Entrevista a Alejandro Lacaze (L’Avalanche): “A estas alturas, sólo quiero ser fiel a mí mismo, ya no pretendo ser nada ni llegar a nada”
Por Cristina Consuegra.
Cuando se conversa con Alejandro Lacaze, cuerpo y alma del proyecto musical L’Avalanche, se percibe algo grande y único tras cada palabra, mirada o gesto. Les Fantômes Des Marins (Medusa Rcds., 2012) es su nuevo trabajo, álbum que está defendiendo, cual hombre orquesta, a lo largo y ancho del territorio nacional. Las seis piezas que dan vida a este nuevo trabajo, son seis artefactos incendiarios dispuestos a conmover a todo aquel que se le ponga por delante, seis explosivos made in chanson-rock que sumergirán al espectador sonoro en una suerte de territorio caleidoscópico en el que Cohen, Buckley, Dylan y Waits, conviven con total naturalidad con Dominique A, Biolay o Camille. Seis canciones en las que la voz de Lacaze sostiene la melodía, actuando la emoción como principio y fin de este trabajo.
Nuevo cambio de formación en L’Avalanche, ¿cómo se asimila un asunto tan primordial para un músico, tanto a nivel personal como profesional?
Pues a estas alturas consolidado, ya sin ningún miedo, pero con muchas incertidumbres al comienzo.
Hablemos de tu nuevo trabajo, Les Fantômes Des Marins (Medusa Rcds., 2012). ¿Cuál es esa primera palabra, acorde, imagen o idea a partir de la cual surge el álbum, es decir, ese instante en el que percibes que este nuevo trabajo está naciendo?
Nunca sabes cómo va a desarrollarse cualquier canción que va naciendo, estas se transforman a lo largo de años, van naciendo en situaciones y van adquiriendo forma al paso del tiempo, siempre es así, siempre ando revisando viejos temas, y rehaciéndolos. Ésta, les fantômes, empezó en una situación de crisis personal, siempre recordaré aquella tarde de verano, solitario cuando salieron los acordes que definen la canción, luego la llevé a Francia sin ensayar y se grabó casi directamente allí en Marsella, pasó un año e hice unas ilustraciones como si fuese un cuento infantil sobre ella, luego acabó convirtiendo en el centro de todo este trabajo, y ahí está en las tiendas… siempre que voy a algún lado, lejos y veo el disco puesto, pienso en cómo nació todo…y me pregunto «si la gente supiese lo que hay detrás»…
¿Cómo ha sido el proceso de producción a cargo de Stéphane Salerno?
Es la persona que primero nos llevó a Francia a tocar, luego montó el estudio y quiso involucrarse, ser parte del proyecto, tocar y participar, trajo los músicos, ayudó e hizo toda la producción y parte de arreglos. Este proyecto está vinculado a todos los de Medusa.
Uno de los aspectos a destacar de tu último trabajo es el orden de las canciones, perfectamente determinado, parece que ponderas o mides la emoción del que recibe tu música… ¿cómo te enfrentas al proceso de elaboración del tracklist?
Pues con mucha dificultad esta vez, porque la producción al estar lejos me dio muchos problemas en las canciones. En Francia el disco es más largo, hay más temas, pero yo no estaba satisfecho con ellos, y escogí tal vez los que mejor me representaban en los directos. Hay una errata en una edición en el cover que incluye Le roi que sí está en Francia en vez de Rue des stations eso.
¿Cuánta literatura o qué autores se esconden entre las letras y acordes que conforman Les Fantômes Des Marins?
Demasiados, no podría enumerarlos, son todo un itinerario vital de lector; lo que más cerca podría definir mi estilo de escritor pasa por Marguerite Duras, y la temática marinera de Melville, Conrad, Stevenson que me apasionan…
El mar siempre está presente en tus creaciones… ¿qué esconde tu visión o idea de mar?
No soy nada sin el mar, hace años hice una canción que se llamaba Naufragio hablando de quién era yo, una especie de barco hecho pedazos que llegaba escupido en una ola a la orilla mediterránea de Málaga, la letra decía que me corre sal en vez de sangre…
Les Fantômes Des Marins está siendo presentado en sociedad, en diferentes puntos del territorio nacional, ¿tuviste presente, durante el proceso de grabación y composición del álbum, que tenías que defender los directos en solitario, actuando casi como un hombre orquesta?
Tuve presente lo que ahora es L’Avalanche, me ha resultado doloroso explicarlo, pero hacerme con mis propias canciones en lo que son cuando nacen no me resulta complicado, sin artificios, directo, sencillo y con la libertad y humildad de saberse, es más la magia incluso muchas veces está más asequible o al menos llego a ella con más calma.
Eres un tipo con una sensibilidad especial que no intentas enmascarar sobre el escenario. Los que han tenido la suerte de disfrutar de algún concierto de L’Avalanche saben a lo que me refiero. ¿Adaptas las canciones al directo o sueles respetar el repertorio según el lenguaje de estudio?
Suelo rescatar y rehacer las canciones, están en continuo crecimiento, respeto una estructura básica sobre la que desarrollo variaciones depende de qué concierto y de qué momento, todas están vivas.
El Arte del álbum ha sido idea tuya… ¿cómo llegas a esa portada?
Los dibujos eran parte esencial, me identificaban no solo como el protagonista de la historia, una historia de naufragio y resurrección a través del amor, de ahí la portada cayendo y la contraportada saliendo del mar.
¿Crees que tu firme apuesta por una forma concreta de entender la música está calando en nuestra escena?
Soy fiel a mí mismo, a estas alturas ya no pretendo ser nada ni llegar a nada, seguir gustando a un número de personas limitado, un público con unas características para mí especiales es mi mayor motivación. Sé que no entro en ninguna carrera por llegar a nada. Si soy sincero, si ya de por sí la escena indie a nivel de éxito está complicada, yo me encuentro todavía más lejos, estoy a la izquierda del mundo indie lo cual me limita aún más. ¿Qué tengo yo qué ver con los grupos que hay?
Tienes una de las voces más personales que he escuchado, ¿qué te ha concedido la textura de la misma? ¿Influye a la hora de componer?
Primero, gracias por la consideración, la verdad es que soy de los que al oír algo también me llama la atención la musicalidad de las voces, he llegado a conocer mi voz, sé que la dulzura y la potencia son mi arma.
¿Cuánto queda de aquella primera intención que hace que Enrique del Río y tú unierais esfuerzos para dar vida al proyecto musical L’Avalanche?
La ilusión del comienzo es distinta, queríamos tocar donde fuese, llegar, no sabíamos cómo, soñábamos ira un día a una sala, salir en la radio…y todo se volvió real y luego habitual, aún recuerdo ese día cuando al ir a trabajar por la mañana a mi instituto, puse como siempre la radio y pinchaban mi disco…
¿Qué canción de tu repertorio define el momento que atraviesas?
Les fantômes des marins y Alice derrière le miroir definen esta gira.
¿Qué es lo mejor que te ha dado la música, lo mejor que te ha concedido el hecho de ser el corazón de L’Avalanche?
La música me permitido llegar a gente, gente especial por todas partes. Soy muy existencialista, me resulta muy difícil la comunicación, a través de la música como de otras artes, he podido expresarme, comunicarme, llegar a tocar de algún modo al «otro», esa ha sido y es la mejor recompensa.
Para ampliar la información sobre L’Avalanche: