Dime qué cultura haces y te diré qué IVA pagas
Por Cristina Chumillas
Tras la reciente celebración de las Elecciones Generales, observamos que, tampoco esta vez, se encontraba entre las propuestas de los principales partidos políticos la reducción del IVA en materia cultural, referente a la venta de obras de arte por parte de las galerías de arte.
Si leemos las diferentes propuestas que nos ofrecían nuestros políticos, todos coincidían en defender y proteger los derechos de los creadores pero en ninguna de ellas se hablaba de proteger los del difusor.
En la sección dedicada a Cultura dentro del programa electoral del PP, ni se mencionaba la posibilidad de reducir el IVA en ninguna de las materias, pero si prometía proteger la tauromaquia.
El PSOE prometía impulsar el IVA reducido del 4% a todos los formatos de libro, incluyendo el digital o electrónico, al igual que UpyD o IU, pero tampoco hacían mención a que obtener una obra de arte, impulsando así el casi nulo coleccionismo y fomentar la obtención de cultura mediante su compra, fuese a costar menos a partir de ahora.
En España tenemos un IVA reducido del 4% para alimentos básicos, medicamentos, periódicos y libros. Y un 8% para restaurantes, obras teatrales y musicales, exposiciones y ferias y artistas pero un 18% en la compra y venta de obras de arte si se realiza a través de una galería de arte. Absurdo e ilógico tener un tipo de impuesto distinto dependiendo de si eres creador o difusor, además de un claro agravio comparativo.
Añadir además lo difícil que es el intentar ser competitivos con el resto de Europa porque nuestro IVA es el más alto, frente al reducido en Bienes y Servicios Culturales del que disfrutan en Alemania, Francia e Inglaterra.
¿Cómo enfrentarse a esa competencia en una feria de arte internacional, que se celebre tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, si nuestras galerías no juegan dentro del mismo porcentaje? Parece ser que nadie se da cuenta de que con esto invitamos a nuestros compradores a irse fuera de España para adquirir sus obras y que tampoco así atraemos a los extranjeros, lo que conlleva a la pérdida de ingresos en las arcas del Estado.
Resulta cada vez más complicado luchar ante la falta de coleccionismo en nuestro país cuando además, si decides iniciarte en él, debes pagar como si estuvieras comprándote un artículo de lujo. Si no lo es la lectura, ni un espectáculo teatral ¿por qué poder disfrutar de una obra de arte plástico te cuesta más? ¿es otro tipo de cultura? ¿realmente es un lujo innecesario? No, simplemente no se reconoce como parte de la industria cultural y tanto si eres comprador como si eres vendedor, debes pagar más por ello. Y la única elección es ¿lo tomas o lo dejas?
Supieras como es en Chile, con el impuesto al libro y a la cultura en general más alto del mundo, un 19%. Comprar una novela cualquiera es lo mismo que un kilo de arroz, un auto o una obra: todos tienen el mismo impuesto. Terrorifico
Eso sí que es duro, María José. No me puedo imaginar a las galerías chilenas intentando competir con el resto de extranjeras que participen en ChACO… Y más terrible es que 1 kg. de arroz tenga ese impuesto, desde luego.