James Taylor: El artista total

 

 Por Javier D. Taylor.

 

Cuando a finales de noviembre del pasado año, llegó la confirmación  desde los EE.UU., de que el sempiterno guitarrista y cantante James Vernon Taylor actuaría en España (Madrid y Barcelona), muchos aficionados esperaban alguna actuación más, ya que en 47 años de carrera apenas se había prodigado en nuestros lares: tan sólo siete presencias en 1992 y en 2009.

 

Pero por fin, a comienzos de diciembre, llegó la confirmación de que podremos también disfrutar de su música el próximo domingo 6 de mayo, en el imponente Auditorium del Palacio Euskalduna de Bilbao. Esta supondrá la segunda visita del músico de Boston al País Vasco, después de su memorable actuación en el Festival de Jazz de San Sebastián de hace tres años.

 

Longevidad y contratos

 

Sin duda, lo primero que llama la atención de la carrera de James, es cómo un tipo que empezó con tan sólo 18 años a grabar discos, que ha superado el listón de las 50 millones de copias vendidas, continúe en el tajo casi cinco décadas después; llenando recintos por todo el mundo (desde el Madison Square Garden o el Carnegie Hall en New York, hasta la Piazza SanMarco de Venecia); recibiendo premios del más alto nivel (cinco Grammy, o la Medalla Nacionalde las Artes recibida en la Casa Blancaen marzo del 2011); bate records de recaudación en EE.UU. (con la gira que hizo junto a Carole King en 2011, y “certificado” por la revista Forbes); promueve y actúa en actos benéficos desde el comienzo de su carrera musical (como en el nacimiento de Greenpeace, en el concierto benéfico que junto a Joni Mitchell y Phil Ochs oficiaron en octubre de 1970 en el Coliseo del Pacífico en Vancouver); e incluso compone temas nuevos con toda la sensibilidad de la que hace gala en discos más o menos recientes como en October Road; todo ello un año tras otro, sin descansos sabáticos…¡Y además tiene tiempo para hacer preparación física – tres horas al día -, y de casarse por tercera vez, y tener mellizos! Sin duda, este tipo es un fuera de serie.

 

Su gira europea desembarcó el 6 de marzo en la ciudad italiana de Nápoles, justo dos meses antes de su paso por la renovada capital vizcaína, y de momento tiene firmados, sólo en el viejo continente 33 conciertos – Islandia incluida -, en poco más de dos meses.

 

Bajando al plano meramente musical, James ha ido desarrollando una personalidad propia desde el minuto cero de su carrera musical, con un registro vocal excelente de barítono, cálida e identificable al instante, que sabe cantar apasionado y emocionar (véase como parte del público llora en el vídeo In Concert filmado en el Teatro Colonial de Boston -1988-). Además es un perfeccionista tanto en disco como en directo, por lo que desde que empezó a actuar acompañado en los ´70 (al principio se “desbravó” sólo con su guitarra acústica en enormes giras por los EE.UU.), fue pergeñando bandas con un sonido cada vez más poderoso en sus sucesivos tours. En esta ocasión no trae a todos los “killers” del escenario que le han acompañado en la década del 2000, pues su apuesta va de “An intimate evening with JT and his band” (Una noche íntima con JT y su banda), sin coros ni guitarras eléctricas o metales. Pero sí que mantiene algunos músicos de leyenda: una base rítmica elaborada por el batería de jazz neoyorquino y superclase Steve Gadd (considerado durante años como uno de los mejores instrumentista del mundo, y que ha acompañado a Eric Clapton o Paul McCartney); complementado con el bajo de Jimmy Johnson (un tipo discreto en el escenario, pero sin duda con un resultado tan efectivo como sobria es su presencia: sin alharacas, pero musicalmente irreprochable); y “la cuarta pata de la mesa”, el maestro Larry Goldings, al piano y teclados (un finísimo músico de jazz que ya visitara el Festival de Vitoria-Gasteiz en un par de ocasiones). Todos ellos suponen el contrapunto perfecto de las inseparables guitarras acústicas Olson del compositor de Massachusetts, y de su particularísima voz.

 

Repertorio, y el Palacio Euskalduna de fondo

 

Y en cuanto al repertorio…, desde luego que hay reyes y reinas en esto del rock (un invento de casi 60 años), y muchos de ellos sólo cantan viejos éxitos. Pero algunos, los escogidos, han llegado a un plano más importante, trascendente. James ha ido reinventándose, desarrollando  diferentes personalidades musicales para el público. Desde el mito joven y bello en la recién iniciada década de los ´70, cuando apareció en la portada de la todopoderosa revista Time con tan sólo 23 años, y conquistara el nº 1 en las listas de éxitos de medio mundo; para después pasar  por la “fase-de-renovador” de viejas melodías (como “Handy Man” o “Everyday”), que le granjeaba llenos históricos en sus giras (medio millón de espectadores en el primer Rock in Rio de 1985), y ventas millonarias, aunque también cosechaba detractores en las filas de la crítica musical (sic). Finalmente llegamos al capítulo actual (desde el Grammy del ´97 por su disco Hourglass – un millón de copias vendidas-), con ese aura de atemporalidad, que parece haberse establecido en torno a su personaje público y su cancionero, desafiando cualquier aparición pública o televisiva (incluida su actuación al aire libre en Washington, en la toma de posesión dela Presidencia por Obama).

De la actual gira europea, ya han aparecido en Youtube sus primeros escarceos en Nápoles, y ahí están como no podía ser de otra manera “You´ve got a friend”, “How sweet it is”, “Shower the people” o “Sweet Baby James”, pero a buen seguro, el repertorio irá evolucionando y se espera que Taylor rescate algunos viejos temas de sus discos de los ´70 menos habituales, probablemente los más añorados, y para sus millones de fans los más anhelados.

 

Y puesto que el poder de convocatoria de James, desborda la coqueta sala BBK de Bilbao, donde habitualmente se desarrolla el ciclo Music Legends (que presenta a grupos mundialmente reconocidos y que continúan en activo con nuevos proyectos), por primera vez se traslada a un escenario espectacular: el imponente Auditorium del Palacio Euskalduna, con capacidad para 2.164 espectadores, de diseño agresivo y rompedor; con una acústica excepcional que fuera alabada  por la propia Montserrat Caballé  “como la sala más hermosa en la que jamás había cantado”, y cuyo escenario de más de 1.700 m2 es el segundo más grande de Europa, por lo que todo ello ayudará  sin duda, a disfrutar aún más de esta ineludible cita.

 

La música de James Taylor, en el Euskalduna, viene a sumarse a la de un nutrido grupo de artistas, (que en 2011 ya tuvieron un rotundo éxito de público, con un registro de ocupación del 90% en la media de los porcentajes obtenidos por el Palacio a lo largo de su historia), como es el caso de la directora de orquesta alavesa Inma Shara, Juan Diego Flórez, Ainhoa Arteta, la Orquesta Sinfónicadela BBC, el Orfeón Donostiarra, el triunfito David Bisbal, Los Chicos del Coro, el ex – Canto del Loco Dani Martín, o los también incombustibles Dúo Dinámico. Esto hace que el Euskalduna haya finalizado el ejercicio con superávit económico, algo poco usual en los tiempos que corren.

 

(Dedicado a R. y a O.)

 

Escucha      I CAN DREAM OF YOU (James Taylor – I Can Dream Of You), SOMEONE (James Taylor – Someone) y LIGHTHOUSE(James Taylor – Lighthouse) en Spotify.

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