Entrevista a LAURENT GOUNELLE: "No me iré sin decirte adónde voy".
Por Benito Garrido
Fotografías Pablo Álvarez
“Abraza el universo de tu prójimo y se abrirá a ti.”
A propósito de su última novela No me iré sin decirte adónde voy (Editorial Planeta, 2011), hemos entrevistado al escritor francés Laurent Gounelle.
Laurent Gounelle es especialista en desarrollo personal. Lleva más de catorce años recorriendo el planeta para conversar con los mejores especialistas en todo lo que atañe a la psicología, la espiritualidad y a las distintas formas de mejorar nuestra vida. Sabe extraer lo más relevante de cada cultura y adaptarlo en libros asequibles, reconfortantes y que permiten al lector replantearse si realmente lleva la vida que quiere llevar. Su primera novela, El hombre que quería ser feliz, se convirtió rápidamente en un bestseller internacional. De gran popularidad en Francia, Laurent Gounelle también ha sido requerido para mejorar el bienestar en el mundo empresarial y en el ámbito de la familia.
No me iré sin decirte adónde voy. Laurent Gounelle. Editorial Planeta, Barcelona 2011. Planeta Internacional. 382 páginas. 18,90 €
Sumergiendo a los lectores en la mágica atmósfera de un verano parisino, No me iré sin decirte adónde voy es un extraordinario viaje a través de los sentimientos y las acciones que definen nuestra vida. Una novela certera, impresionante y optimista que te hará ver las cosas y las situaciones desde otra perspectiva, de otra manera.
Alan Greenmor había resuelto serenamente terminar con su vida, una existencia, según él, carente de finalidad y destino. Ha perdido el amor de su vida y con él las ganas de vivir. Pero la aparición de un misterioso hombre, Yves Dubreuil, segundos antes de dar el gran salto mortal, le obliga a buscar una nueva oportunidad, un nuevo compromiso con la vida. Éste le propone un trato: “tú renuncias a quitarte la vida y yo me ocupo de ti, de volver a ponerte en el buen camino, de hacer de ti un hombre capaz de gobernar su vida, de resolver sus problemas, e incluso de ser feliz; a cambio, deberás comprometerte a hacer todo lo que yo te diga, deberás comprometerte… con la vida”. Alan acepta y se embarcará en diez diferentes pruebas de desarrollo personal que lo conducirán a mejorar su autoestima, a ser él mismo y actuar libremente en cada situación importante.
Podría catalogarse como thriller de autoayuda pero lo cierto es que se trata de una novela que lo tiene todo: intriga, amor, suspense, crítica social, reflexiones personales… El protagonista se mueve entre los engranajes de una inquietante fábula sobre nuestros miedos y frustraciones, sobre las mochilas emocionales que todos llevamos sobre los hombros, sobre cómo amar y dejarnos amar, sobre como vivir nuestra propia vida. Estamos ante una propuesta literaria para analizarnos y comprendernos mejor, ante una invitación al cambio, al desarrollo y al crecimiento personal.
“Si quieres, puedes”, es el lema del escritor francés.
Entrevista:
P.- Si tuvieras que poner una etiqueta a tu novela, ¿cuál le pondrías? ¿libro de autoayuda quizás, novela de intriga….?
Es una pregunta por resolver sobre todo porque soy un hombre que no ama mucho las etiquetas. Creo que es un cuento filosófico, una novela iniciática… una novela con un mensaje positivo, de confianza.
P.- ¿Podría ser el protagonista Alan Greenmor un alter ego de lo que fue Laurent Gounelle? ¿Y el psicólogo Yves Dubreuil (el otro protagonista) de lo que es hoy actualmente el autor?
Ni lo uno ni lo otro. Desde luego, de quien no tengo nada es de Dubreuil, quizás me parezca un poco en el tema de dar consejos, pero nada en cuanto a la personalidad. Sí que me acerco más a la personalidad de Alan en el tema del miedo, solo que él se aleja de todo lo que le asusta porque es fóbico, y yo sin embargo soy más bien contra-fóbico, es decir, que me gusta jugar con mis miedos y mis fobias.
P.- ¿Cómo surge la idea de novelar esta experiencia del conocimiento personal y no hacer un ensayo por ejemplo?
El ensayo se dirige más a lo mental, mientras que una novela se dirige a la mente y al corazón a un mismo tiempo. Quizás también prefería escribir una novela porque creo más en el poder metafórico de la misma. El lector se puede identificar mejor con una historia novelada, que con una lista de pasos o consejos a cumplir (tipo ensayo), que tras seguirlos durante tres días seguramente luego se olviden.
P.- ¿Cuándo y por qué se plantea Laurent Gounelle dejar su trabajo para estudiar psicología y posteriormente escribir?
En realidad, la historia viene de más atrás: mis padres me criaron diciéndome que si estudiaba y concluía de forma brillante mi carrera, podría conseguir un buen trabajo, y entonces sería feliz. Luego me di cuenta que lo que había estudiado no era para mí, que Económicas no era lo mío. Tras ir deambulando de puesto en puesto, de fracaso en fracaso, sin encontrar lo que quería, de repente me topé con la psicología, y descubrí un mundo. Fue tal la pasión con la que me tomé su estudio, que me metí de lleno en el tema, hasta que llegó un momento que estaba trabajando en ello. Guiado por esa pasión, llevo ya casi veinte años pasándomelo genial con un trabajo, el de la psicología, con el que disfruto muchísimo. Con el tiempo también me di cuenta que necesitaba transmitir lo que había aprendido (realmente yo no he inventado nada, solo transmito) a otros. Y me pareció que la escritura era el modo más adecuado para llegar a la mayor cantidad de gente posible. En mi trabajo habitual tengo grupos de 20 personas como mucho, mientras que con la escritura puedes llegar a miles de ellas, a cientos de miles.
P.- ¿Estamos realmente alienados por la sociedad en que nos ha tocado vivir?
Yo creo que sí que la sociedad occidental está alienada. Es más, incluso ha exportado los modelos más malos y perniciosos de sociedad a otros lugares. Así por ejemplo, se exportó el marxismo a China. Y en estos momentos estamos exportando ese modelo de sociedad individualista y egoísta que vivimos atropelladamente. Existe una alienación por la sobreabundancia de estímulos externos que vienen de la televisión, internet, etc. Estímulos que no paran de acosarnos. Creo sinceramente en la necesidad del silencio para que uno pueda encontrarse a sí mismo, para reflexionar, para aburrirse incluso. El ser humano tiene que centrarse y analizar el problema.
Un segundo caso de alineación surge cuando el sistema, que está organizado económicamente, nos hace creer que somos infelices, y que mañana nos irá mejor si adquirimos cosas como un buen coche, un caro vestido, o una lujosa casa. El sistema nos hace ver que esto nos hará más felices, cuando es algo realmente ilusorio porque realmente lo material nunca podrá iluminar nuestra alma.
P.- ¿Estamos yendo entonces por el camino equivocado?
Yo no soy religioso ni nada parecido, pero hace tiempo un estudioso alemán descubrió que en la Biblia, mientras la palabra pecado aparece como algo duro y recriminatorio, en arameo su significado no es como lo entendemos hoy, sino más bien como un error. El pecado sería entonces como tomar el camino equivocado, equivocarse. Creo que en la sociedad actual pecamos mucho: la gula que supone el consumismo, el engaño al ser cercano para progresar… No se trata de un juicio moral, es simplemente que nos estamos equivocando si vamos en esta dirección.
P.- Su novela, sus pruebas, ¿cree que permitirían al lector llegar a encontrar la felicidad? ¿es ese realmente su propósito?
Afirmar eso sería muy pretencioso por mi parte. Con este libro quiero infundir en el lector las ganas de vivir plenamente su vida, liberándose de los frenos psicológicos que lo encierran. Lo más importante es evolucionar hacia una vida en línea con nuestros propios valores y deseos, sin estar limitados por nuestros propios miedos o por los discursos negativos de los demás.
Aunque sería fantástico si por lo menos consigo hacer ver al lector que debe reflexionar sobre sus errores, y le llevo a replantearse ciertas cosas. Solo con eso me habré quedado más que contento, más que satisfecho.
P.- ¿Es un libro para todo el mundo, o más bien para ese grupo de personas de mediana edad que empiezan a reflexionar sobre su vida?
Es posible que a la hora de escribir me haya dirigido más a ese grupo de personas de mediana edad que llegado un momento se replantean su vida, que quizás vivan la crisis asociada a esa edad. Pero sin embargo me quedé muy sorprendido cuando en una feria de libros, un viejecito muy simpático se acercó hasta mí para decirme que mi libro le había cambiado la vida. Sorprendente. Así que pienso que mi libro puede leerlo todo el mundo en general pero que quizás tendrá mejor acogida en función de la edad del lector y de la situación personal que esté pasando en ese momento.
P.- Resúmame en pocas palabras el mensaje de su novela.
No hay un mensaje concreto en mi libro. Creo que cada lector tiene que sacar su propia idea. Pero si tengo que rescatar algunos puntos diría: reflexionar sobre los problemas que en el pasado nos han marcado la situación actual para intentar superarlos, buscar el equilibrio entre el ser y el estar, forzar nuestro cerebro para sacar adelante los proyectos que nos ilusionan, aprender a elegir y sobreponerse a la realidad que pretendan imponernos, saber apreciar el verdadero valor de las cosas inclusive de las más pequeñas.
P.- Es usted todo un superventas en su país, y aquí en España lleva camino de serlo. ¿Se esperaba usted esta respuesta masiva del público? ¿cuáles son las razones de su éxito?
No tenía muy claro que podía pasar pero ahí está. Creo que lo que más se valora en mi libro es la sinceridad con la que está escrito.
P.- En la situación de crisis generalizada que vivimos, ¿cree usted que deberíamos arriesgarnos a cambiar de trabajo o incluso a dejarlo para sentirnos mejor?
Yo diría: quizás no es el momento, aguanta un poco, mantén tu trabajo, y espera circunstancias mejores. Sé paciente, pero no dejes de buscar aquellas salidas a esa situación, que te permitan llegar a una verdadera satisfacción personal.
P.- ¿Cómo animaría a esas personas que aún no han leído su libro para que lo hicieran?
Toma esta novela, léela despacio página a página, y escucha tu corazón.