Boardwalk Empire y la magia de las series
Por Javier Franco.
Con la resaca de los Globos de Oro todavía reciente, conviene hacer repaso a aquellas series que se quedaron fuera del palmarés aunque a todas luces merecieran algún reconocimiento. Homeland, la serie de Showtime, fue la gran vencedora de la velada, sin embargo, otras cuantas series estuvieron hasta el último momento en las quinielas. Entre ellas Boardwalk Empire, firme candidata a llevarse el galardón a mejor serie dramática y que, a la postre, se fue con las manos vacías. La historia televisiva auspiciada por el legendario director Martin Scorsese tuvo que ver desde la barrera como sus competidores subían al escenario varias veces para recibir una estatuilla que, de momento, se le resiste en este 2012. Y ello a pesar de que este año el retraso de Mad Men y la inexplicable ausencia de Breaking Bad en algunas categorías ponía la alfombra roja a la producción de HBO.
Steve Buscemi, actor que protagoniza este drama situado en la época de la Ley Seca, era otro de los favoritos para triunfar en los Golden Globes. Sólo un soberbio Bryan Cranston en su papel de Walter Whitman (Breaking Bad) parecía tener oportunidades de arrebatarle semejante honor. Tampoco fue así. Kelsey Grammer se llevó el gato al agua con su papel en The Boss y certificó el “fracaso” de Boardwalk Empire en la última edición de los Globos de Oro. Visto el resultado, cabe preguntarse si la serie de HBO hubiera tenido posibilidades de llevarse algún otro galardón en el caso de que hubiera habido alguna otra categoría a la que postularse. Recordemos que estos premios tienen también su sección de cine y, por tanto, en el apartado dedicado a la pequeña pantalla sólo se premian series completas y actores. Una pena, porque viendo series como Boardwalk Empire dan ganas de darle un premio especial a la producción, a los escenarios cuidados y al gusto por las cosas bien hechas.
Ambientada en la Atlantic City de los años 20, la serie marca un antes y un después en lo que a medios cinematográficos se trata. Buena parte de la culpa la tiene Brainstorm Digital, compañía neoyorquina dedicada a crear los efectos especiales que “adornan” las escenas de la histórica ciudad portuaria. Hasta la fecha el estudio había ofrecido sus servicios a películas como The Road (2009, John Hillcoat) o las adaptaciones al cine de El Codigo Da Vinci (2006, Ron Howard) y Ángeles y Demonios (2009, Ron Howard). Sin embargo, con la serie de HBO la empresa norteamericana hacía su debut en el terreno televisivo.
Dos años después, Brainstorm Digital ya puede presumir de haber ganado un premio Emmy por su trabajo en Boardwalk Empire, superando a pesos pesados del género como The Walking Dead y Game Of Thrones. Un galardón que parece totalmente merecido viendo el estupendo trabajo que hacen para seguir manteniendo la magia de la televisión, que, visto lo visto, cada vez parece menos la hermana pequeña del cine.
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