David Fernández Sifres y Francisco Díaz Valladares, Premios Ala Delta y Alandar 2012

Por Redacción Librolandia.

 

 

El escritor David Fernández Sifres, con su obra Un intruso en mi cuaderno, ha resultado ganador del XXIII Premio de Literatura Infantil Ala Delta, convocado por el Grupo Editorial Luis Vives y dotado con 12.100 € .

 

El jurado, presidido por doña Mª José Gómez-Navarro, e integrado por doña Marina Navarro, bibliotecaria; doña Ana López Andrade, profesora; doña Carmen Blázquez, crítica; doña Mónica Rodríguez Suárez, escritora; doña Violante Krahe, coordinadora del departamento de publicaciones generales de la editorial y don Ignacio Chao, que actuó como secretario, decidió, por mayoría, premiar el original presentado con el título Un intruso en mi cuaderno.

 

David Fernández Sifres (León, 1976) es licenciado en Derecho y funcionario de la Escala Superior de Técnicos de Tráfico. Aunque ha sido galardonado en cerca de una veintena de premios de relato corto, el premio más relevante de su reciente trayectoria literaria es el Alandar, que obtuvo en la pasada edición por la novela El faro de la mujer ausente y que le ha permitido hacerse un nombre en la literatura infantil y juvenil española. Tras la argentina Lydia Carreras, es el segundo autor que obtiene de manera consecutiva los dos premios literarios convocados por Edelvives.

 

Sobre la obra premiada, David nos cuenta: «Un intruso en mi cuaderno es una historia de amistad; de búsquedas y esperanzas. Mariano, el enfadado protagonista, pasa de querer conocer la identidad deldibujante misterioso que le pinta mariposas en el cuaderno, a interesarse por la persona: ¿Por qué le dibuja mariposas cada día? ¿Por qué a él? ¿Qué necesita decirle? Sin saberlo, esas mariposas serán la llave que les permita afrontar una situación que Mariano no puede siquiera imaginar».Sobre lo que para él supone el premio Ala Delta, confiesa que «uno no se acostumbra a ganar premios,así que, al conocer la noticia, sentí lo mismo que el año pasado al recibir el Alandar: una alegría desbordante que impidió que se me borrase la sonrisa durante horas. Es una satisfacción indescriptible ser reconocido en dos ocasiones por Edelvives. Aún tenía reciente el Alandar y me encuentro con el AlaDelta. ¡Qué maravilla!».

 

Francisco Díaz Valladares, XII Premio Alandar

 

El escritor Francisco Díaz Valladares, con su obra Antares, ha resultado ganador del XII Premio de Literatura Juvenil Alandar, convocado por el Grupo Editorial Luis Vives y dotado con 12 100 €. El jurado, presidido por doña Belén Martul, e integrado por doña María José Gómez-Navarro, editora; doña Luisa Mora, bibliotecaria; don David Fernández Sifres, escritor; don Pablo Barrena, crítico literario; doña Andrea Villarubia, profesora; y don Juan Nieto Marín, que actuó como secretario del mismo, decidió, por unanimidad, premiar el original presentado con el título Antares.


Francisco Díaz Valladares
 (Villamanrique, Sevilla, 1950) ha ejercido de militar y ha viajado por medio mundo durante treinta años hasta comenzar, tardíamente, su andadura literaria, caracterizada por unestilo de novela realista que tanto viaja a otras culturas como se preocupa por temas de actualidad,caso del narcotráfico en el estrecho de Gibraltar o las comunidades de hackers informáticos. El Alandar es el primer galardón con el que se reconoce una de sus obras narrativas.

 

«El mar ha sido desde siempre un referente en mi vida —confiesa Díaz Valladares—. De hecho, casi todasmis novelas las he escrito frente al mar y a veces me parece que las ideas no fluyen de la misma forma sin él delante. Además, me gusta navegar. Tengo un barco, buenos amigos marineros, navegantes, y entre las páginas de mis novelas casi siempre se filtra un tufillo a sal marina. Mi amigo Luis de Alba,capitán de remolcadores, me invitó a pasar un día en el remolcador San Roque. Nos metimos en elEstrecho de Gibraltar y nos pilló una buena tormenta. De ahí surgió la idea de escribir esta novela en laque Keka, hija y nieta de marinos, una adolescente que lleva agua de mar en sus venas, aprovecha una mañana la falta de clases en el instituto para acercarse al puerto a saludar a su padre, capitán del remolcador Antares, y ver de paso a Abdú, el chico que le gusta. Al llegar, el remolcador está desierto. Sin pensarlo, sube a bordo, se tumba en el camarote de su padre a esperar que lleguen, pero se queda dormida. Cuando despierta, el remolcador ha zarpado para rescatar a unos náufragos. Sin posibilidad de volver a puerto, el capitán debe cumplir la misión con su hija a bordo y Keka vivirá en su propia piel el drama de la emigración y el negocio sin escrúpulos que genera».

 

La noticia del premio «al principio casi me provoca un infarto, porque no lo esperaba. Luego, una enorme satisfacción, por la importancia del premio Alandar en el mundo de la literatura juvenil. Aunque ya llevo unas cuantas novelas escritas, este es mi primer premio e imagino que debe de ser como la aparición del primogénito. De todas formas, pasados los primeros momentos de euforia, abres el frigorífico, te das cuenta de que te falta de todo y la realidad cotidiana se abre paso de nuevo. Pero es innegable que el premio me da un gran aliciente para seguir contando mis historias».

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