El anticiclón de las Azores y el "buen tiempo"
Por Eugenio Arenas
Seguro que hemos oído o visto en alguna ocasión en las previsiones meteorológicas hablar de el «buen tiempo» provocado por el anticiclón de las Azores. Pero ¿en que consiste este fenómeno? ¿Que ventajas e inconvenientes trae consigo sobre la península ibérica?
En mi anterior artículo hablábamos de la formación de ciclones tropicales a causa de la formación de áreas de bajas presiones. Pues en el caso de un anticiclón hablamos de la formación de un sistema de altas presiones. La principal característica del área que queda bajo la influencia de un anticiclón es el tiempo estable y la ausencia de precipitaciones. En la siguiente animación interactiva encontramos una muy interesante representación de como se genera una zona de bajas presiones, representado por la letra L (inicial en ingles de low) y otra de altas presiones, representado por la letra H (inicial en inglés de high).
La península ibérica se encuentra influenciada por la presencia del anticiclón de las Azores, y las situaciones meteorológicas de tiempo estable son en su mayoría responsabilidad suya. Durante los meses de mayor irradiación solar (primavera y verano) su posición se situa en una zona próxima a las islas Azores, y de ahí toma su nombre. Esta situación impide que las borrascas que se forman en el Océano Atlántico lleguen a la península y tengan que subir a latitudes superiores.
En los meses con menor irradiación solar, se produce un desplazamiento hacia latitudes inferiores, (aunque no siempre sucede así).
En el siguiente modelo de predicción de AEMET perteneciente al Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio, válido para el día 8 de Octubre, vemos como el anticiclón de las Azores ocupa prácticamente toda la península ibérica y obliga a las borrascas a continuar por las islas británicas para entrar ya en Europa.
En esta otra imagen, válida para el 8 de Octubre, quizá se pueda apreciar mejor la potencia del anticiclón. Se trata de una imagen del viento a 850 hPa (aproximadamente 1.500 metros de altura). El viento, en colores amarillos y verdes, no puede penetrar en la zona de altas presiones y tiene que rodearlas. Esta situación, conocida como «situación de bloqueo» impide el desarrollo de nubosidad, dejando los cielos despejados durante días o semanas e igualmente mantiene los vientos en calma.
A nivel de superficie, los efectos mas conocidos son las heladas y las nieblas persistentes en invierno. En verano intensifica el calor propio de la estación porque la ausencia de viento impide que la atmósfera elimine el calor acumulado durante días. ¿Quien no recuerda esas noches de pesadilla con temperaturas superiores a los 25ºC en muchos puntos del centro y sur peninsular? Además, en las grandes ciudades o en zonas muy industrializadas, la persistencia del anticiclón favorece que la contaminación aumente y se generen las famosas «boinas».
Pero sin duda ninguna, el efecto mas conocido por todos y el más perjudicial es la sequía, que vacía los pantanos y provoca situaciones de desabastecimiento de agua, que en algunas ocasiones llega a ser crítica en muchos puntos de España.
La situación de bloqueo que venimos arrastrando desde el mes de Septiembre parece que llega a su fin. Se inicia un descenso en las temperaturas, que será mas acusado en el Norte y Noreste de la península y que dejará las temperaturas mínimas por debajo de 0ºC en buena parte de esa zona. Y si se cumplen las previsiones, una borrasca podría afectar a la península a partir del día 23, con lluvias en gran partes del país. Las islas Canarias, no se verán afectadas por estas situaciones.