Entrevista a Miguel Ruiz Montañez por «El país de los espíritus»
Por Benito Garrido.
A propósito de su última novela El país de los espíritus (Ediciones Martínez Roca, 2011), hemos entrevistado al escritor andaluz Miguel Ruiz Montañez.
Miguel Ruiz Montañez nació en Málaga en 1962. Actualmente es profesor visitante en varias universidades americanas y, desde hace más de diez años, es profesor asociado en la Universidad de Santo Domingo, República Dominicana. Precisamente allí localizó su primera novela, La tumba de Colón (2006), un éxito de ventas traducido a más de doce idiomas. En esa obra el autor ya mostraba su pasión por ese trozo del mar Caribe, por una isla que conoce a la perfección. Posteriormente publicó El papa mago (2008), un thriller basado en los misterios del final del primer milenio. En ese segundo trabajo rescató al papa Silvestre II, uno de los personajes más relevantes y al mismo tiempo más ignorados por la historia. Ahora, con El país de los espíritus, inicia un nuevo viaje literario a la isla mágica de su primer título.
El país de los espíritus. Miguel Ruiz Montañez. Ediciones Martínez Roca, Madrid 2011. Novela. 512 páginas. 21,00 €
Un espíritu en Haití es mucho más que un espíritu. Es un alma libre, una corriente de energía que escapa de los templos, circula por doquier, anida en los rincones de las casas y se aloja en el interior de las personas. Hay muchas religiones en el mundo, pero ninguna como el vudú, donde el dios, el loa, se monta en el creyente, lo toma, lo maneja, lo mima y si el espíritu quiere, le trae el bien. O el mal…
La historia comienza en 1995, durante la visita del ex-presidente estadounidense Bill Clinton a la isla, y narra las aventuras de Hugo, un joven huérfano que, por una parte, quiere investigar la misteriosa muerte de su padre y, por otro, busca sobrevivir junto a su hermana.
Un país fascinante y desconocido, Haití, una cultura milenaria, una lucha a muerte entre los españoles y los indios por la conquista de la isla hace siglos, una sociedad de hechiceros cuyas raíces se pierde en la noche de los tiempos, el vudú, la leyenda de la flor de oro, un objeto que encierra un poder inconmensurable.
Miguel Ruiz Montañez, tras el éxito de sus anteriores novelas, regresa con una historia cargada de suspense, acción e intriga. Más allá del thriller, El país de los espíritus es una acertada radiografía de Haití, un lugar donde las antiguas leyendas y el vudú han arraigado de una forma asombrosa. Una novela necesaria para poder comprender el espíritu de un país.
Hay una parte del cielo que la gente niega, y a veces nos topamos con ella sin quererlo. En mi caso, el cielo de Haití se abrió sobre mí y me arrastró hacia un destino insólito. Este es mi testimonio, y el de las personas que junto a mí lucharon contra una montaña de creencias en el país de los espíritus. Esta historia me vapuleó como una garra sombría, y, por eso, mi intención al relatarla tal vez sea un deseo de autoprotección, un amuleto frente a esos espíritus que me acechan, un burdo deseo de que todo haya terminado…
Entrevista:
P.- ¿Cuáles fueron las razones que te llevaron a escribir este historia?
Esta novela, que es mi tercer libro, ha surgido de mi pasión por Haití. También refrenda mi compromiso con ese país, con el que llevo trabajando desde hace años. Sin duda, además de escribir una novela de misterio que atrape a los lectores, he intentado firmar un alegato a favor de una nación que nos necesita a todos.
P.- ¿Qué te atrae tanto de Haití y qué te ata a él?
He tenido la suerte de conocer muchos continentes, he viajado a muchos países, pero la atracción que sobre mí ha ejercido la isla de Haití, es inexplicable. Debe de haber alguna razón, tal vez esos mismos espíritus sobre los que escribo en el libro, por la que he estado atado a esa isla en los últimos años, y he escrito ya dos novelas sobre el lugar.
P.- Misterio, viaje, aventuras… Ya sé que esta pregunta no os gusta mucho a los escritores, pero si tuvieras que colocar tu libro en el estante de una librería, ¿dónde lo harías?
Buena pregunta. En realidad mi novela contiene todo eso, pero creo que el misterio es la base sobre la que se sustenta la trama, y por tanto, El País de los Espíritus debe ser catalogado como un libro de misterio, aunque los viajes y las aventuras impregnan la obra.
P.- Pero El país de los espíritus es algo más que una trama de misterio, es el conocimiento profundo de un país.
Sí, porque yo soy incapaz de escribir un libro sobre algo que no conozco. Entiendo a otros escritores, capaces de completar quinientas páginas de una novela ubicada en un lugar en el que nunca han estado, pero yo soy incapaz. De hecho, me encanta pasar el tiempo con una libreta en la mano, tomando notas en los mismos escenarios en los que luego mis personajes compondrán alguna escena.
P.- ¿Qué es exactamente el vudú que tú reflejas tan bien en tu novela? ¿tendríamos que acabar con los tópicos que lo rodean?
El vudú es una religión, una creencia cierta en unos dioses, y como tal debe ser respetada. Lo que ocurre es que fuera de Haití, y sobre todo en Europa, siempre se ha pensado que el vudú es una práctica maligna, muñecos con alfileres clavados y cosas así, cuando en realidad eso es una práctica de magia negra, que nada tiene que ver con las ceremonias vuduistas. Por razones de desconocimiento, aquí se ha mezclado todo, y ahora vudú suena a algo malo, pero no lo es.
P.- ¿Sigue siendo Haití un país poblado de espíritus?
Así es. En Haití nada ocurre si no es por la intermediación de un espíritu. Lo bueno, lo malo, todo ocurre porque un espíritu ha querido… Para cualquier cosa, se recurre a la ayuda de los espíritus: para que la chica que te gusta te haga caso, para curar enfermedades, para mil asuntos.
P.- El personaje de Hugo está entre investigador y superviviente. Pero más sobreviviente quizás, ¿no?
Sí, así es. El personaje principal de la novela, un chico de clase alta, criado en la abundancia, se ve inmerso en un episodio mágico que le transforma la vida. De repente, debe encontrar respuestas en un país muy duro, sobrevivir y tratar de descubrir la verdad en medio de una montaña de creencias que hasta entonces le habían sido ajenas.
P.- Y luego está el papel fundamental en la sociedad haitiana de la mujer luchadora.
Siempre he dicho que Haití se sostiene gracias a las mujeres. Si no fuera por ellas, el país se hundiría aún más. Si la gente sobrevive, si los niños comen, si las casas se mantienen, es gracias las mujeres. Por eso, esta es una novela donde las mujeres tienen un papel fundamental, a las que he querido rendir tributo.
P.- Novela inquietante, apasionada y a veces terrible. ¿Es también una dura crítica de la inestabilidad política del país?
Por supuesto. Los políticos no salen bien parados. Aquella isla tiene recursos: un lugar geoestratégico privilegiado, playas maravillosas, etcétera, pero la inestabilidad alcanzada por políticos corruptos durante décadas ha creado el país más inestable de América Latina, y eso es una pena. Efectivamente, la novela es dura, terrible a ratos, y eso inquieta, pero es que la realidad del país es así.
P.- Tres narradores diferentes. ¿Por qué este cambio de perspectivas?
Me apetecía escribir una novela original, con varias voces narrativas, pero todas marcando la trama de una forma secuencial, como parte del mismo misterio, contribuyendo a la intriga. He recibido muchas felicitaciones por esta idea, que creo han hecho de esta novela una obra literaria muy sugerente.
P.- ¿Qué es lo que te ha resultado más complicado a la hora de escribir este libro?
Tal vez saber expresar la realidad de un país tan duro sin pasarme, sin caer en la derrota y el tremendismo. Y sobre todo, buscar el optimismo, por mínimo que fuera, para poder expresar que incluso cuando las cosas están mal, siempre hay una salida.
P.- Destinas parte de los ingresos por venta de tu libro a ayuda humanitaria para el país caribeño. ¿Por qué este proyecto? ¿Está ya encaminada esa ayuda hacia algo concreto?
Sí, efectivamente he querido contribuir con las ventas de este libro a mejorar la situación de descalabro de los haitianos. Mi compromiso con el país, más allá de la literatura, es firme, y en mi perfil de Facebook se pueden ver muchas fotos de las acciones que he podido realizar con estos fondos.
P.- ¿Qué es ICODES? ¿Podrías explicarnos qué hace?
Es una ONG de la que tengo el honor de ser miembro fundador junto a otros colegas. Se dedica a la ayuda humanitaria, y también a la formación de personas con responsabilidades públicas en países desfavorecidos. Desde hace 10 años, siempre que puedo, contribuyo a través de esta organización a hacer este mundo un poquito mejor, modestamente, pero interrupciones.
P.- Si tuvieras que elegir entre la docencia y la escritura…
Pienso que escribir es un acto complejo, duro, solitario, y parir una obra no está exenta de esfuerzos. La docencia es más complaciente, más agradecida, porque el contacto con los alumnos te permite recibir el resultado de tus acciones de una forma inmediata.
P.- ¿Estás ya trabajando en alguna nueva novela?
En estos momentos tengo varias ideas en la cabeza, pero aún sin concretar. Las musas llegarán en algún momento…
P.- ¿Cómo recomendarías tu libro a un posible nuevo lector? ¿Podría ser un buen apoyo para aquel que se plantee visitar Haití?
Creo que es un libro que no va a defraudar a ningún lector: los que busquen emoción, misterio, intriga, lo tienen asegurado. Además, solo con descubrir un país tan interesante como Haití merece la pena. Y desde luego, si alguien tiene previsto viajar allí, mi libro le ayudará mucho.