La familia del aire – Miguel Ángel Muñoz
Por: Carlos F. Romero
La familia del aire, de Miguel Ángel Muñoz. Páginas de espuma. Madrid, 2011. 480 páginas. 29 €.
Todo amante del cuento sabe que existe un blog de referencia desde hace más de cinco años. Me estoy refiriendo a El síndrome Chéjov, claro, cuyo autor es Miguel Ángel Muñoz, también cuentista. Pero no es el momento de hablar del Miguel Ángel Muñoz escritor, sino del Miguel Ángel Muñoz blogger. En su bitácora da cuenta de todo lo relacionado con el relato, amén de incursiones en otros campos. Una de las secciones que le granjearon más visitas fue la dedicada a entrevistar a cuentistas españoles, desde los más consagrados como puede ser el caso de José María Merino o Cristina Fernández Cubas, a otros autores más desconocidos como Sara Mesa, pasando por referentes de los últimos años, como son el caso de Eloy Tizón o Ángel Zapata.
Desde que empezaron a publicarse estas entrevistas tuve el deseo de que alguna vez vieran la luz en forma de libro. En más de una ocasión estuve tentado de imprimirlas y encuadernarlas, pero me parecía un poco sacrílego unir todas esas preguntas y respuestas en un canutillo negro, así que prefería ir a su fuente original para releerlas. Ahora, la editorial Páginas de Espuma las reúne como se merecen: con una portada impresionante a cargo de Fernando Vicente; un prólogo muy interesante del propio Miguel Ángel Muñoz; y estructuradas en diversos capítulos, desde los decanos del género hasta los nuevos nadadores, en homenaje a uno de los grandes del género, John Cheever.
De las treinta y seis entrevistas no voy a hablar, es ridículo. De hecho, el propio intento de realizar una reseña de este libro es poco menos que innecesario. Las conversaciones que mantiene Miguel Ángel Muñoz con sus iguales me parece que hablan por sí solas. Muñoz compagina con gran habilidad e inteligencia preguntas relacionadas con el análisis de las obras de los autores entrevistados, con otras de carácter más general como pueden ser sus autores preferidos o un cuento que les sorprendiera en su momento. Los entrevistados se entregan en cada una de las respuestas. Al final, uno tiene la sensación de estar asistiendo a una charla entre dos amigos.
Alguno echará en falta algún nombre clave del cuento actual, y el propio autor reconoce la tara: “sin embargo, acabé por entender que el que pudiera publicarse un libro con ausencias incontestables era también una demostración de la riqueza y el vigor del cuento español de los últimos años”. Podríamos aplicar aquello de que no están todos los que son, pero son todos los que están.
Lo que sí me parece interesante es subrayar la necesidad de leer este libro con un lápiz a mano o, si sois muy puristas, con una libreta y un bolígrafo porque este libro es imprescindible a la hora de conocer por dónde camina el cuento español en estas dos últimas décadas.