"La tercera revolución industrial", de Jeremy Rifkin

La tercera revolución industrial. Jeremy Rifkin. Paidós, 2011, 400 pp., 22,90 €.

Jeremy Rifkin, el analista de tendencias económicas más importante de nuestro tiempo y asesor gubernamental explica en La tercera revolución industrial las claves para el cambio de paradigma que permita evitar la catástrofe del cambio climático.

“Los principios de la tercera revolución industrial abogan por un nuevo modelo productivo y energético para crear empleos sostenibles en España y en Europa”. El modelo que propone Jeremy Rifkin pretende actuar sobre el parque edificado en clave energética y crear nuevos mercados en campos como la eficiencia, el almacenaje, la distribución y el transporte. “En el futuro cada edificio será una pequeña planta energética con capacidad no sólo para autoabastecerse sino para venderla a la red, a través de un sistema – el integrad- que será como el internet de la energía”. Jeremy Rifkin en El Mundo.

Estamos experimentando una transformación histórica en la forma en que generamos y distribuimos la energía. Las nuevas tecnologías de Internet, unidas a la realidad de las energías renovables, están creando una nueva red de suministro eléctrico que se almacena y distribuye de forma individual. En un plazo no muy largo de tiempo, millones de personas estarán en condiciones generar su propia energía verde en casa, en la oficina y en la fábrica, y podrán compartirla de la misma manera que ahora crean su propia información y la cuelgan en Internet. En pocos años, millones de edificios e incluso de ciudades serán autosuficientes energéticamente y marcarán el fin de nuestra alianza con los combustibles fósiles.

Esta transformación está ya en marcha en Europa, donde Jeremy Rifkin colabora como asesor en un proyecto que revolucionará el suministro de energía del continente. Por otra parte, diversos países asiáticos también están interesados en sumarse a este proyecto. En la actualidad este cambio ya es perceptible en los estados de Texas, Colorado y California, en los que las empresas eléctricas tienen previsto tender algunos segmentos de la red inteligente de suministro energético durante los próximos años.

Pero no se trata de la promesa de una energía limpia, sino que esta “Internet de la Energía” cambiará nuestra forma de trabajar y de vivir, fomentando la creación de mercados y de uniones políticas continentales que propiciarán grandes oportunidades de expansión comercial. Al propio tiempo, significará el fin de las guerras por los recursos energéticos y el inicio de una nueva era de verdadera cooperación internacional. Por último, se abre la perspectiva de un nuevo período post-carbono a mediados del próximo siglo y evitar las catástrofes derivadas del cambio climático.

En definitiva, según Jeremy Rifkin, nos encontramos en una época de transición hacia la Tercera Revolución Industrial, con un nuevo modelo de desarrollo económico que esta revolución conlleva, y al que denomina “capitalismo de la distribución”. Un nuevo y auspicioso modelo que propiciará nuevos tipos de empresas y de profesiones, y que cambiará nuestra manera de hacer negocios.