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Bitácora de amor para un extraño viaje

Por Daniel María.

 

Como adoro a Rafaela Aparicio me he empleado en la hercúlea tarea de ver el más de centenar y medio de películas en las que la actriz trabajó. Un día, una de ellas resultó ser El extraño viaje (1964). Así descubrí la película: por amor a Rafaela. Luego, el primer visionado me sumió en la más perpleja admiración y los sucesivos pases aumentaron mi amor por El extraño viaje (1964). Esta película no era como las demás y al meter la cabeza en su misterio ya su impuesto malditismo tampoco se parecía a nada. Cuando Domingo-Luis Hernández aceptó mi propuesta de dedicar un número de la revista La Página (que él dirige desde 1989) a El extraño viaje (1964) una nómina de artistas y críticos se presentó ante mí con sus generosos testimonios. Considero que hay personas a quienes El extraño viaje (1964) marcó su vida personal y profesional. Ese es mi caso, como también le sucedió a Jesús García de Dueñas y Luis Alegre. El número resultante de la revista La Página, el 81/82 en diciembre de 2009, fue el primero en España que atendió por completo la película de Fernando Fernán Gómez. Pero tras la presentación del número en Madrid, mi empeño fue otro: publicar el guion de la película, que no se limitaría a la latosa labor de escanear sus ciento cincuenta folios, pues había que sumar también la tarea de transformar el guion en una aparente novela que facilitara su lectura y la presencia del futuro libro en las librerías de España. Este proceso de novelar El extraño viaje (1964) fue tan divertido como luminoso, pues me permitió profundizar en la genialidad del texto, es decir, en las puertas secretas que solapan la gracia y el descaro de un humor tan trágico como natural. Cabe aclarar aquí que dicha conversón en novela se limita a añadir verba dicendi tras algunos diálogos (los cuales no han sufrido ninguna alteración), sustituir expresiones técnicas como Ext. Día. La plaza por Plaza del Pueblo. Día. y denominar capítulos lo que en el guion aparece como escenas.

 

En la Españade los años sesenta un pueblo innominado acoge el microcosmos que muestra las desigualdades entre ricos y pobres, el látigo furioso del nacionalcatolicismo, la sombras de la represión y la autoridad… Un trío de hermanos solterones (los Vidal) conviven en la casona familiar gracias a las rentas de los negocios que heredaron. Los dos pequeños (don Venancio y doña Paquita) se someten a la tiránica voluntad de la hermana mayor (doña Ignacia), que es seducida por un músico de segunda con aspiraciones de solista de zarzuela. A su vez, este músico se esfuerza en conseguir el amor de una empleada en la mercería del pueblo (Beatriz) que ya suma años suficiente como para urgir el matrimonio. Un grupo de ancianos observa con atención todo lo que acontece y la adolescente Angelines se prepara para dar el salto a la capital, donde encaminar su carrera de artista de variedades. En este contexto, en la comedia aparentemente costumbrista, en las dosis de terror del interior de la casona de los Vidal y en la trama policiaca que ha de conformarse, El extraño viaje (1964) hila la profunda sátira del ojo crítico: armar de ironía las relaciones de estos personajes, el ambiente provinciano en que se vertebran los valores asfixiantes de la inquisición franquista y aderezar el conjunto con sólidas referencias a otra vida posible, es decir, a la libertad y el placer.

 

El diario de este trayecto que inicié por los senderos de El extraño viaje (1964) originó el libro que titulé El caso de la película imposible: El extraño viaje, publicado en la colección MiradaS/Cine de La Página Ediciones y que ha aparecido al mismo tiempo que el guion novelado, perteneciente este último a la colección Sýnoros de la misma editorial. El primero recoge mi lectura del guion, mi visión de la película y una tercera parte dedicada a la historia del film: esos avatares dentro y fuera del celuloide que tienen en el secuestro durante cinco años (1964-1969), por parte de la distribuidora, su esencia extraña.

 

El caso de la película imposible: El extraño viaje existe fundamentalmente porque el anexo que preparaba para la publicación del guion novelado aumentaba a medida que mi interés por conocer todos los detalles de El extraño viaje (1964) originaba más datos, de tal modo que el volumen final de este trabajo no era conveniente añadirlo al guion novelado, pues resultaría de esta unión una entrega excesiva. Por ello, el guion novelado corresponde al volumen titulado El extraño viaje (1964)  (Colección Sýnoros) y el trabajo crítico (y si se quiere, histórico) corresponde al citado El caso de la película imposible: El extraño viaje (Colección MiradaS/Cine), ambos publicados por La Página Ediciones.

 
 

No obstante, el volumen El extraño viaje (1964), es decir, el guion novelado, viene acompañado de tres textos imprescindibles. En primer lugar, un prólogo de Luis G. Berlanga, que me hizo llegar su hijo Jorge Berlanga cuando finalizaba la edición de la revista La Página en el año 2009, y que hemos recuperamos ahora. Luego, a modo de opúsculo, dos textos de referencia: El guion de “El extraño viaje” (1964), escrito por Manuel Ruiz-Castillo y Contra el viento, una crónica personal de Luis Alegre. El primero es el valioso testimonio del coguionista de El extraño viaje (1964), ninguneado durante estos cuarenta y siete años, quien poseía el bagaje y la profesionalidad necesarias para afrontar un argumento cinematográfico y el posterior desarrollo del guion. Ocurrió que desavenencias entre Pedro Beltrán y él propiciaron que Beltrán firmara en solitario un guion que habían escrito al alimón hasta casi el final. Remito a la lectura de las palabras de Manuel Ruiz-Castillo, pues su participación en El extraño viaje (1964) es un capítulo importante que añadir a la extrañeza propia de la película. Luego, el texto de Luis Alegre supone una oda cinéfila a la película que originó su dedicación al estudio y análisis del cine, además de relatar una suerte de “epílogo extraño” de la propia historia de la película: la redacción de un remake a cargo de Pedro Beltrán a El extraño viaje (1964) da para mucho. Durante la ultimación de El caso de la película… se produjeron nuevos hallazgos como el de una foto familiar que aparece en la película donde las actrices Tota Alba y Rafaela Aparicio (la primera ataviada de hombre) simulan ser los padres de los Vidal (es decir, los padres de sus propios personajes: doña Ignacia y doña Paquita, respectivamente) o que la actriz Lola Gaos fue reclamada primero para interpretar el papel que luego encarnara María Luisa Ponte. Estoy convencido de que continuarán los descubrimientos, pues ya Luis Berraquero (reconocido director de fotografía que en El extraño viaje (1964) trabajó como ayudante de cámara del genial Aguayo con tan sólo diecinueve años) me comentó en la presentación de los libros en la madrileña 8 y medio que una de las figurantes que muestra el apéndice fotográfico de El caso de la película… es Maruja Hernáiz, la sastra del equipo de vestuario del film. Y Luis Muñoz Díez, faro alumbrador para los amantes de la cultura, me ha puesto en contacto con Maribel Ruiz Capillas, secretaria de rodaje de El extraño viaje (1964)).

 

Si la leyenda de la película se ha mantenido durante estos años, pese a ser prácticamente desconocida por el gran público, se debe a que cada cierto tiempo alguien ha mostrado su relevante admiración hacia ella. Ejemplifican estos hechos las emisiones de la película en el programa Versión española, la defensa de Pedro Almodóvar en el Festival de Cine de París, donde se proyectó El extraño viaje (1964) según su deseo, o la celebración de un Seminario dedicado a la película en el IVAC en mayo de 2009. A estas iniciativas se sumó La Página Ediciones en 2009 con la publicación de la revista 81/82 y culmina ahora con estos dos libros una labor definitiva por situar El extraño viaje (1964) lejos de la ignorancia. No está en nuestras manos (aunque propusimos sin éxito a la productora que alberga los derechos de la película acompañar el guion de una copia en formato dvd) que El extraño viaje (1964) participe ahora de la red comercial en el ámbito audiovisual para que el público tenga acceso a la película, pero al menos aquí están el guion de El extraño viaje (1964) y un estudio crítico que la ubica donde se merece.

 

Y estas acciones en pro de El extraño viaje (1964) no son otra cosa que un gesto de gratitud y de amor, pues me siento en deuda con la película y con sus espíritus. En deuda con Rafaela Aparicio, a quien admiro hasta la devoción; con Fernando Fernán Gómez, cuyo nombre, nada más ser pronunciado, me ha abierto las puertas de muchos con quienes trabajó y a quienes brindó su amistad; con Tota Alba, que se reveló como una de las grandes actrices olvidadas de nuestro cine y con el ángel de Lina Canalejas, cuyo paradero, relatado con detalle en El caso de la película… fue una incógnita que resolví tristemente. No repetiré aquí la lista de nombres a quienes estaré eternamente agradecido, pues dicha nómina abre El caso de la película…, pero aprovecho la ocasión para aludir en este espacio a los citados allí.

 

Igual de convencido sobre las sorpresas que aún me depara El extraño viaje (1964) me muestro a la hora de afirmar que quienes se acerquen a ella, a través de cualquiera de estos dos libros, se sentirán satisfechos de descubrirla y de recibir el abrazo de su ingenio. Es solo cuestión de tiempo que esa condición maldita que pesa sobre ella (y que en parte se ha ganado a pulso) desaparezca para siempre. El día en que el olvido deje de ser su última estación.

 

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