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Encuentro con Elvira Lindo: "Lugares que no quiero compartir con nadie"

 
Por Benito Garrido.
Fotografías de Pablo Álvarez.
 

Con motivo de su última libro Lugares que no quiero compartir con nadie (Editorial Seix Barral, 2011), hace unos días asistimos al encuentro al que nos convocó la escritora andaluza-madrileña Elvira Lindo en el Hotel de las Letras de Madrid.

 

Lugares que no quiero compartir con nadie es un libro inclasificable, en el que la autora hace un recorrido por todos esos espacios de Nueva York que para ella tienen un algo especial, lugares que le evocan momentos concretos, o situaciones que se convierten en singulares al tamiz tan particular de su perspectiva.  Se convierte así el texto en un retrato de sí misma.  Pero no se trata de un simple listado de sitios, sino que es un libro con claro recorrido argumental: con la excusa de visitar a un psiquiatra que vive en Queens (zona muy alejada de su residencia habitual) la autora protagonista aprovecha para viajar por la ciudad y traspasar al texto su experiencia.  A medida que va conociendo los escenarios y rincones que han marcado su paso por la gran ciudad, nos va haciendo partícipes de los mismos.  Bares, calles, restaurantes, parques, pastelerías, hoteles o incluso escenarios de películas que forman parte de la vida cotidiana, y que normalmente no se comparten con nadie, por temor a que pierdan ese halo tan exclusivo con el que uno mismo los vive.

 

Recién llegada de Nueva York, la autora contesta nuestras preguntas con esa libertad de palabra que le caracteriza, con esa personalidad propia resultado natural de una mezcla entre cultura popular y refinada formación.  El libro surgió como alternativa a las continuas cartas y comentarios de los lectores que iba recibiendo, y en los que se preguntaba por lugares recomendables (hoteles, restaurantes, edificios…) de NY fuera de las guías habituales de la ciudad.  Yo siempre me reservaba algo, lo más auténtico, aunque para mí eso simplemente fuese un diario cotidiano de los locales y calles que pueda transitar.  Nos cuenta que la ciudad, independientemente de la imagen de película que pueda dar, es un espacio de ocho millones de personas que cada día trabajan duro y que por tanto, no siempre tienen que estar contentas.  Cuando ella llegó a NY quiso conocer esa vida secreta de la ciudad: dónde va la gente a pasear, qué se hace los domingos aparte de visitar monumentos, las manías urbanas de los ciudadanos…  En fin empaparse de vida americana.

 

No es un listado de sitios, es más como un hilo argumental que me permite hablar por ejemplo del Sugar Club, cerca de Lincoln Center, un local de jazz hortera con música muy de los 70 al que solo van negros, pero que tiene un toque muy peculiar, genial.  Cuando le preguntamos por la buena vecindad de los neoyorquinos nos comenta que a veces prestan ayuda, pero también pueden ser muy neuróticos.  Puede ser que NY esté muy idealizado, cuando como todas las ciudades, puede ser a veces dura y agobiante, pero no detestable; sí es una ciudad muy flexible ya que allí convive gente de todo el mundo (nadie se siente especialmente extranjero).  Es más, nos dice que según las estadísticas (a las que son muy amantes los americanos), los ancianos de NY viven más años que los del campo pues tienen más actividades por hacer y más vida social.

 

En el libro se ve que lo que más esfuerzo cuesta es precisamente de lo que más se aprende: controlar el idioma, tener conversaciones, manejar culturas diferentes, ser más tolerante con personas que no son como tú, no ser tan impulsiva a la hora de opinar…  Nos confiesa que ahora se siente extranjera y neoyorquina a la vez.  Escritora muy espontánea: no tardé mucho en escribir este libro, pero sí tardé mucho en vivirlo.  Con una vida a caballo entre NY y Madrid, finalmente nos confiesa que también podría plantearse escribir un libro en esta misma línea pero de nuestra capital.

 

Prosa madura pero muy familiar y cercana, que busca la empatía con el lector.  Elvira Lindo, haciendo uso de sus vivencias, y de su propia voz como hilo conductor, nos permite emprender un viaje entretenido y vital, enérgico, cargado de esos momentos que nos gusta contar solo a las personas más allegadas.  Una fantástica narradora que a fuerza de naturalidad y sencillez sabe llegar a todo lector ávido de textos frescos que digerir.

 

Elvira Lindo (Cádiz, 1962) comenzó estudios de periodismo, pero los abandonó al comenzar a trabajar en la radio con solo 19 años.  Hizo labores de guionista, locutora, comentarista y presentó varios programas de radio.  Es en estos guiones donde surgió el personaje de Manolito Gafotas, que desde la publicación del primer libro de la serie en 1994, goza de un gran éxito.  También ha publicado las novelas El otro barrio (1998), Algo más inesperado que la muerte (2003), Una palabra tuya (Premio Biblioteca Breve 2005) y Lo que me queda por vivir (2010).  Gran escritora de crónicas en el periódico El País, recopiladas en varias ocasiones, también ha escrito teatro.

 
Lugares que no quiero compartir con nadie.  Elvira Lindo.  Editorial Seix Barral, Barcelona 2011.  240 páginas.  18,00 €
 

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