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Isabel Camblor y Helena Cosano en La Tertulia Culturamas: «La Inspiración»

Tertulia Culturamas / Helena Cosano e Isabel Camblor

«La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando»

Hay una zona crepuscular entre la vigilia y el sueño que es la más fértil para la creación.

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Redacción, 23 de marzo de 2012 a las 19:28
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Helena Cosano e Isabel Camblor.

  • Helena Cosano e Isabel Camblor.

 

En el encuentro de tertulia literaria organizada por Culturamas y Periodista Digital el 22 de marzo de 2012, hemos contado con las novelistas Helena Cosano e Isabel Camblor. En este nuevo encuentro nos cuentan su punto de vista acerca de qué es la inspiración como base de la creatividad, del proceso que hay a la hora de escribir una novela; y las fuentes que utilizan ellas en todo el proceso creativo.

Ambas escritoras coinciden en que la inspiración es un don, aunque cada una le pinta pequeños matices.

Isabel Camblor: Siempre se ha considerado un don y realmente, a mi forma de verlo, si es un don pero nosotros en nuestro modelo contemporáneo como que entendemos que es más, el don es la capacidad para abstraer, nuestra capacidad para abstraer, para conseguir llegar a ese estado de conciencia, porque es un estado de conciencia y, dentro de ello pues, el estado de conciencia se puede considerar algo, un poco mágico, que te viene desde arriba y también se puede considerar algo que te viene desde dentro, que es como lo considero yo, pero realmente no hay verdades absolutas e intentar que haya una posición universal en este sentido, no, cada uno lo encuentra a su manera.

Helena Cosano: La inspiración creo que la notas, es algo que no controlas del todo, es como algo que te viene y por eso esa percepción de la inspiración como un don; porque puedes propiciarla pero no la controlas. Tal vez sea una conexión con el inconsciente, tal vez sea un estado de conciencia alterado, yo que sé, ondas alfa en el cerebro; podemos propiciarlo pero no lo controlamos realmente, en ese sentido es un don.

A la hora de utilizar los sueños para inspirarse, ambas discrepan en el nivel de los sueños propicio para escribir:

ISABEL: Yo es que veo que, normalmente, se opone un nivel, el nivel de vigilia frente al nivel de sueño y yo considero que si son dos niveles diferentes. Entonces el nivel de inspiración, donde la hebriedad, del que hablaba Claudio Rodríguez, la inspiración que pueda ser considerada mágica por unos y para otros simplemente es serotonina… no es otro nivel (…) Me llama la atención, y alguna vez si lo he hecho, escribir no, pero para mí es otro plano. Son el nivel del sueño, el nivel de la vigilia y el nivel de la inspiración.

HELENA: ¿Nunca has soñado despierta? ¿Ves que no se opone? Estas despierta, estas dormida, pero vas viendo imágenes, son como ensoñaciones, yo veo que ese es un poco ese nivel… Y también es el nivel de la fabulación, es el nivel en el que escribes, que estas inventando tus personajes y los ves; es como si estuvieras soñando. Yo no estoy de acuerdo en que crees que hay una diferencia, yo veo que está muy mezclado.
Hay una zona crepuscular entre la vigilia y el sueño y que es precisamente esa zona la que hay que explorar porque es la más fértil para la creación.

Para acabar, ambas escritoras nos relatan alguna manía que tienen a la hora de trabajar en sus novelas

HELENA: Yo tengo una cosa muy paradójica, y es que cuando el ambiente es excesivamente propicio no me sale nada; entonces si tengo una habitación espléndida, en silencio, con una mesa genial, el mejor ordenador de todos los tiempos, papel, plumas voy a ser muy infeliz. Me bloqueo totalmente porque es como que el ambiente me exige mucho y, en realidad,donde mejor escribo es como en ambientes hostiles y entonces me voy con mi trozo de papel. Precisamente en una cafetería escribo muy bien, y además en una cafetería ruidosa, con un montón de gente.

ISABEL: Siempre tiene que ser por la mañana tempranito (…) y es el cafe y la coca- cola, es prosaico, yo quisiera no tomar Coca-Cola pero no puedo evitarlo, la Coca-Cola, y mis perritas al lado. Algo muy curioso es que no suelo escribir en el ordenador, ahora ya más, pero siempre he escrito con bolígrafo, tumbada en la cama boca abajo y con las perritas al lado.

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