Daredevil. Demonios y oscuridad
Daredevil. Demonios y oscuridad. Eduardo Serradilla. Pretextos Dolmen, 2007, 308 pp., 16,95€.
Por Carlos Javier González Serrano.
Daredevil es probablemente uno de los personajes menos seguidos del universo Marvel; a pesar de haber protagonizado algunos de los cómics más truculentos de la franquicia y numerosas tramas del más alto nivel literario, no podemos comparar el número de sus adeptos con el de otros héroes de La casa de las ideas: Spiderman, X-Men, Capitán América o Thor.
Para los lectores y amantes de las historias de Daredevil presentamos esta obra de Eduardo Serradilla, en la que se repasa, a través de más de trescientas páginas generosamente ilustradas y documentadas, todos los cómics y productos relacionados con Daredevil y Elektra –figura femenina (rodeada también de un halo misterioso) que desempeñará distintos papeles en la biografía del diablo rojo.
Daredevil nace como personaje de Marvel en 1964, en un nuevo intento de Stan Lee por ofrecer giros inesperados en la definición del superhéroe. Con la aparición de nuestro protagonista se dio un vuelco en tal concepción: a diferencia de otras figuras (fueran o no de la competencia, como Superman), en las que primaba el carácter superheroico de los personajes (fuerza, astucia, rapidez, inteligencia, etc.), Matt Mudock (abogado y alter ego de Daredevil) presenta una particularidad vulnerabilidad; sus poderes emergen para paliar una discapacidad previa, absolutamente humana: la ceguera.
Serradilla, a través de una prosa agradable y fluida, que nos invita a leer el libro de un tirón, explica el proceso de creación de Daredevil de esta manera: «La idea se le ocurrió [se refiere a Stan Lee] mientras leía un artículo sobre el funcionamiento del radar y el sonar, y cómo estos le daban la información al operador de los obstáculos que se encontraban delante. «Era como tener ojos en la oscuridad», diría el escritor. Con estas ideas y las experiencias del dibujante, el futuro héroe ciego logrará moverse con total normalidad al reaccionar su «sentido especial» de igual manera que un radar convencional, indicándole la posición de cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino».
Todas las habilidades que hacen a Matt Murdock convertirse en Daredevil nacen (y en este sentido podemos notar ciertos aires de DC, y en particular, de Batman) de su hercúleo esfuerzo: son sus años de duro entrenamiento lo que le convierten en un experto luchador y gimnasta. Más tarde, su dedicación a la justicia (también profesional, puesto que, como decimos, Matt Murdock es abogado de profesión) le convertirá en uno de los superhéroes más laureados de Marvel. Es en 1965, en su combate contra Namor (el Hombre Submarino), cuando Daredevil adopta finalmente la apariencia roja que hoy conocemos (originalmente el traje era en su mayor parte amarillo).
Por lo que toca a Elektra Natchios, amor universitario de Matt Murdock, hace su primera aparición en 1981. Elektra es hija de un diplomático griego asesinado por terroristas en busca de venganza (al igual que la Electra del mito griego, hermana de Orestes). La heroína conoce a Murdock en la Universidad de Columbia (Nueva York). Sin embargo, la muerte de su padre le sume en un fuerte proceso de depresión que la empuja a abandonar sus estudios, uniéndose al principio a una liga de asesinos llamada «Mano». Más tarde se convierte en una mercenaria independiente, llegando a luchar contra Daredevil…
Como curiosidad que pocos conocerán, en una de las historias que Marvel diseñó para Elektra, esta tiene un hijo con Lobezno: Salvaje (no podía ser otro el nombre). Por lo demás, Elektra ha aparecido en dos producciones cinematográficas: Daredevil (2003) y Elektra (2005); ninguno de estos encuentros con la industria del cine tuvieron gran repercusión, superando a duras penas el siempre delicado balance entre inversión y recaudación.
En 1982, Frank Miller (uno de los míticos guionistas y dibujantes de La casa de las ideas) hizo algo impensable: asesinar a la –por aquel entonces– popular Elektra. La heroína era objetivo del asesino profesional (y eterno enemigo de Daredevil) Bullseye; tras un combate épico entre ambos, este mata a Elektra con uno de sus sai (daga de tres puntas). Y como dicen que el amor todo lo supera, Elektra encontró fuerzas para ir a morir a brazos de Matt Murdock, quien más tarde venga su muerte como Daredevil. En 1983 Elektra resucita de mano de la Casta, enemigos de la Mano. Periplos propios de Marvel…
Si os atraen ambas figuras o sois lectores asiduos de sus cómics, no dudéis en pasar por vuestra librería y adquirir esta obra (muy económica, si tenemos en cuenta el número de páginas y la enjundia del texto) publicada en Dolmen, editorial siempre comprometida con el fomento de las historias de superhéroes y con la calidad literaria que en ellas se esconde.
Como autor del libro, sólo quiero agradecer su comentario y lo bien que trata el proceso de creación del que fuera mi primer pretexto Dolmen.
Muchas gracias
Un saludo
Eduardo Serradilla Sanchis