«Angustia» y «Palabras», de Helena Cosano

«Angustia», de Helena Cosano.

 

Angustia. La angustia.

Algo entre miedo y tristeza, aprensión y sufrimiento, tensión y dolor.

Los especialistas la llaman “ansiedad”, creen controlarla con unas pastillas que atenúan su intensidad hasta que nada importe, hasta que la mente sienta que flota y la vida adquiera la irrealidad de la muerte.

La angustia.

Miedo indefinido. Congoja del alma. Tensión del cuerpo, dispuesto a llorar, chillar, reír, arrojarse a un precipicio, o ahogarse en esas pastillas que borran la realidad.

Congoja del alma traicionada. Olvidar, dormir…  Anhelar la dulce muerte de las sensaciones. Cuando el alma infinita causa un dolor que el cuerpo no sabe soportar. Buscar el olvido. El sueño negro que borra esas imágenes que antes hacían llorar. Anestesiar el dolor. Matar la vida.

 

La angustia que crea.

La angustia que para aliviarse estalla en belleza.

La angustia del poeta, del pintor, la angustia que brota de los pozos del alma y las profundidades del tiempo, de la noche oscura de tormentas incomprendidas que se pueden sacar a la luz.

La noche que se hace día.

El dolor contemplado.

El miedo conocido que ya se puede afrontar.

El silencio que encuentra sus palabras.

Las palabras mágicas que traen la paz.

Las formas, los colores, los sonidos, los ritmos y vaivenes del dolor, que lo expresan y exhiben hasta convertirlo en arte.

La vida convertida en arte para no morir.

 

La angustia. 

La vida que duele.

El dolor de la vida en cada fibra viva, en cada criatura devorada por otra, en cada célula roída por el tiempo, en cada átomo eterno.

La vida que duele tanto que no es posible vivirla.

Solo el arte o la muerte.

Angustia.

El íntimo eco del mundo que sufre, que siempre ha sufrido y sufrirá, del dolor de todos los tiempos y de todo lo que existe, el dolor en el tiempo, el dolor del tiempo, el dolor fuera del tiempo; el eterno dolor.

 

Cuando creó el mundo, ¡que angustia infinita debía sentir el Creador!

Qué angustia deben sentir las galaxias engullidas por la oscuridad.

Cuánto debe sufrir la nada detrás del universo.

 

Cuánto dolor debe sentir Dios.

 

«Palabras», de Helena Cosano.

 

Palabras.

El viento las lleva, el recuerdo las trae.

Palabras pronunciadas, palabras no pronunciadas, palabras inventadas, palabras olvidadas, palabras soñadas…

Palabras.

Eco de un vacío en el recuerdo.

Obsesión de las palabras; posesión por las palabras; locura de las palabras, vacío de las palabras.

Dolor de un eco.

Silencio de las palabras.

Dolor de un recuerdo, pasado, presente y aún por venir.

Palabras fuera del tiempo.

Alienadas, ajenas, siempre presentes y tan lejanas.

Inconsistentes, siempre aquí, volando al viento, siempre en mí, retumbando su silencio, tan presentes y tan lejanas, siempre aquí, indiferentes, enamoradas y olvidadas, gélidas como tristezas revividas, desgarradoras de felicidades perdidas, arrastrándose en el silencio, fantasmas de los recuerdos muertos.

Palabras que invaden y que poseen, palabras muertas que viven en mí, colmando los abismos con su vacío, las tinieblas con su frío resplandor, lo perdido con una ilusión.

Palabras mágicas que capturan al vuelo el instante que vuela.

Palabras, ecos eternos.

Palabras muertas que viven en mí.

 

2 thoughts on “«Angustia» y «Palabras», de Helena Cosano

  • el 31 agosto, 2012 a las 4:11 pm
    Permalink

    Palabras, que bonita invocacion a lo intemporal, y que extraño la añoranza que produce a lo vivido, o soñado. Una balleza, gracias.

    Respuesta
  • el 15 junio, 2018 a las 3:14 pm
    Permalink

    como podemos resolver la angustia como tal _? , se que es una pregunta dificil por que depende de la circunstancia que afecta a la persona , pero existe alguna linea general de como tratar la angustia ?

    Respuesta

Responder a FRANCISCO CREPO Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *