"Un paquete para el mánager", de Arturo Seeber
UN PAQUETE PARA EL MÁNAGER – Arturo Seeber – Editorial El Garaje – 160 páginas – 12 euros.
Por Miguel Baquero.
Quienes conocemos a Arturo Seeber Bonorino (corrector, maquetador, articulista ocasional de extraordinario gusto) nos preguntábamos para cuándo el debut literario de este argentino amante de las Letras, invitado en su día nada menos que a la casa de Borges. Sabíamos por referencia que “algo” estaba escribiendo, y alguna vez presentó algún fragmento a concursos literarios, quedando ganador en varios de ellos. Así que cuando tuvimos noticia de que un libro suyo veía, al fin, la luz nos faltó tiempo para lanzarnos sobre sus páginas. Y la impresión, al término de la lectura, no pudo ser más agradable; aunque hay que reconocer que partíamos con ventaja: sabíamos que Seeber no nos iba a defraudar.
Los diez cuentos, diez rounds, que componen Un paquete para el mánager están ambientados en el mundo del boxeo. Más en concreto en la ciudad de Buenos Aires y, para ser más preciosos todavía, en torno al Luna Park, ese gran estadio (algo así como el Madison Square Garden neoyorquino) donde se han forjado todas las leyendas, las alegrías, los dramas y los mitos que rodean al deporte de las doce cuerdas en Argentina, un país de gran tradición boxística. Seeber nos habla en la presentación de Pascualito Pérez, que llegó a ser campeón del mundo, y del Mono Gatica, arruinados por el alcohol de forma tan fulgurante como llegaron a la cumbre, y que murieron de trágica forma en las cercanías del escenario de sus triunfos; de Ringo Bonavena, al que mataron de un tiro en Las Vegas tras un oscuro asunto de faldas; y también de Horacio Accavallo, extraordinario caso de púgil que supo ahorrar e, invirtiendo con cabeza, montó una exitosa cadena de ropa deportiva… Pero esta de Accavallo es, como se ha dicho, la excepción.
Los cuentos de Un paquete para el mánager tienen como fondo ese mundo de sudor, linimento y cejas partidas, un mundo que, sobre las circunstancias y las vivencias de cada uno de los personajes de estos cuentos, se convierte en el verdadero protagonista del libro. Se trata de un universo sórdido, a menudo tocado por la corrupción y los combates amañados, lindante con la delincuencia, medro ideal para los tipos duros y fornidos que, al colgar los guantes, entran a servir como guardaespaldas de oscuros individuos. Es también un universo de juguetes rotos, como los citados arriba Pérez y Gatica, de figuras arruinadas por el vicio, o noqueadas para siempre por un golpe en la sien que les desplazó el cerebro ante los aplausos enfervorizados de los espectadores. Ese universo, en fin, que unas cuantas buenas novelas y aún mejores películas nos han hecho familiar como paradigma de lo sórdido, de lo turbulento, de lo dramático en ocasiones… pero en el que también cabe, de vez en cuando (digo más: seguramente sea así la realidad), un gancho limpio, una victoria gloriosa, unas gradas aplaudiendo en pie, un cinturón de oro, ganado con total limpieza, ciñendo un abdomen trabajado en largas sesiones de gimnasio junto a un entrador humano y comprensivo.
Hacía ese lado digamos “limpio” del boxeo, hacia el lado del triunfo, de la gloria, del negocio de Accavallo montado en buena ley, es hacia el que tratan de llegar los personajes de estos cuentos, hacia el que saltan desde su taburete según suena la campana, fintando y ajustándose el protector en la boca con la mayor esperanza… Sin embargo, la vida pega duro, muy duro, por más que uno intente protegerse entre las cuerdas, y de distintas formas, por distintas causas, pero siempre por un golpe demoledor, los protagonistas de estos diez relatos acaban cayendo sobre la lona y oyendo, difusamente, cómo el árbitro comienza una cuenta de protección de la que no podrán ya levantarse.
Narrados con un lenguaje lleno de sabor porteño y deje lunfardo, en lo que es un auténtico regalo para el oído, con los relatos de Un paquete para el mánager Arturo Seeber escribe su nombre entre los más prometedores cuentistas actuales en castellano. Un libro, en suma, totalmente recomendable, primera obra de un autor a seguir.