Christopher Cutts, galerista: «El arte se debe comprar con los ojos, no con los oídos.»

C. C. Creo que veo a Ciria  más como  un artista internacional, no sólo español. El lenguaje que utiliza Ciria viene de sus raíces españolas, pero trasciende más allá de eso. Es un pintor que trabaja en el siglo 21 y que procede de un país que tiene una extraordinaria reputación en el arte. Velázquez, Goya, El Greco, Picasso, Miró, Dalí, Tàpies, por mencionar sólo algunos de los más célebres. Pero hoy en día vivimos en un nuevo paradigma, que va más allá de las fronteras geográficas y culturales.

Culturamas. Eres parte de la película «Ciria pronuncia Thiria». ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con el director, Artur Balder, y cuáles son sus impresiones sobre la película?

C. C.La película tiene un aspecto muy profesional. Artur es ambicioso y tiene una visión clara que es capaz de llevar a término. El preestreno de la película que vi fue excelente. Ha sido un placer trabajar con Artur.

Culturamas. En la crisis actual de los mercados de España, ¿hay un futuro para el arte español contemporáneo emergente dentro de las fronteras españolas, o tienen que ir  al escenario internacional?

C. C. La vida económica es cíclica, siete años de abundancia seguidos por siete años de hambre. En este momento estamos en un punto bajo, pero el mercado se recuperará. Sin embargo, hoy en día existe una comunidad global, así que creo que es una ventaja para los artistas poder salir de su entorno provincial propio. Ciria se ha mudado a Nueva York para hacer precisamente eso.

Culturamas. ¿Cuál es el leitmotiv de la exposición que han inaugurado en Toronto?
 
C.C. Este programa en particular es de la serie Memoria Abstracta, que Ciria ha estado trabajando en en los últimos años.
Se trata de pinturas no objetivas, con un diálogo entre la duplicidad de la compartimentación geométrica de la pintura cuadriculada con los elementos expresionistas más explosivos. Estas marcas vibrantes están a punto de reventar fuera de la superficie pictórica, no obstante,  están contenidas. Orden y caos están armonizados. Son pinturas dinámicas con un maravilloso sentido de la tensión.

Junto con las pinturas  hay un conjunto de diez collages, de la serie de Ciria Rorschach Heads. Son de pequeño formato (30,5 cm x 22,8 cm) y  juegan un contrapunto inteligente para las pinturas abstractas de gran formato.

Culturamas. ¿Hay alguna diferencia entre las preferencias de los coleccionistas en Canadá y los EE.UU. y coleccionistas europeos?

C. C. Todos los países tienen su propia comunidad y es siempre un reto para  un artista que viene de fuera. En España, Ciria es muy conocido, pero en Canadá se está empezando a construir una reputación. Sin embargo, la calidad no tiene fronteras y si eres europeo, asiático o americano, hay una estética universal cuando se trata de arte. Las cosas caen por su propio peso. Los coleccionistas que disciernen por sí mismos se dan cuenta de ello. Se debe comprar arte con los ojos, no con los oídos. No se trata de lo que se dice sobre cierto artista, sino sobre lo que su obra visualmente nos transmite.

Culturamas.  Los artistas alemanes están triunfando en los últimos años: el documental de Wim Wenders sobre Pina Baush ganó la última edición de los Oscar y Corina Belz con «Gerhard Richer Painting» está siendo exhibido en los cines estadounidenses de cine independiente y se estrenó en el Festival de Cine de Toronto. ¿Se produce ésto como consecuencia de lo que los críticos americanos como Donald Kuspit llama el  «soft power» alemán?

C. C. Los alemanes siempre han apoyado su cultura y además tienen tienen poder económico. El coleccionismo alemán combina una fuerte tradición arraigada en la cultura que abarca también la voluntad y el financiamiento para hacerlo, lo cual también sirve para afianzar una posición influyente a nivel mundial. En EEUU existe una gran riqueza, pero no es la misma tradición profundamente arraigada en el apoyo a las artes como en Alemania. La ecuación está incompleta en EEU, por lo tanto, su influencia ha disminuido a nivel mundial y los alemanes han ganado terreno.

Culturamas. ¿Cuáles son sus artistas contemporáneos preferidos?

C. C. Tengo muchos y debo admitir que un buen número de ellos son artistas con los que trabajo. Creo que me siento seguro de mi gusto. Sin embargo, para nombrar a un gran artista contemporáneo con el que trabajo hoy, y que yo no represento, escogería a Gerhard Richter. Él es un artista honesto y humilde…  Es por eso que me gusta. Otro artista que mencionaré es el célebre pintor canadiense Ron Martin, con quien sí que trabajo. Y entonces supongo que añadiría a todos los artistas con los que trabajo,  por supuesto incluyendo a Ciria.