Indomable (2011) de Steven Soderbergh

 

Por Alberto Quintanilla

 

 

Que Steven Soderbergh es uno de los directores más reputados y reconocidos del panorama internacional de la actualidad es algo que queda fuera de toda duda. Películas como Erin Brokovich (2000), Traffic (2000), Ocean’s Eleven (2001), Solaris (2002), Ocean’s Twelve (2004), El buen alemán (The Good German) (2006), Ocean’s Thirteen (2007), Che: El argentino (2008), Che: Guerrilla (2008), o la más reciente Contagio (Contagion) (2010) lo atestiguan. Aunque con las primeras citadas logró el calor del público, quizá la más aclamada y considerada por muchos entendidos del cine como película de culto sea uno de sus primeros trabajos: Sexo, mentiras y cintas de vídeo (Sex, lies and videotape) (1989).

 

Sea como fuere Soderbergh ha buscado géneros distintos a lo largo de su carrera, tratando de reciclarse como cineasta, aunque dejando siempre su impronta personal. Con su última película, Indomable (Haywire) (2011), de reciente estreno en España, se reformula en algunos aspectos y ofrece un producto completamente elaborado para ser consumido sin más aditivos que la acción pura y dura pero no logra un filme que vaya a ser recordado como importante en su trayectoria.

 

No apto para amantes del cine reflexivo, Indomable (2011) se configura como un popurrí entre la saga de Misión Imposible (1996), aderezado con ideas de El caso Bourne (2002), al que podemos también añadir alguna pincelada de James Bond. En definitiva, un cóctel de aventuras, que por desgracia queda en la superficie y naufraga por su flojo guión.

 

Proyectada fuera de concurso en el Festival de Berlín, Indomable (2011) falla en que peca de inconsistencia narrativa por los cuatro costados. Tiene muy arraigada su condición de producto de ficción y su mayor hazaña es demostrar que Gina Carano -famosa por ser una de las actrices del programa televisivo estadounidense Gladiadores Americanos-, es una experta en artes marciales e interpreta a una espía de primera, con un papel en el que cumple. Lástima de sus acompañantes, que quedan reflejados en papeles olvidables y testimoniales a pesar de su talento. Figuras como Ewan McGregor, Antonio Banderas, Michael Douglas, Bill Paxton, Mathieu Kassovitz y quizá el actor de moda del momento: Michael Fassbender, no son sino secundarios desdibujados. Muchos de ellos intentan ser villanos con peso pero carecen de cualquier atisbo de carisma.

 

En cualquier caso, en Indomable (2011) se podrá refugiar todo aficionado a la adrenalina, la acción sin pretensiones y cualquier amante del cine palomitero. Persecuciones con vehículos, peleas de artes marciales, espionaje, carreras a diestro y siniestro… en una palabra: ACCIÓN (sí, con mayúsculas). Una historia de venganzas y traiciones con ciudades como Dublín, Mallorca, Barcelona, Nuevo México o Nueva York de fondo. Bellos escenarios por los que discurre una trama insustancial, en la que lo único que hay que rascar –que quizá no sea poco- es la presencia de Carano, nuevo descubrimiento del género de filmes de acción.

 

 

Indomable (2011) se estrenó en España el pasado 2 de marzo de 2012.

 

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