Una de muertos vivientes… No, dos de zombis.

 

Por Benito Garrido.

 

Los zombis han invadido las calles: están en todas las librerías, quioscos, cines y marquesinas de la ciudad.  La cultura popular ha comenzado a cambiar en su temeroso subconsciente los vampiros por los muertos vivientes.  Éstos se han convertido en las criaturas a las que mejor ajustar esos miedos que hoy en día nos acechan.  Representan la ansiedad por sobrevivir a costa de todo…  Estamos ante la amenaza definitiva: devoradores sin mente que encerrados en un cuerpo corrupto regresan del otro lado para saciarse con carne fresca, a ser posible del género humano más vivo que encuentren.   Autores clásicos de novela de terror como H. P. Lovecraft, o más actualmente Stephen King, ya trataron este tema en sus libros.  Y también existen infinidad de comics o novelas gráficas que se nutren de estos personajes sin piedad y eternamente hambrientos.

Zombis, infectados, podridos… Igualmente puedes llamarlos resucitados, revividos o simplemente jodidos muertos.  La cuestión es que existe una literatura de zombis cada vez más demandada y que llena las estanterías de muchas librerías.

 

Cuando Susanah llora.  J. J. Castillo.  Dolmen Editorial, 2011.  Terror.  320 páginas.  17,95 €

 

Mientras el mundo se ve sumido en el caos, en un pequeño pueblo fortificado llamado Rotten, sus habitantes hacen frente al asedio de los muertos vivientes.  Un grupo bastante heterogéneo ha sobrevivido a la catástrofe: un policía retirado, un capitán del ejército, un joven capaz de hablar con los muertos, un sacerdote, un matrimonio en crisis… Y Susanah, un bebé que con su llanto alerta de la llegada de los muertos.  Todos han perdido a alguien.  Se trata de gente sumida en el horror y la tragedia, que en ese escenario post apocalíptico, han conseguido aislarse para afrontar el tenso día a día en su lucha por la supervivencia, y siempre pendientes del llanto de una niña.  Las reservas de alimentos comienzan a escasear y el único planteamiento viable es desplazarse a los pueblos más cercanos para buscar comida.  Algo realmente peligroso, pero que es necesario hacer, aunque implique alterar su tibia seguridad.

 

Personas que han perdido la esperanza,  y a las que solo les queda el instinto por sobrevivir.  En una situación tan próxima al final de todo, lo único que les rescata es el miedo: miedo a ser devorados por zombis que podrían haber sido incluso personas queridas.  Y el llanto de un bebé, la íntima unión de lo inofensivo y puro con el horror más extremo.  J.J. Castillo escribe sobre muertos de una manera seria y sencilla, deudora de los grandes maestros, que seguro encantará a los amantes de las historias de zombis bien contadas.

 

J. J. Castillo (Las Vegas, 1977) lleva estudiando en la universidad del terror desde mediados de los años 80. Dedica la mayor parte de su tiempo a escribir historias en las que se sumerge y vive personalmente el terror, la ciencia-ficción y la fantasía.  Ha colaborado en cantidad de revistas del género y sus relatos han visto la luz en antologías impensables.

 

Pandemia.  Wayne Simmons.  Dolmen Editorial, 2011.  Terror.  320 páginas.  17,95 €

 

Dos agentes de policía se abren paso a través de una multitud tan enfurecida como temerosa. Su destino es un bloque de viviendas de Belfast. Han recibido un aviso sobre un nuevo brote de gripe.  Cuando alcanzan su objetivo, topan con los ojos inyectados en sangre de una niña lituana de seis años. Presenta todos los síntomas de la pandemia y hay que ponerla en cuarentena.  Pero el virus no deja de mutar y los cadáveres de los infectados se están alzando. Bajo los rayos de un sol implacable, la ciudad es el escenario de una batalla sangrienta e implacable entre los muertos y los vivos. La única esperanza de Belfast reside en la capacidad de los supervivientes de comportarse como lo que se suponen que son: seres humanos.

 

Pandemia nos encara a esos dramas personales que los supervivientes cargan estoicamente a lo largo de la trama.  Los infectados se convierten en la barrena perfecta para profundizar en el inconsciente humano enfrentado a una situación verdaderamente límite.  Novela de tensión llevada al extremo, donde la acción ocupa casi cada página, y deja al lector en más de una ocasión sin resuello.  Es de destacar el posible trasfondo político y social que se podría dar a la historia visto el enclave geográfico en que se desarrolla.

 

Wayne Simmons es natural de Belfast y se dedica al género de terror desde hace varios años. Tras escribir reseñas y entrevistas para distintas publicaciones, publicó su primera novela Drop Dead Gorgeous (Muérete, encanto) en noviembre de 2008. La obra fue acogida con entusiasmo tanto por los aficionados al género, como por los críticos. Pandemia es su segunda novela de terror.

 

 

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