¿De dónde venimos? de Peter Mayle

¿De dónde venimos? de Peter Mayle. Ilustraciones de Arthur Robins. Madrid, Ediciones Maeva, col. Maeva Young,  2011, 16 euros.
 
Por Cecilia Frías.
 
Puede que a los chavales de hoy en día no les preocupen lo más mínimo  cuestiones como el “quiénes somos” o “adónde vamos” , y sin embargo, pocos permanecerán impasibles ante una portada que les invite a desvelar  el misterioso origen de la vida. Por ello, parece un acierto la recuperación del clásico de los ochenta  ¿De dónde venimos? , ya que los buenos libros infantiles sobre educación sexual se han convertido en una rareza editorial. Parece que Maeva ya lo advirtió al publicar en esta misma línea Cuando Paula se convirtió en Paula (Peter Gotthardt,2010): obra igualmente encaminada a que los primeros lectores descubrieran en un tono natural y divertido “cómo se hacen los niños”.
Hasta hace pocos años, ante las preguntas “incómodas” del niño la tendencia general era el eufemismo o la leyenda: de la célebre  cigüeña al “fuiste un regalo de Navidad de los duendes”, pasando por todo tipo de estrafalarias explicaciones.  Pero es de sobra conocido que ni el pequeño se chupa el dedo ni los educadores recomiendan en la actualidad convertir ciertos temas en tabú. Y nada mejor que un sencillo pero esclarecedor texto, ilustrado con grandes dosis de humor para que padre e hijo compartan un buen rato.
Como no se debe empezar la casa por el tejado lo primero, por evidente que parezca, es que el niño asuma las diferencias entre la anatomía femenina y masculina, llamando a las cosas por su nombre y asimilando que las disparidades tienen su razón de ser: “Nada más nacer tú los pechos de tu madre eran como una cisterna móvil de leche”.  Estas continuas apelaciones directas al lector no solo mantendrán viva su atención sino que lograrán un entorno de cercanía que garantiza la comprensión en asuntos que podrían ser algo más difíciles de transmitir. A ello contribuye sin duda el uso de símiles familiares para el imaginario infantil a la hora de explicar sensaciones que experimenta el adulto, por ejemplo, durante la reproducción: desde el cosquilleo en las “partes nobles” al estallido final, semejante a un estornudo, por el que saldrán millones de divertidos espermatozoides que deben remontar un tremendo flujo en busca del óvulo, como si de pequeños salmones contra la corriente se tratara.
Lo anterior se complementa con unos didácticos dibujos sobre el crecimiento mes a mes del bebé dentro del útero materno; espera que se ve culminada en el momento del parto con el feliz encuentro entre la madre y su hijo.
Un práctico álbum para que, de la mano del adulto,  el niño se adentre en una entretenida “clase de ciencias” que le desvelará los secretos sobre el principio de la vida, abordando con delicadeza cada una de las cuestiones y entendido la concepción como el resultado de un acto de amor.

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