Novela

Kossakovsky ilumina al Docs Barcelona 2012

Por Lorena Cervera.

Con 15 años en activo, el Festival Docs Barcelona se consolida como una plataforma de encuentro entre directores de documentales internacionales y nacionales, profesionales de la cinematografía, aficionados y jóvenes promesas que se han citado durante estos últimos días para visionar los 26 documentales programados.

 

Además de las proyecciones, englobadas en seis secciones, el Docs Barcelona ha ofrecido varias Master Class y el ya asentado Pitching Forum, que ha sido uno de los actos más esperados. Pero quien ha recibido más atención ha sido Victor Kossakovsky; el director ruso presentaba ‘¡Vivan las antípodas!’.

 

Con apariencia de genio excéntrico, Kossakovsky no ha dejado indiferente a su público. Con declaraciones tan provocadoras cómo: “las buenas personas no pueden ser buenos directores”, cautivó a muchos de los asistentes y no tan sólo por su incisión verbal, sino también por la espectacularidad de su obra. ‘¡Vivan las antípodas!’ es un documental rodado a las antípodas del mundo a base de planes imposibles y secuencias de una excelencia sobrecogedora.

 

Después de la sesión, todo el mundo quería interrogar a su creador. Hace 10 años que tuvo la idea de hacer ‘¡Vivan las antípodas!’. Dos años de búsqueda de financiación y dos años más para encontrar las localizaciones exactas, un valioso equipo técnico, todo tipo de artilugios cinematográficos, una buena sucesión de maravillosas coincidencias, algún catastrófico imprevisto, un buen puñado de intuición y una sensibilidad tan especial como única. Estos podrían ser los ingredientes para hacer una obra tan majestuosa.

 

Ahora bien, pocos directores de documentales tienen la suerte de contar con los medios de los que dispone Kossakovsky para hacer sus documentales. Incluso, al director ruso le cuesta encontrar financiación porque, tal y cómo dice en la entrevista que le hicimos en el marco del Festival, “los directores tienen talento para hacer documentales pero no hay productores”. Para él, uno de los grandes problemas que afectan a la industria del documental es que los productores no apuestan por este género cinematográfico.

 

Y no sólo esto. En la Master Class que ofreció, también se quejaba precisamente de lo contrario. La gran cantidad de personas que quieren dedicarse a la dirección de documentales. Según Kossakovsky, muchos se piensan que para tener una cámara de vídeo ya pueden dirigir documentales, pero no es sólo esto. Para él filmar es sinónimo de felicidad, la diferencia entre un film de ficción y un documental es la sensibilidad, la intuición se una herramienta esencial. Todo esto compone el punto de vista y la capacidad o no de poder hacer una buena película documental.

 

¿Queréis ver el vídeo de la entrevista? Podéis dirigiros al artículo original de Culturamas Barcelona

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