Series Typical Spanish (Lesson 1)
Por Nerea Blanco
Lo prometido es deuda. Y aquí me tenéis.
Hoy vamos a valorar el arriesgado mundo de la televisión.
Vamos a ponernos en la piel de un productor de televisión por un momento. Es difícil, lo sé, parecen dioses inalcanzables, o incluso malvados ogros, sobretodo para los que tratan de llegar a formar parte de su parrilla… Anda! Curioso nombre: Parrilla, donde ponemos la carne. Y esto me lleva a la metáfora de poner toda la carne en el asador.
Porque eso es lo que hacen. Arriesgan. Y hay que saber jugar las cartas para perder lo menos posible. Porque ese es su empeño: no perder. Por lo que sus apuestas a veces son poco arriesgadas. De modo que reducen su público, se dedican a apostar por lo que ha funcionado hasta ahora y no arriesgan en innovar.
En el caso del público, claramente hay tres grupos a los que van dirigidas las series en España:
– Adolescentes a los que luego les puedes encasquetar merchandising, revistas y demás historias porque están en una edad muy tierna en la que todo vale para que ellos caigan. Además de que ellos quieren historias de amor, de desamor, de misterios sin resolver, de chicos guapos… Y poco les preocupa lo que nosotros llamamos “calidad”. Además pueden hacer que al final todos en casa vean la serie de turno que a él/ella les caiga en gracia.
– Amas de casa que pasan el día haciendo las cosas que le tocan y que pueden a media tarde o a la hora de la siesta tomarse un descansito para ver el culebrón de turno.
– Toda la familia: Chicos, creo que somos una generación perdida que no es valorada por la televisión, pero porque no pasamos delante de la televisión el mismo tiempo que antes. Nos hemos pasado al ordenador. Y los tipos de la tele así lo creen y nos dejan a nuestro aire. No somos un mercado al que llegar. Y cuando se les ocurre que existimos, tratan de hacer que sea “para todos los públicos”. Algo de lo que generalmente se peca en España en la pequeña y gran pantalla.
Pero no solo pasa que estamos fuera de la mente de los que arriesgan, sino que parece que al no querer arriesgar demasiado, lo que hacen son copias y más copias de lo que funciona en América. Y claro, si la copia no es buena, pues las cosas no pueden ir bien. Si a esto le añadimos el tema de presupuesto, de un mal casting y de que no saben mantener las buenas cosas en parrilla, pues se junta un maremagnum de pecados que hacen que se convierta todo en un infierno para los que buscamos atención personalizada.
Resumen de la primera lección sobre las series en España: No somos parte del target. Consejo: No os desesperéis. Ya se nos ocurrirá algo que hacer… Aviso: No penséis que aquí acaba mi análisis. Esto solo es el principio de una larga amistad…