Como pollo sin cabeza
Como pollo sin cabeza de Pablo Albo. Ilustraciones de Mikel Mardones. OQO Editora, 2011. Cartoné, 40 pp., 22 x 28 cm., 14.90 €.
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Por José R. Cortés Criado.
Pablo Albo, narrador oral, presenta una aventura de zombis donde la risa es la mejor arma para combatir el miedo, recrea una historia totalmente surrealista, lejos de las tradicionales obras donde aparecen muertos vivientes.
Un cuento muy apropiado para las frías noches de invierno y en fechas relacionadas con la celebración del día de los difuntos.
Comienza el cuento con este mensaje: “Siempre se dijo que, si en la noche de los difuntos hay luna llena, el primer rayo de su luz, allá donde caiga, devolverá la vida a los muertos.”
Y así fue, pero la luz lunar dio en un maizal, el maleficio que acompañaba a las mazorcas pasó a los pollos y comenzaron a suceder hechos asombrosos, como que los pollos, tanto si estaban enteros como troceados, salían a las calles por la noche, provocando los consabidos sobresaltos que ni siquiera el cura pudo aliviar.
Pero esas andaban cuando apareció por el pueblo una encantadora de almas en penas – un guiño al flautista de Hamelin-, que consiguió liberar al pueblo de semejantes espantajos y…
El ilustrador vasco, Mardones, fiel a su estilo personal presenta unos paisajes y personajes muy adecuados al tema, donde los rasgos realistas de ciertos personajes humanos y los grotescos seres imaginarios que surgen de la tierra se oponen a la sinrazón de la historia.
Este dibujante se dio a conocer con otros títulos de la misma editorial que reseñé en su día: La higuera de Pelostuertos y Las manoplas de Caperucita.