Pablo Messiez habla con ‘Las Plantas’ en el Fringe de Madrid
Por Meritxell Álvarez Mongay
Pero… ¡¿será posible?! ¡¿Te has bebido ya toda el agua, borracha?! ¿Te parece normal que te ponga medio litro en el plato antes de irme al teatro y que cuando vuelva tengas la tierra seca? Tú sigue así, que pronto no vas a caber ni en la maceta. Si vieras lo esbeltas y guapas que eran las plantas del monólogo que he ido a ver… Está escrito y dirigido por Pablo Messiez, y lo protagoniza – ¡cómo no! –Estefanía de los Santos, una de las actrices preferidas del director porteño. ¿Qué cómo lo sé? Pues porque me lo dijo él: “Empecé a escribir esta pieza pensando en Fanny justo después de haber trabajado en Ahora juntos. Me encanta como actriz, nos entendemos muy bien y tenía ganas de hacer algo más con ella, así que cuando salió la oportunidad del Fringe…”
Por la cara que me pones, me imagino que no tienes ni idea de lo que es el Fringe… ¡A ver cuándo te das cuenta de que en verano, en Madrid, se pueden hacer otras cosas aparte de la fotosíntesis! Se trata de un festival de artes escénicas alternativo que, aunque es el primer año que se celebra en España, lleva realizándose en Edimburgo desde 1947. Nació para dar cabida a todos aquellos grupos y compañías que, por las razones que fueran, no eran aceptados en el circuito oficial del Edinburgh International Festival. Lejos de irse a casa resignados, los proscritos se pusieron a actuar por las calles y locales de la ciudad, donde ningún comité de selección cuestionaba su calidad.
Aquí, los espectáculos del Fringe tienen lugar en el Centro Conde Duque de Madrid. Pero no te creas que hay sólo teatro: también tienes payasos, funciones infantiles, performance, danza y conciertos gratis en la terraza. Estaba tocando Red Tone cuando salía de la Sala de Ensayo 2 donde se representaba Las Plantas. A la gente le gustó, y mientras se reían con los ficus de Fanny, incluso se olvidaron de que no tenían lugar donde apoyar la espalda. “Es que el Fringe es así…”, se disculpaba un voluntario del ayuntamiento, deslumbrando con su chaleco de la DGT a dos viejecitas chilenas devotas de Pablo Messiez. Claro, como se supone que es un festival marginal, nadie ha pensado en que estas elegantes señoras, aquejadas, a su edad, de un fuerte dolor muscular, pudieran acercarse el fin de semana por el barrio de Malasaña.
Yo no me quejo. Tú sabes que a mí me encanta sentarme en el suelo. En verano, es el lugar donde se está más fresco, y si tienen la bondad de darme un cojín, ¡ya ni te cuento! Los almohadones no estaban numerados y, rápidamente, todos se ocuparon. Buscaba entre el público a Messiez, pensando que, como de costumbre, estaría allí, “medio escondido en un costadito”, espiando las reacciones de los espectadores. Pero, en mi rastreo, ¿sabes con quién me topé? Venga, te doy una pista: es argentina y los días 2 y 3 de agosto estará en el Fringe con otro monólogo… Hace un tiempo trabajó con Pablo Messiez y con Estefanía de los Santos en una obra de teatro…Y, recientemente, ha protagonizado con Bárbara Lennie Las criadas… ¡¿Nada?!
A veces me olvido de que eres una planta, y de que las plantas, aunque están vivas, no van al teatro ni hablan. Yo venga a darte conversación y a ponerte agua, y tú, ¿cómo me lo agradeces? Bebiéndotela toda y sin darme las gracias. Vale que produces oxígeno y me decoras la casa; pero, ¿te costaría mucho decirme “buenos días” cuando te pongo las vitaminas?
A Alicia, el personaje de Las plantas, le pasa igual: venga a explicarle sus penas a las arecas y, las hiedras, pasando vegetalmente de ella. Por suerte, para atenuar su dolor, tiene otras estrategias: paseos por el río, solomillos, helados de fresa, grandes dosis de lefa y el breathiness de Nina Simone golpeando un piano en ‘I wish I knew how it would feel to be free’.
Cada uno tiene sus propios trucos para transformar la desdicha en alegría. Mira a Pablo Messiez, que trasnocha dando forma a su próxima obra mientras se va de tournée con Jean Genet a un Festival en Monterrey y, una semana después, antes de tomarse unas vacaciones en Buenos Aires, presenta Los ojos en Avilés. Tú, a la que me descuido, te achispas empinando la rama con agua del grifo y tonteando con los rayos del sol. Por mi parte, hasta el 12 de agosto iré a embriagarme al Centro Conde Duque de Madrid. Y si aún me he quedado con ganas de propuestas arriesgadas cuando acabe el festival, me iré a dar la vuelta al mundo de Fringe en Fringe.