Clara Obligado, cronista de vidas errantes
Por: María J. Mateo
Páginas de Espuma publica su última obra de relatos, El libro de los viajes equivocados
Clara Obligado desconfía de las versiones oficiales. De los testimonios certificados que recorren la historia de las grandes gestas, esa que escriben los convenidos “héroes y villanos”, cronistas de verdades encubiertas. Por eso en su última obra, El libro de los viajes equivocados (Páginas de Espuma), la autora española-argentina urde una red de historias anónimas que protagonizan personajes aparentemente corrientes que tienen un elemento en común: la experiencia del viaje. El relato de estas vidas errantes -narradas sobre el telón de fondo de la Revolución Francesa, la Segunda Guerra Mundial o los movimientos migratorios entre Europa y América de los pasados siglos- encierra un texto más amplio, cuya trayectoria se torna a veces en una espiral. Los personajes deambulan así sobre una línea curva en la que “todo se repite y se descoloca a la vez” y en donde, en cada giro, las oportunidades redundan para poder enmendar quizá los errores del pasado. Una propuesta reflexiva con la que Obligado, que se declara “optimista depresiva” o “depresiva momentánea”, trata de estimular las conciencias.
El viaje del conquistador, el del exiliado, el del turista, el forzoso que el prisionero realiza hacia un campo de concentración… todos estos recorridos están presentes en la obra. ¿Qué significado alcanza el viaje en este libro?
Y el viaje del amor, o de la maternidad… todos nos movemos, todos viajamos. Vivimos en una época donde la emigración y el cambio son una realidad para mucha gente, y es tonto pensar que en nuestro destino estará la elección de un solo lugar. Hace unos años, había en España una actitud muy negativa con los emigrantes, y ahora, con la crisis, muchos españoles jóvenes tienen que emigrar. Vamos y venimos, no es fácil, pero también es enriquecedor.
Retoma una larga tradición literaria en la que se concibe la “vida como viaje”. ¿Qué novedad aporta El libro de los viajes equivocados?
Aportar novedades es algo francamente difícil y sería un poco soberbio de mi parte pensar en esos términos. Pero lo que sí pienso que aporta mi libro es una reflexión sobre nuestra época, una serie de imágenes que pueden dejarnos pensando cómo es este mundo en el qué vivimos, cuál es nuestro futuro, qué tiene que ver el pasado con lo que somos hoy. Mi libro, con suerte, aporta una mirada reflexiva.
¿Por qué son viajes equivocados? ¿Subsiste una visión desesperanzada o es que el equívoco no lo es tanto?
Vivimos en un tiempo de grandes desesperanzas, del fracaso evidente de una forma de vida. Pasamos de las grandes esperanzas a todo lo contrario pero lo lógico sería que las cosas volvieran a girar en algún momento, siempre sucede así. El tema es ¿aprendemos algo en cada giro de la historia? Digamos que soy una gran optimista depresiva, o una depresiva momentánea que cree que todo va a salir mejor. O que, simplemente, la condición humana está hecha de contrastes y de cambios. Lo bueno y lo malo, la esperanza y la desesperanza se mezclan.
Sus protagonistas asisten a escenarios distintos a los que imaginaron en un principio ¿Qué peso tiene en sus vidas la voluntad? ¿Y el azar?
Mis personajes se ven arrastrados por el azar, pero intervienen también en ese azar, es decir, en alguna forma lo provocan, lo modifican. Nada es fruto de la mera casualidad, pero tampoco lo es de la voluntad. Digamos que se trata de un azar dirigido, o de una casualidad voluntaria.
Las historias se entremezclan en ocasiones, o incluso, reinciden en distintos tiempos. ¿No cree en la linealidad temporal?
Hay un tiempo que poco tiene que ver con el del reloj, que en realidad no es más que una convención. El tiempo del recuerdo, por ejemplo… Un recuerdo puede ser más presente que algo que nos sucede ahora mismo… O los deseos, el futuro, también vive con nosotros mezclándose con el aquí y el ahora. Luego está la física y sus descubrimientos, los agujeros negros, por ejemplo… ¿Qué es el tiempo? Es una pregunta que el ser humano se hace desde siempre. Mi libro también se interesa sobre este tema, sobre el tiempo que avanza, pero que gira, que anticipa y retarda a la vez.
La trayectoria que recorren tiene forma de una espiral en la que “todo se repite y se descoloca a la vez”. ¿Una revisión del eterno retorno?
No estrictamente. No creo que haya un eterno retorno, pero sí muchas analogías en el tiempo, situaciones que parecen muy distintas pero que tienen algo de repetición descolocada. Por ejemplo, me parece que la persecución a los judíos, que se produce en Europa, no es demasiado diferente de la persecución a los extranjeros, por ejemplo, que se produce ahora mismo. Es tan terrible morir en un campo de concentración como en una patera, aunque las circunstancias sean diferentes. En el fondo subyace una misma manera de ver el mundo, un miedo al diferente que no hemos logrado superar. Si ponemos un hecho al lado del otro, tal vez la lección de la historia resulte más evidente. Surge entonces una pregunta a propósito de la experiencia: ¿cómo podemos aprender a ser más humanos?
Los personajes son, además, personas anónimas a través de las cuales se evocan episodios históricos como el Desembarco de Normandía, la Revolución Francesa o el horror de los campos de concentración nazis. ¿Qué aportan estos tipos corrientes que no logran los nombres que escriben la historia oficial?
La historia, en líneas generales, se ha escrito desde los llamados «héroes» o desde los villanos… pero en realidad, la historia la hace la gente “normal”. Sin la gente “normal” que apoya tal o cual gesta no habría gesta. Y, casualmente, esos líderes suelen ser hombres. Ver la historia desde otro lado es una tarea que todavía tenemos pendiente.
Dice que Borges (de quien fue alumna) le enseñó a no sacralizar la literatura ¿Hace daño la lente aumentada con la que la percibimos a menudo?
Sí, creo que hay que quitar cierta solemnidad al arte ya que es parte de la vida, una fuente de placer y reflexión a la vez.
¿Qué aporta la literatura a nuestras vidas?
A mi vida se lo aporta todo, o casi todo. Diversión, vuelo, reflexión, placer, conocimiento: no entiendo por qué la gente no lee mucho más. Además, quien lee nunca está solo, es capaz de viajar en el tiempo y el espacio con un artilugio tan sencillo como barato: un libro. Recuerdo un verano, al poco tiempo de llegar a España. Estaba sola y no tenía dinero. Madrid me resultaba bastante inhóspito, y ni soñando podía tener ningún plan de vacaciones. Entonces decidí leer novelas de viajes: nunca un verano me ha resultado tan movido: conocí la isla desierta de Robinson Crusoe, el país de Gulliver, pasé frío con los cuentos de London, me fui al oriente con los relatos de Yourcenar. El gusto por la lectura nos augura una vida mejor, o varias vidas a la vez, llenas de aventuras que sucederán sin sin movernos de casa.
El libro de los viajes equivocados es un libro de relatos que, leído en el orden en que se plantea, encierra un “texto más amplio”. ¿Podría leerse entonces como una novela?
Es un libro de relatos con vocación de novela, o una novela que se desgrana en cuentos. Hay algo general, que es la marcha del universo y sus historias, y luego los fragmentos, las estrellas independientes de la constelación. Me gusta que se vea el todo y las partes a la vez, era un reto.
Ha trabajado todos los géneros con excepción de la poesía. ¿Se atreverá en un futuro con ella o prefiere mantenerse como fiel a la prosa?
No, no creo que escriba nunca poesía. En mi familia ha habido varios escritores hombres y poetas, tal vez he tenido que buscar mi identidad en otro género, en todos los sentidos. Me gusta la poesía, la leo, la admiro. Pero no creo que la escriba nunca. Aunque… el relato y la poesía no están demasiado alejados.
¿En qué género se siente mejor?
El género depende de la historia que quieras contar. Me gusta mucho escribir artículos para revistas, por ejemplo, y también me gusta escribir en blog. La novela es muy trabajosa, pero también bastante divertida. Los cuentos son muy difíciles de escribir, pero también terriblemente gratificantes. El ensayo me interesa, pero dentro de la propuesta de la divulgación. Ya ves… de todo un poco.
¿Qué ha supuesto esta obra para su trayectoria?
Este es mi libro número doce, sin embargo prefiero decir que no tengo una trayectoria y que soy simplemente una escritora que intenta ser honesta con lo que hace. No estoy haciendo una carrera en el sentido tradicional de la palabra, no pretendo éxito ni gloria ni dinero. El mundo editorial es demasiado difícil y se pagan precios muy altos por este tipo de elección. Si llegan, por supuesto que estaré contenta y agradecida pero, por decirlo de una manera un poco solemne: no estoy dispuesta a vender mi alma al diablo. Y entendamos por diablo al mercado, que tiende a corromper lo que toca, como bien se ve en estos tiempos. He decidido mantener mi libertad creativa, así que mi trayectoria seguirá siendo lo que ha sido hasta ahora: el intento de que cada libro diga exactamente lo que yo quería decir y que esté, formalmente, trabajado con toda la seriedad y sinceridad de la que soy capaz.