¡Calcio!
Por Juan Laborda Barceló.
Calcio, Juan Esteban Constaín, Seix Barral, 224 páginas, 16,50 Euros.
A medio camino entre la novela histórica y el ensayo erudito aunque entretenido, la obra que nos ocupa recrea una disputa singular, la del origen del fútbol. Dicha pretensión no deja de ser el divertido envoltorio de un juguete excepcional por su forma, encanto y contenido.
Permítanme la extravagancia, puesto que tiene más de homenaje al texto que de pedantería añeja, de argumentarlo a la usanza de la antigua Grecia, con los discursos de oposición o dissoi logoi, tan queridos por los sofistas. En ellos los oradores demostraban lo relativo de las cosas y cómo todo es defendible o atacable. Al protagonista Arnaldo Momigliano, historiador italiano real y personaje de ficción en esta novela, le hubiera gustado así:
“Lo que para unos profesores advenedizos e idealistas de Oxford es un bello juego de inventiva, para el establishment académico se torna en una cuestión de honor inaceptable. Lo que para algunos ingleses es un panfleto malintencionado que cuestiona el origen patrio del deporte rey, para los italianos no deja de ser una tierna historia de infancia. Aquello que comienza como un ejercicio retórico y discursivo se acaba transformando en un duelo intelectual sin sentido para unos, necesario para otros. En lo que todos, Tirios y Troyanos, coinciden con mayor o menor vehemencia es en el gusto por la historia, bien sea la del mundo clásico o la de la época moderna, por la bibliofilia más sana y por el disfrute del conocimiento.”
Juan Estaban Constaín compone unas páginas exquisitas y sabias (su brillantez, unida a la presencia de personajes como Carlos V, Benvenuto Cellini o Maquiavelo, entre otros, se encargan de ello), que hablan a través de los antecedentes del balompié actual de la vida, de la gloria y del amor, es decir, del ser humano.