Más cultura

«Sesión privada», de Javier Rovira

 

Por Benito Garrido.

 

Sesión privada

Javier Rovira

Editorial Temas de Hoy, 2012

Novela

416 páginas

21,00 €

 

Entrar en esta Sesión privada es una buena apuesta para el lector arriesgado que busque historias que le dejen pegado a la butaca. La intriga, el amor, la traición y la guerra se conjugan en un atinado juego de tiempos que van desde el 2001 hasta la contienda española, pasando por los oscuros y tristes años 50 de la capital. Tres escenarios que esconden sus respectivas historias: las de unos personajes unidos por un fino hilo al que el lector tendrá que aferrarse para descubrir el nexo de comunión que les relaciona. Sin huecos vacíos ni fisuras que resquebrajen la trama, la tensión de la novela evoluciona al tiempo que los avances en la investigación del protagonista.

 

En otoño del 2001, Marcos Alvar, empleado de una funeraria, recibe el curioso encargo de seguir el rastro de dos amantes que se suicidaron al final de la guerra civil. Al desenterrar el armario donde fueron enterrados, haya los restos de un solo cuerpo. Es entonces cuando se lanza a una investigación que le permitirá aislarse de un matrimonio que se desmorona, y que amenaza con arrastrarle sin piedad. En los sombríos años 50, Miguel Canales, censor cinematográfico del gobierno, se dedica a contactar con prostitutas para grabar sesiones eróticas privadas en las que recrea las escenas que censura. Pero un día aparece Carla, que remueve sus recuerdos y altera sus instintos. A través de esta pareja conoceremos el ambiente madrileño de la época gobernado por la mentira, la apariencia y la corrupción, donde la muerte no vale más que un capricho.

 

Dos historias que evolucionan paralelas hacia un punto final que terminará entrelazándolas, y a través de las cuales podemos sufrir las desgracias de una guerra cruel, adentrarnos en las salas de fiesta del Madrid franquista, y vivir la crónica actual de un amor acabado y servil. Los saltos que en el tiempo tiene que realizar el lector son metódicos, bien medidos y no resultan nada fragosos. Las inteligentes tramas, narradas con un ritmo ágil y habilidoso, nos permiten mantener el interés en cada una de las historias hasta hacernos partícipes de las mismas, de los impulsos y sentimientos enfrentados que viven los personajes. De la novela de suspense, centrada en la investigación del protagonista, pasamos al thriller oscuro, desplegado entre la censura de la dictadura. Y de la pasión ciega de unos amantes equivocados, pasamos al descalabro emocional de un personaje perdido entre los arraigados afectos.

 

Rovira sabe mostrar a los personajes de una manera descarnada, con el carácter que imprimen los secretos guardados o las mentiras olvidadas, esas que desbordan cuando salen a la luz y nos hacen abrir mucho los ojos para ver mejor la realidad. Se nos descubre un escritor que sabe oscilar su escritura entre varios géneros que rozan el negro, y que sabe dar armonía a un conjunto que les aseguro sorprende hasta su final, hasta el descubrimiento del mayor de los secretos.

Javier Rovira. Foto © Isabel Aranda.

 

Javier Rovira (Almería, 1967) es pianista profesional y profesor de conservatorio en Madrid, además de licenciado en Filología Hispánica. Formado en Madrid, París y Bruselas, ha ofrecido recitales en numerosos países y ha actuado como solista con diversas orquestas. Desde hace años compagina sus actividades musicales y docentes con la literatura; fruto de ese esfuerzo es la aparición de su primera novela Sesión privada. Es bien conocido del público almeriense como organizador del festival de música ‘Clásicos en el Parque’, que cada mes de julio llega a los escenarios de las localidades de Rodalquilar y Los Escullos.

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