London Boulevard (2010)
Por Nerea Blanco.
Todos tenemos algún amigo que cuando le presentamos, no sabemos muy bien cómo hacerlo: “Es guapete, es buena gente, es agradable…” y tratamos de mostrar que es un buen tipo. Pero la que nos escucha se da cuenta de que en esa descripción falta entusiasmo, falta el decir: tiene carácter, o es un tío de lo más gracioso.. y claro, no conseguimos venderlo lo suficientemente bien como para que la amiga a la que quieres empaquetárselo se tire el rollo y se decida a quedar con él. Pero a veces la persona hace un esfuerzo. Y… vaya… como sabe que no va a ver al hombre de su vida, sale más encantada de lo previsto. En el caso cinéfilo, cuando dices: un sonido espectacular, una estética muy lograda, visualmente es genial, está muy bien rodada… Entonces el que te escucha te cortará y dirá algo así como: “Vale, no me digas más, lo que falla es el argumento, ¿no?”
Pues en estas estamos con la película. Que uno por mucho que ponga de su parte por venderla, no lo hará demasiado bien porque le falta esa gracia. Un poco de chispa a la hora de hilarlo todo un poco más. Porque si uno quiere saber de qué va la película diría una ristra de ingredientes: Un tipo salido de la cárcel, una actriz muy famosa recluida en su casa sin salir a trabajar y acosada por los paparazzi, un actor frustrado encargado de su amiga “la gran actriz”, una mafia londinense…y hasta aquí puedo leer. Uno se encuentra con una dificultad a la hora de tratar de comprender el trasfondo de todo, el modo de actuar de los personajes. Todo queda un tanto en el aire.
Pero ya sabemos que hoy en día los guiones de Hollywood están demasiado afectados para intentar agradar a todos los que están en el embrollo. Y como ya me dijo alguna que otra vez a mi abuela: la mejor manera de fracasar es tratar de agradar a todo el mundo (esa frase será de algún hombre muy conocido, pero a mí me vale más que me lo diga mi abuela). Así que ahora nos encontramos en el momento del estrellato: estrellas estrelladas. Tantas estrellas provocan estrepitosos estrellados contra el suelo. Pero debemos reconocer que aquí sólo hay un resbalón, que la película no llega a tocar el suelo demasiado y que es el debut del director. Dejémosle un margen de actuación.
Si uno quiere ver buenas escenas, si quiere saber qué es saber jugar con el sonido, (espero que el doblaje no destroce un buen trabajo), si quiere ver a chico guapo y chica guapa, acompañados con unos tragos de Tarantino-Light… que se vaya a verla porque no se decepcionará. Por no desvelar, me ahorro mis sensaciones finales, pero de lo que estoy segura es que no me arrepentí de verla.
Así que ahora os paso el marrón (con cariño, eso sí) de si os tiráis el rollo a ver qué pasa, o directamente pensáis que no vale la pena.
Pero como sabéis que no vais a ver la película de vuestra vida, probar suerte a ver si conocéis a alguien que sí que valga la pena de verdad. Yo al menos en eso tuve suerte.