Si dices tres veces Jirí Kylián
Por Ana Martos
Fotos de Pablo Gómez
Y tras el estreno del pasado sábado, la Noche Kylián empezó a rodar. Un espectáculo creado sobre las piezas del coreógrafo checo y con el que José Carlos Martínez cierra la tercera temporada para una compañía que asume una nueva identidad.
Si dices tres veces «Kylián ante la Zarzuela, el maestro se te aparece, o lo que es lo mismo, se te aparecen tres de sus coreografías (Sleepless, Petite Mort, y Sinfonía de los Salmos).
Martínez, (que anteriormente trabajó con él en la Ópera de París), presentó a los medios unos días antes del estreno el programa que se puede ver hasta el 27 de junio. Aunque el maestro no asistió en persona, el director de la Compañía Nacional de Danza se hizo acompañar por dos de los bailarines que encarnan el presente y el futuro de la compañía: Elisabeth Biosca (elegida para bailar en las tres coreografías y que pasará de la compañía junior a la CND el próximo año), y Allan Falieri, (inolvidable en piezas como Noodles o Flockwork, e imagen de la campaña publicitaria “ven a verme bailar”).
Pensemos por un momento: ¿por qué la danza en una tarde de junio?, ¿por qué necesitamos o qué nos mueve un día escoger un determinado espectáculo y hacer parte de lo que allí se produce?. Veamos, por un lado tenemos a Jirí Kylián, una de las figuras más importantes de la danza del siglo XX y XXI, coreógrafo y ex-director del Nederlans Dans Theater, o lo que es lo mismo, una de las mejores compañías de danza contemporánea del mundo. Por otro, la CND, agrupación «hermanada» (por decirlo de alguna manera) con el Nederlans, conocedora de su repertorio, y que tuvo en la figura de Duato a uno de sus pupilos. Si a esto le unimos al interés de José Carlos Martínez por firmar un programa propio íntegramente «kyliniano», llegaremos a la conclusión de que como él mismo afirma, “bailar sus piezas supone algo muy importante en la vida de un bailarín; ya que todas sus coreografías tienen algo muy especial, no son vacías». En esto coincide con el bailarín Allan Falieri, (perteneció al NDT) y para el que Kylián representa algo muy especial a nivel humano, técnico y musical.
Sleepless inaugura la noche, estreno absoluto para la CND, es además, la más contemporánea de las tres piezas, también la más austera y de música menos reconocible (basada en una relectura de Dirk Haubrich sobre la obra de Mozart). El universo que plantea es el de la “incisión”, la apertura hacia otra dimensión materializada en lienzos rasgados por los que los bailarines pueden acercarse a lo desconocido. El hecho de quedar a uno u otro lado del lienzo provoca una especie de desdoblamiento; como si el bailarín se dejara persuadir para distanciarse de esa “bidimensionalidad” e intentar (bien por el propio movimiento o por la textura del sonido) apropiarse de lo que no es suyo.
Con Petite Mort llega la luz, el humor. Pese a la oscuridad de su título es la pieza más luminosa, tanto por su puesta en escena, como por su dramaturgia. La belleza de las partituras de Mozart, el uso del atrezzo (floretes que son parejas de baile, vestidos dieciochescos con vida propia…), y la elegancia de los pasos a dos, hacen de ésta una pieza “esencial en el repertorio de la danza, que se seguirá bailando dentro de 50 años como un clásico” como aseguró José Carlos Martínez.
En Sinfonía de los Salmos, podemos ver en escena a la mayoría de los bailarines de la agrupación, (18 en total). Se trata de un espacio austero, rectangular, concebido como un marco del que no pueden salir y en el que el ritmo es incesante, sin descanso. No hay entradas ni salidas de escena hasta el final, y es en ese preciso instante, cuando nos damos cuenta de que sí es posible el horizonte. Precisamente el director de la CND relaciona esta pieza con el momento de crisis e inestabilidad actual, y también con el propio momento por el que pasa la compañía: “presenta la visión de una actualidad dura, que muestra al final un camino a seguir… es un guiño al futuro, paralelo al camino que recorre la CND y el que quiero seguir yo”.
Y puestos a hacer camino y a mirar hacia el futuro, nace la iniciativa de los Jóvenes Coreógrafos CND: dos noches (30 de junio y 1 de julio) en las que los propios bailarines pasan a coreografiar y montar sus propias piezas. Una oportunidad para experimentar y dar a conocer el talento de los jóvenes integrantes desde la perspectiva del creador. Martínez asegura que ha dejado total libertad de creación a los bailarines, además, todo lo recaudado se destinará a través de la Cruz Roja al pueblo de Lorca.
Para la próxima temporada 2012-2013 adelantó algunos de sus proyectos; en octubre podremos ver a la agrupación en Mercat de les Flors (Barcelona) estrenando coreografías de Iván Pérez, Juanjo Arqués y Arantxa Sagardoy; más adelante harán lo propio en Matadero (Madrid) y finalmente se subirán al escenario del Teatro Real con una versión de Romeo y Julieta de Goyo Montero.
Sleepless, Petite Mort y Sinfonía de los Salmos: hasta el 27 de junio en el Teatro de la Zarzuela
Jóvenes Coreógrafos CND: 30 de junio y 1 de julio en el Teatro de la Zarzuela