“60 gramos”, Sergio Gómez García
Por Rocío Orovengua
Con el poemario “60 gramos”, Sergio Gómez García (Puerto de Sagunto, 1976) recibía este año el primer premio de poesía Delegación del Gobierno en Aragón-Cajalón en su VII edición.
En sus páginas, el peso de la memoria dura sesenta segundos y se repite hasta el infinito. Mezclando presente y pasado, materia y tiempo, “pecios bajo la puerta del sueño ahogado”, Sergio Gómez ha escrito el diario de su cuerpo. Gramo a gramo, segundo a segundo, nos deja en la piel el tatuaje de los recuerdos que componen su memoria.
Una poesía sombría, estructurada, pero donde anida la belleza del misterio y una invitación a otras miradas sobre el vivir: “la memoria es un hueso roto en la calzada”.
En sesenta poemas, breves y condensados, donde a veces es el silencio quien habla, que “muestra” pero no “demuestra”, Sergio Gómez entabla un diálogo consigo mismo, con el lector, con T. S. Eliot y Baudelaire, una voz múltiple de palabras y preguntas en carne viva con las que ha construido, como hizo Alejandra Pizarnik, «el poema del cuerpo con mi cuerpo».
00:01.
Mi peso
es
gramo a gramo
mi memoria.
Mi memoria
es
gramo a gramo
el cadáver de un animal en la carretera.
00:12.
el pulso repetido huye de las venas la sangre de Baudelaire inunda las avenidas corriente del corazón desnudo
recuerdo de próximos lechos embriaguez de los números labios encinta cielos irónicos de los bulevares
el océano desciende hacia el muelle tras él crecen uñas en el asfalto
el mar llega al mar el pulso repetido
00:27.
Hilos de piel,
pecios bajo la puerta
del sueño ahogado.
.
La noche hace agua el tiempo.
El hombre cae en el hombre.
.
Sergio Gómez García, “60 gramos” (Editorial Aqua, 2011)