la del Padrino III en el teatro Massimo, la escena de las escaleras, que la periodista protagonista de esta novela recuerda de pronto en el mismo lugar y acompañada del siciliano que da nombre al libro. Está muy bien traída, con sensibilidad y admiración. La novela tiene otras referencias interesantes, como la elección de unas canciones de Johnny Cash para poner música a unas escenas. Me ha gustado mucho, en resumen… algunas escenas son también como muy shakesperianas.
yo también la he leído encantada. el homenaje que más me gusta es a los jueces antimafia asesinados. Pero destaco como mete a políticos corruptos en la trama y ese personaje espléndido del siciliano tatuado y arrogante que no puede escapar de la educación recibida.